El Samhaín (en su origen gaélico, Samhain, significa noviembre o " fin del verano".
Se celebraba hace miles de años en todo el territorio celta en la noche del 30 de noviembre, con motivo del fin de la temporada de cosechas y la llegada del invierno.
Los druidas, sacerdotes paganos de los celtas, consideraban esta fecha como un momento perfecto para reverenciar a los ancestros que visitaban sus antiguas aldeas, y para ello se santificaban mediante ritos que conducían a lograr su intersección.
Cuando caía el día y la noche se apoderaba de la luz, los druidas encendían hogueras con ramas sagradas y bayas de muérdago que anteriormente habían recolectado en lo más profundo del bosque. Su función, no era solo ahuyentar a los malos espíritus, sino también, guiar a los muertos en la oscuridad y facilitarles el camino hacia la aldea para participar en las honras preparadas por sus familiares.
En los pueblos y aldeas de Galicia se ha dado siempre una gran importancia a la comunión con los muertos. Hasta no hace mucho se pensaba que los difuntos visitaban por estas fechas las iglesias y ermitas donde se celebraban misas por su alma, mientras que en las casas se preparan alimentos para reunirse con amigos y familiares.
Las ánimas, vuelven así por un día, para calentarse junto a la chimenea y comer en compañía de sus familiares vivos, alejando la tristeza del camposanto.
Durante el día de difuntos estaba desaconsejado alejarse de la aldea, pues los vecinos debían relacionarse entre ellos y sus antepasados.
Y es que en Galicia la muerte se vive de una forma muy especial. Es así, ya lo he comentado muchas veces. Un cementerio gallego, estará siempre cerca del pueblo y resulta muy grave no asistir a él ese día de difuntos, donde las personas vivas se encuentran y se relacionan en ese día, así como también con sus muertos.
En las aldeas, cuando muere algún vecino; en las esquelas, además de aparecer los datos del finado se acompaña un horario de autobuses: aquel que contrata la familia para recoger a los allegados de las aldeas que quedan más distantes .
Esta sensibilidad hacia el mundo de los muertos es la mejor muestra del sentimiento celta en Galicia y el legado más extendido del Samhaín ,una fiesta druídica que se remonta a los tiempos oscuros anteriores al cristianismo y a la cultura impuesta por los pueblos civilizados.
En la festividad del Samhaín, en las aldeas célticas, se utilizaban los cráneos de los enemigos vencidos en batalla para iluminarlos y colocarlos en los muros de los castros..
Fue en el siglo XIX cuando la tradición del samhain se exportó a Estados Unidos a partir de países como Escocia e Irlanda, cuya población emigró en masa a Norteamérica.
Este es el origen del Halloween actual (término derivado de All Hallows' Eve, ' Víspera de Todos los Santos') una fiesta reimportada después a nuestro continente en un intento de alienar nuestras tradiciones más arraigadas: precisamente aquellas que dieron origen y significado al rito actual de reverenciar a los muertos.



No hay comentarios:
Publicar un comentario