Mostrando entradas con la etiqueta narraciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta narraciones. Mostrar todas las entradas

jueves, 16 de junio de 2016

A SEÑORA DAS MAREAS


"Yo soy la doncella de la noche,
la dama de los corazones,
la señora de las mareas,
Yo soy la blanca luna entre las estrellas."

Cuenta la leyenda,que una noche ancestral, la Luna bajó a la tierra y se quedó enredada entre las ramas de un árbol. En ese momento apareció un lobo y comenzó a acariciarla con su hocico. Jugaron toda la noche, hasta que, al fin, ella volvió al cielo y el lobo al bosque.
En su huida, la Luna, le robó al lobo la sombra y desde entonces, dicen que él le aúlla para pedirle que se la devuelva.
La Dama de la noche, la Señora de las mareas, la Diosa de las estrellas, son algunos de los nombres que se le ha dado a la luna desde tiempos que ya no se recuerdan.
Nace,crece, madura, envejece y vuelve a nacer. Es quizás por esto que podría ser simbolizada como la Esperanza. Es y ha sido siempre musa de poetas, escritores y amantes. Posee una magia y un poder especial que inspira, renueva y nutre el alma. Se sabe buena compañera de navegantes acompañando siempre a la noche hasta que llega el alba.
Ha inspirado más cuentos y poemas que cualquier astro. Ella es el aspecto complementario de la creación, representa la energía creadora donde se gesta la vida. Ella nos da el poder de la intuición, la magia, la adivinación y los sueños.
Ella descansa en el mar y cada amanecer la vemos bajar a sus aguas, sin embargo su amante es el sol y espera cada eclipse para fundirse con él. El mar siempre pendiente de la luna  tiene sus encuentros, con ella, al margen del sol. Ella lo atre de tal manera que sus mareas suben y bajan; consigue que se tranquilice o se endurezca y su atracción dependerá de lo cerca o lejos que esté de él. Cada mañana, el mar, le consiente que se esconda en él y él la arrulla, la calma y la hace descansar.
El mundo antiguo está cubierto de magia, ritos y leyendas que revelan misterios sagrados que esconde la naturaleza.
Uno de los pueblos amantes de la Luna, fue el pueblo celta. Para los druidas- magos y sacerdotes celtas- la luna representaba el aspecto femenino de la naturaleza, la consideraban, simbólicamente, como la madre y esposa co-creadora del universo junto con el dios padre: el sol.
La luna cobró gran importancia en el mundo antiguo al ser la primera forma en la que el hombre podía leer el tiempo. Al observar los ciclos de la luna pudieron entender los cambios de la naturaleza, los ciclos de la mujer y los momentos de la cosecha.
Los celtas marcaron su vida con la luna, elaborando y siguiendo un calendario conformado por cuatro lunas llenas, a lo que nosotros conocemos como un año solar.

A diferencia de otras culturas en donde se relega el papel de la mujer a un segundo término, en la sociedad celta, que tenía una configuración matriarcal, el aspecto femenino es de suma importancia.

Hemos olvidado mirar al cielo y vamos cada vez alejándonos más del universo que nos rodea, empeñados en otros afanes sin darnos cuenta de que a nuestro alrededor se encuentra una belleza y una fuerza infinita.






miércoles, 13 de abril de 2016

MISTERIOS EN LOS BOSQUES GALLEGOS


Una zona de bosque espesa: es una fraga gallega en cuyo interior, la luz llega siempre tamizada por el ramaje donde predominan robles, castaños, acebos, espinos, laureles y madroños.
Hay un tesoro en helechos; algunos de ellos provenientes de la época terciaria, cuando los dinosaurios aún dominaban la tierra; junto a ellos, a la sombra de los árboles crecen infinidad  de plantas y flores. Multitud de animales como el lobo, el corzo, la nutria, la marta etc conviven en él y el hombre deja de ser el protagonista de la vida del lugar










La tarde, de repente, sin avisar, se vuelve gris. Apenas el sol es capaz de atravesar la niebla densa que ha extendido sus brazos por el bosque. Fantasmas caminan despacio y susurran al viento sus lamentos de soledad y pérdida, dejando que la vida de los muertos perdure en la memoria de los vivos Mientras, la magia late entre los musgos que tapizan cortezas de árboles centenarios y muros de piedra y aparece en los caminos serpenteando entre ellos y, en  las aguas, intuimos el alma encerrada entre  murmullos callados. 
El propio bosque es protagonista; es el alma, la razón de ser de esta forma de vida, de estas creencias y de estas costumbres.
El buho ulula en la oscuridad que se cierne alrededor; la noche le ampara, ese es su reino. Esa "brétema"casi perpetua que esconde  y arropa la esencia de una tierra, en la que hay más encantamientos que milagros, más tragedias de amor que traiciones y más humor que lágrimas.






Y...


"Esto ocurrió en aquellos años en que una gallina costaba dos pesetas y la fraga de Cecebre era más extensa y frondosa.


Xan de Malvís apreció la inexistencia del bandido como una vacante que podía ser cubierta. Y se adjudicó la plaza"

Fendetestas, es el apodo que adopta, y harto del duro trabajo del campo y de las escasas ganancias que le aporta la labor de la tierra, decide echarse al monte y convertirse en el ladrón de la fraga,

El tiempo lo cambia todo y aquí también ha dejado la huella de su caminar, de tal manera, que la fraga de Cecebre, un precioso bosque de robles, ha cambiado  y sólo queda una pequeña parte de lo que fue y que cita Wenceslao Fernández en su novela "El bosque animado". Pero, de alguna manera, la vida continua y los seres del lugar se relacionan como antaño y casi me atrevería asegurar que el fantasma que pululaba entonces, una vez que la oscuridad de la noche se filtraba entre las ramas de los árboles y la luna se dibujaba en lo alto entre las nubes, sigue paseándose y espantando a todo aquél que, no sin temor, ha de atravesar el bosque de noche.

La meiga Moucha, que conoce las plantas del bosque y el alma humana como si se tratara de un elemento más de la naturaleza prepara sus quehaceres, que es cosa que no se cuenta ni debe contarse  porque los verdaderos secretos de las meigas no deben ser desvelados.



viernes, 22 de enero de 2016

RESERVA DE LA BIOSFERA

La reserva de la Biosfera es un título que otorga la Unesco a determinados hábitats para fomentar la integración del hombre y el medio ambiente.


Los Ancares, reserva de la biosfera: una frontera natural entre Galicia y la cuenca de El Bierzo. Una zona limpia, clara, hermosa, donde invita, al que allí se acerca, a sentirse en comunión con la naturaleza. Fue habitada por las tribus celtas que se refugiaron en las montañas huyendo de las legiones romanas construyendo castros en las tierras altas.


La montaña brota en tonalidades infinitas de verde y lo más sorprendente de esta zona es, no tanto  las alturas, sino  los fuertes desniveles que existen; desde el encajonamiento de valles hundidos por debajo de los 300 metros hasta picos de casi los dos mil en pocos kilómetros

Es una zona de gran altitud y por lo tanto muy aislada de núcleos de población, lo que ha permitido la supervivencia de tradiciones y la conservación, a lo largo de los siglos, de una arquitectura popular que ha desaparecido de otras zonas del norte de España.

Se sube y se baja, retrocedes, giras y tuerces a la derecha y, a la izquierda y das vueltas por los bosques y preguntas, y... cada vez que preguntas más liado te parece que estás entre carreteras, corredoiras, pistas y caminos. Pero da lo mismo, ya encontrarás el castro celta, porque perderse aquí, merece la pena.

Aquí el forastero puede descubrir lo que es la Ley del Kilómetro Gallego: perdido entre tanta carretera, que asciende y desciende se puede preguntar a algún abuelo que aparezca en el camino. ¿Cuantos kilómetros me quedan? si el paisano contesta "que tres o cuatro" faltan quince seguro, pero... ¡qué quince! Un festival de curvas ciegas llenas de gravilla y socavones donde podrían vivir familias enteras.
A lo lejos van apareciendo las pallozas , esas construcciones circulares que han sobrevivido al paso de los tiempos entre el frío, el viento y la nieve. Pero, insisto, es un paisaje para perderse en él, siempre y cuando vaya uno bien aprovisionado para cualquier emergencia, pero los rodeos merecen la pena, porque el castro de Santa María ofrece un buen ejemplo de que en estas tierras dos mil años no son nada. Aquí las casas se han construido de la misma manera que desde tiempos de Julio Cesar.


Las pallozas se construían con un muro de piedra muy grueso, sin más huecos que la puerta y algún ventanuco para no perder el calor del hogar. El techo se levantaba con vigas de roble y una cubierta de paja de centeno trenzada. No se abría un agujero para la chimenea: el humo se filtraba a través de la paja. En el interior, separados por tablones que solo llegaban a media altura, convivían personas y animales que proporcionaban calor en este invierno blanco enormemente frío.




viernes, 8 de enero de 2016

QUEICOA

"Queicoa" significa en "Barallete", la lengua de los afiladores; héroe, luchador, ser mítico. Así les llamaban  a aquellos viejos afiladores que llevaban a sus espaldas muchos kilómetros y muchos caminos. Eran hombres curtidos de trabajar en el campo que un día decidieron hacer su gran viaje a ninguna parte con la compañía del girar de una rueda.
Caminaban y soñaban. Si afilaban vivían y si paraban, morían

Orense, es la tierra de los afiladores, de la "Ribeira Sacra", del "Entroido" y los "magostos" y por supuesto del licor café. A " Terra da chispa",que algunos traducen por tierra de audaces. Llamada así  por la cantidad de afiladores que poblaban estos lugares ya que el oficio consistía en afilar cuchillos y navajas así como todo tipo de herramientas y cuando esto se hacía saltaban chispas " no rebolo", piedra de afilar, que era en donde se afilaba.
La rueda al afilar echa un chorrito de chispas. Este es el origen del apodo.
Para anunciar su llegada suele emplear, el Chiflo, una pequeña flauta de Pan de cañas o plástico como silbato y la va haciendo sonar en sus tonalidades de grave a agudas y viceversa.
El afilador es un campesino gallego que no puede vivir de la tierra, sin embargo, no le quedó otra alternativa que abandonar la aldea y recorrer las miles de callejuelas de países que fue visitando a lo largo de su vida.
¡ Que remedio! Hay que emigrar, como ahora y como en tantas ocasiones a lo largo de la historia de tantos países del mundo cuando la vida se hace dura e irrespirable.
La provincia de Orense ha sido la cuna de estos hombres que recorrieron el mundo cargando a sus espaldas o empujando, una rueda de afilar.
Tenían los afiladores  lenguaje propio, ya perdido en la actualidad. Este idioma particular se llama "barallete" y está basado en el gallego hablado en Orense que se encripta con la sustitución de palabras habituales por otras inventadas y sin ninguna conexión lingüística con ella. Era imposible para el que no perteneciera al gremio, entender la conversación. Hoy en día es un lenguaje para el recuerdo.


En las aldeas orensanas quedan algunos viejos afiladores que en sus años mozos dieron la vuelta al mundo.

La leyenda dice que la rueda de afilar fue inventada por un herrero. Es muy difícil de construir, requiere mucha paciencia y mucho arte, cosas estas también indispensables para ser un buen afilador. Es en el siglo XVII cuando aparecen los primeros. Hace, por tanto, trescientos años, que los afiladores orensanos andan dando vueltas por los caminos del mundo.


 Hoy está en vías de extinción este oficio que representa toda una cultura de trabajo y sacrificio.
Ya no se oyen por las callejuelas del ancho mundo a estos hombres. La chispa está a punto de apagarse para siempre. Una chispa que saltaba de la rueda y era arrastrada bajo la lluvia y el viento.
Orense tierra de afiladores y paragüeros, hombres que recorrieron el mundo llevando en su corazón su tierra, mucho ingenio y su chispa particular´


"Hombres que son héroes desconocidos de novelas que no se escribieron"
                                                                    Florentino López Cuevillas ( antropólogo e historiador)















lunes, 7 de diciembre de 2015

Adiós al otoño

Adiós al otoño. Se va, como tantos otros que ya se han ido. Es una estación melancólica a pesar de que toda ella estalla y se inunda de color. Es, sin duda, el tiempo que precede al sueño, el adiós a la vida, pero no cabe duda que es una despedida grandiosa. Y, lo es, aquí en Galicia si nos obsequia con días luminosos y claros sin  lluvia, como ha sido este que nos abandona.
En Galicia, otoño, es sinónimo de magostos y sin duda la castaña es la triunfadora de esta época del año.
Es preciosa, tiene una piel digna de las mejores reinas. De color tostado, brillante y suave, fruto de los enormes castiñeiros que pueblan Galicia.
 Ha estado protegida durante todo el verano por su capa espinosa, primero verde de suaves púas y a medida que el calor ha ido desapareciendo se ha tornado de amarillo ocre y al fin ha terminado por desprenderse del castaño para caer al suelo donde finalmente, su erizo, ya de color oscuro, se ha abierto por fin, ofreciéndonos su precioso y rico tesoro.
El souto  es el lugar del castiñeiro, el árbol indispensable de  la aldea de media montaña, que sirvió de alimento en muchos hogares gallegos.

Evocan siempre recuerdos, recuerdos de bolsillos calientes y de cara fría, de aromas a leña y a fruto tostado que las castañeras ofrecían en cualquier esquina de una plaza. Aquellos cucuruchos nos calentaban las manos y nos quemaban la boca porque eramos incapaces de esperar a que se enfriaran. Entre risas, íbamos corriendo la calle con las castañas calentitas y el frío de la noche pegado en el rostro.

Quizá sea este un oficio tan antiguo como nuestra memoria nos permita recordar. Es inevitable asociar la llegada del otoño, con la aparición en las calles y plazas del castañero. Hace años vender castañas asadas en la calle, era oficio de mujeres.
Solían ser mujeres curtidas por el frío helador, que en esos años era propio de los inviernos en gran parte del noroeste de España. Eran personajes entrañables y conocidas en los barrios y plazas. Con el paso de los años este oficio estuvo en decadencia llegando casi incluso a desaparecer en muchas ciudades.
El hombre se alimentó de la castaña desde tiempos que ya ni podemos recordar. El castaño fue llamado por los romanos "el árbol del pan" pues se hacía harina de las castañas secas para alimentarse durante todo el año, formaban parte importante de la alimentación de los pueblos de montaña, hasta la llegada del maíz y la patata. En los cultos celtas, el castaño era venerado por sus druidas, junto al roble, el laurel y el tejo formando parte del bosque sagrado.

Las castañas son la paz
del hogar. Cosas de antaño.
Crepitar de leños viejos,
peregrinos descarriados.

Federico García Lorca

Y así, con esta luz dorada y con el aroma de la leña inundando el hogar otro otoño se va.




miércoles, 2 de diciembre de 2015

Percebeiros



Los temporales comienzan refunfuñando entre las rocas rizando la superficie del agua, no obstante su ira va en aumento levantando olas que impiden, demasiado a menudo, salir a la mar.

Estos hombres, aman su trabajo, aman el riesgo, aman el agua que les llena la boca de mar y sal y, con toda certeza si volvieran a nacer elegirían mil veces la dureza de un oficio que les permite vivir en íntima relación con la salvaje naturaleza y saben, que cuanto peor está la mar, mejor sabe el percebe.


Habría que subirse a una de estas barcas de las que salen a diario desde los muelles para saber, que este trozo de costa es la zona más brava del litoral. Alejarse del pueblo, dejar atrás el faro de punta Candelaria para llegar hasta  A Gabeira.
Allá abajo, San Andrés de Teixido, justo antes de que acabe la costa de Cedeira y empiece la que pertenece a Cariño.

Llegan varias lanchas y allí cada cual se busca un punto de la roca de la que se cuelga y comienza a faenar. Poco a poco va subiendo la marea, el paisaje se va volviendo salvaje por momentos cuando el agua estalla contra las rocas. Mientras, los hombres van arañando las rocas sin dejar de mirar al frente, para estar atento a las olas que están dispuestas a golpearlos sin  piedad.
Hay que apresurarse y estar bien atento para no resbalar por el acantilado. Han decidido acercarse a una roca difícil, de esas que a ellos les gustan, y avanzan entre las piedras como lagartijas.
No les asusta morir en el mar pero sí les asusta quedar lesionados; a tener que depender de alguien, a no poder reptar entre las piedras. En una mano el gancho y la cabeza bien en alto, sin perder de vista la mar.
Al mar no se le puede dar la espalda, hay que mirarlo siempre de frente, porque es muy traicionero.
Utilizan un sonido seco que sale de la garganta para advertirse unos a otros del momento en que hay que dar un paso atrás para que no se les trague el agua que golpea con fuerza.

.
Nada es de nadie, todos se ayudan si llega el momento. Las historias tristes aparecen y vuelve la añoranza.





domingo, 8 de noviembre de 2015

O meu país: a terra mais amada


Traducción: 
 Mi país es verde y nuboso
Es melancólico y antiguo, es una tierra y un suelo.
Mi país, labrador y marinero.
Es un rincón sin tiempo que duerme perezoso



Que se calienta en el hogar, allá en el robledal.
Se echa a reír.
Es una hoja en el viento, aliento y desaliento,
Mi país, tejiendo su historia,
Muiñeira y caminante, esconde su verdad.
Mi país, saluda al mar abierto
Escucha el barlovento y se pone a caminar
En dirección a metas sin nombre, van filas de hombres
Y sin fin
Tristes campos de algún lugar, caminos para ninguna parte.
Mi país
Mi país en las noches de invernía
Dibuja su agonía, en un viejo, en un chaval.
Mi país de leyenda y maruxías
Espera nuevos días marchando a vagar
por las pendientes y herencias
Nace y muere una esperanza en el porvenir
Es una hoja en el viento, aliento y desaliento
Mi país.



Muchos son los pueblos galaicos que formaron  nuestras raíces, estas, que se hunden profundamente en nuestra tierra y que son nuestro origen más lejano en el tiempo. Eran los habitantes  de nuestros castros y los dueños de estas tierras fértiles donde el ganado pastaba libremente hasta que llegaron los celtas y se asentaron en el lugar.
La tierra que más amamos tiene inviernos de nieve en sus montañas, es acariciada por la lluvia que empapando la tierra, la abre en un millón de fuentes. La surcan mil ríos y la bañan las aguas de un hermoso océano y un precioso mar.

El paisaje es la estética de nuestra vida. De montaña, de valle, de costa, de mar, de río...Todos ellos se combinan y hacen de esta tierra un lugar maravilloso y armónico.

Al final de cualquier sendero, siempre hay una cumbre desde donde el paisaje nos muestra toda su belleza; desde el profundo verde de los valles, donde los saltos de agua en libertad buscan su destino final ,desde el precipicio hasta los picos más escarpados que se alzan hacia el cielo rodeados de nieve.

Abajo en los valles verdes, el cielo se viste de azul-gris y un tímido sol  se asoma entre las nubes y entre sombras de niebla, atraviesa la inmensidad de ese color verde que nos rodea. Al atardecer, el verde del prado se tiñe de oscuro, mientras aparece el silencio que precede a la luna.
Luego. están los ríos, que los hay a cientos, siguiendo el paisaje y saltando por las laderas, buscan la serenidad de los cañones, en ellos beben los gatos monteses, el corzo, el jabalí la nutria y las ardillas que saltan de rama en rama buscando los pinos y las ricas nueces de los nogales.
El bosque se viste de múltiples colores a partir de la primavera hasta que cae la última hoja en otoño.
Amanece con bruma mansa que empapa la tierra y a través de ella se cuela un sol muy tímido que matiza todo lo que hay alrededor. Clarea, a veces, más allá de mediodía y por la tarde el cielo se vuelve de un gris plomizo de lluvia. Todo está animado en este bosque, el mismo que los celtas llamaron "Lubre" y lo convirtieron en un lugar sagrado.

Luego están las rías, con sus mareas y sus atardeceres, con ese mar que te habla desde el fondo de su corazón y al que han vuelto muchos de nuestros jóvenes, ahora en estos tiempos difíciles, al mar de sus abuelos

.


Siete son las ciudades gallegas y siete sus símbolos y siete son los caminos jacobeos. Siete maneras de vivir y de soñar.



No cabe duda que la magia de Galicia está en sus meigas y meigallos, en sus druidas y merlines, pero...también es mágica por naturaleza.



Si. La magia está aquí por todas partes. En la tierra y en el agua, en el mar y en los ríos, en sus rúas y en sus piedras bañadas por el agua y por la luz de la luna. En este entorno natural donde suceden muchos de los milagros y se conceden muchos de lo sueños.








sábado, 19 de septiembre de 2015

Recogiendo colores



Se acerca el otoño; una preciosa estación en la que los bosques de castaños, abedules y robles, además de los viñedos se pintan de todos los tonos del ocre, amarillo y granate.

La Ribeira Sacra es todo un espectáculo de belleza. La neblina besa en las mañanas estas laderas, la brisa se levanta dócil y suavemente mece las hojas más livianas que haciendo giros en el aire caen pausadamente pintando el suelo de amarillos, ocres, granates y verdes 
haciéndolo mullido y absorbiendo la riqueza que encierran sus hojas para darles el sueño de la muerte. 

Se recogerán los erizos abiertos de los castaños mientras
la uva mencía, por las pendientes, todavía con un tono morado, incrementará día a día, su aroma y  su azúcar hasta volverse casi negra. 

El gavilán se aleja revoloteando, río abajo, hacia apacibles sotos que bordean el cenobio de Santa Cristina donde se conmueven de emoción las piedras, mientras los días menguan y las noches crecen.





El vino de esta zona es  pura artesanía, es agradable al paladar y lleva en su aroma la brisa, el viento y el agua mezclado con el sol de estas tierras. Es un vino cuidado y mimado en un desnivel de terreno que puede alcanzar el 100%  convirtiendo a los bancales de las laderas de los ríos Miño y Sil en una paisaje espectacular.

Es un espacio difícil de trabajar ya que

la mayor parte del trabajo es manual y hombres y mujeres hacen equilibrios entre los estrechos bancales de piedra.

En la vendimia, los racimos se cortan manualmente como no puede ser de otra manera y las cajas de uvas se cargan a las espaldas para llevarlas hasta los caminos; desde donde se trasladan en vehículos hasta las bodegas.

Hay viñas a las que sólo se tiene acceso desde los ríos y entonces se transportan en barcas. Estos vinos se merecen más que ningún otro el calificativo de heroico por todas las dificultades que entraña su cultivo.

Este viaje discurre por carreteras estrechas construidas entre laderas y bosques, que junto a los ríos Sil, Miño y Cabe fluye por gargantas o cañones de altos acantilados, conformando un paisaje único en la Ribeira Sacra. 

.






miércoles, 14 de enero de 2015

La ría de Vigo
















Protegida del océano por las Islas Cíes, la ría de Vigo se abre por el norte en Cabo Home, rincón que impresiona en cualquier época del año, aunque en invierno su espectacular belleza se hace sentir más adentro cuando el mar desafiado por el viento silba y ruge entre las islas y azota con fuerza los acantilados volviéndolos  ariscos y escarpados. Por el sur, en Cabo Silleiro, el faro se yergue desafiante oteando un mar que en calma refleja una enorme paz, sin embargo, de repente, puede volverse furioso ante la provocación del viento y agita sus aguas llenas de espumas blancas que amenazan con engullir todo aquello que se encuentre por delante.

Es, si no la más grande quizás, si,  la más hermosa de todas las rías gallegas, si bien es verdad que contemplar cada una de ellas conforma un espectáculo inolvidable. 

Es el mayor tesoro de la ciudad, su pasado y su futuro.Se adentra en la tierra para mezclarse con el agua del río mientras las laderas de los montes  van formando siluetas a lo largo de todo su recorrido.

Por donde quiera que nos asomemos nuestras islas se dejan ver donde la ría se abre a mar abierto, están siempre presentes en el corazón de los vigueses y nos sentimos orgullosos de ellas, son como nuestro símbolo de identidad. Hermosas como tres bastiones,  guardan la entrada al viento del oeste y fueron siempre una zona de refugio para ingleses, holandeses y moriscos, sirviendo de apoyo a todos los navíos que navegaban por el atlántico.

Si el mar se retirase de la Ría de Vigo, un largo valle, dejaría al descubierto restos de buques, galeones, mercantes, submarinos y pesqueros que asomarían sus esqueletos sobre el lodo y la arena en donde se guardan leyendas e historias ocurridas en otros tiempos.

Dicen que trece embarcaciones están sumergidas en el fondo de la ensenada de la isla de San Simón hundidos en la batalla de Rande, librada en Octubre de 1702 entre una escuadra franco-española y una anglo-holandesa, allí donde la ría se estrecha, siguen sumergidas. Allí donde parece que pudieras alcanzar con tu mano la otra orilla y sus dos costas pudieran fundirse en un beso Allí donde la ría ofrece su espectacular belleza en cualquier atardecer.







sábado, 25 de octubre de 2014

El silencio en los valles




Jirones de niebla acompañan a los verdes valles donde habita la magia de una tierra misteriosa que rezuma poesía en el aire. Luces y sombras son regalos  que nos resguardan a través de los siglos.
¿Que guardan estos valles? ¿qué secretos encierran que con sólo mirarlos se siente su paz?
En la jungla de cemento los recuerdos se me acercan susurrándome al oído. Extraños fantasmas me asustan pululando por calles que ahora se me antojan extrañas...como...sí nunca las hubiera vivido, ni amado, como sí las luces de sus farolas no me hubieran iluminado y acompañado  jamás en noches donde no había luna. ¡Que extraña me siento en el barrio donde crecí!
Me miro... y no me reconozco, me observo en la distancia y me siento extraña. Mil preguntas me abordan en las calles, me turban, me persiguen y yo...lanzo la mía al viento ¿Adónde se ha ido el silencio? 
Ausencia de armonía donde todo se me antoja demasiado artificial. Los sentidos se embotan y la luna no se ve, no se oye el canto del río cuando las sombras arropan los valles, ni el búho en el bosque, ni las gotas de un rocío que se posó sobre una temblorosa tela de araña en un hermoso amanecer. 
Tal parece que el hombre le haya dado la espalda a la naturaleza viviendo un sin vivir enloquecido por conseguir una felicidad artificial que no calma la angustia de la propia supervivencia.


Relacionar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...