Mostrando entradas con la etiqueta costumbres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta costumbres. Mostrar todas las entradas

sábado, 15 de julio de 2023

La Reina de los Mares

¡Como olvidarte! Eras rubia y alta como una espiga que se abre al sol del mediodía, pero un maldito y funesto día de septiembre tus palabras rodaron por los acantilados de Rande y se quedaron en el mar como un tesoro escondido entre los galeones, para siempre.
Carmen era tu nombre, como la patrona del mar que el 16 de julio veneran tantos marineros llenando sus rías de procesiones marítimas y poblando el mar de las flores más diversas.

"Quen anda polo mar aprende a rezar". Así dice un refrán popular que explica la profunda devoción que profesan  marineros, pescadores y navegantes a su patrona. Los numerosos peligros que acechan a los hombres de la mar los ha llevado a profesar desde siempre una gran fe religiosa. En algunas localidades, los marineros rezaban una salve a la Virgen del Carmen al pasar por su capilla.
Y... volverá a suceder, cualquier otro día, otro naufragio, traerá de nuevo dolor y sufrimiento; siempre vuelve a ocurrir, quizás ya nadie se extraña porque es el viejo tributo que se paga a los océanos, al mar.
 La costa gallega está llena de cruces de piedra que recuerdan naufragios y muerte. En todos los pueblos marineros, casi siempre, cerca del muelle y mirando hacia el mar se encuentra una mujer de piedra: a su falda se agarra un niño de corta edad y otro llora en sus brazos. Otea el horizonte buscando la señal del barco que se llevó mar adentro a su hombre.
Hay demasiada niebla, se oye la sirena de los barcos, pero no se ven. Se están acercando a la costa y es peligroso porque la visibilidad es casi nula cuando arrecia la lluvia. Un golpe de mar terrible; susto, miedo en el cuerpo de los marineros; rezos y maldiciones. A veces el barco vuelca y el hundimiento es inevitable.
Trabajo duro el del marinero que sale, día tras día, a la mar. El mar nunca se sabe como reacciona, se muestra implacable y cruel a veces, y sigue engullendo vidas de hombres. Y, es que la gran variedad de situaciones climatológicas a los que se enfrentan los pescadores los coloca en una especie de vaivén en la que las decisiones de pescar a veces entrañan un riesgo poco calculado. La climatología varía igual que lo hace un adolescente. Por eso, la lluvia, los vientos e incluso las estrellas les han dado la pista a lo largo de la historia para averiguar si se trata de un buen día para salir a faenar. 


domingo, 6 de noviembre de 2022

BRAZOS PRA SEITURA

La seitura era una operación que se realizaba a principios de verano.  Consistía en hacer la siega, normalmente del centeno o de cualquier otro cereal.

Era un trabajo tradicional del agro gallego, que consistía en segar la planta del centeno o trigo para después, en la malla, separar el grano de la paja y posteriormente almacenarlo en las tullas para consumirlo durante el año: hacer pan, alimentar a los animales y  sembrar al año siguiente.

Debido a las condiciones climáticas, en Galicia, tradicionalmente, se cultivaba mayormente el centeno y no el trigo; de ahí que en la Galicia central, hasta hace bien poco al pan, se le llamaba centeno.

Hasta la década de 1970, en  la que fue generalizada la introducción y generalización de los aperos mecánicos, un día de seitura consistía en hacer la siega del centeno normalmente.

Como era un trabajo colectivo, en el día señalado( un día de sol, 25 de julio, y como dice el refrán;
polo San Xoán sécalle unha raíz ó pan, polo San Pedro sécalle a do medio e polo Santiago fouciños ó agro ) el dueño de las leiras llamaba a una cuadrilla de hombres y mujeres, algunos a jornal, otros por razones de vecindad y ayuda mutua y otros por ser familiares. El caso es que todos ellos se presentaban en la casa del dueño nada más romper el día, provistos de los aperos necesarios para la labor que iban a realizar; los hombres con fouciños y las mujeres y los niños solo con ganas de trabajar.
Era costumbre ofrecerles de almuerzo caldo recalentado y torresmos con pan o leche.
Había que aprovechar las primeras horas del día, ya que el calor podía provocar que el grano se perdiera.

Ya en la leira, los hombre en filas iban segando la paja y poniendola en feixes. No era raro que hubiera una gran competencia entre los segadores más afamados de cada lugar. Antes de comenzar la jornada se afilaban los fouciños en la muela de casa y después cada segador iba provisto de una pequeña piedrita que utilizaba `para afilar el apero si este se quedaba sin filo.

Era raro ver a una mujer segando, ya que el trabajo reservado para esta era coger el feixe de paja, sacudirle los fentos u otras hierbas malas que llevase y atarlo con una hierba de la misma paja hasta hacer un mollo.
Los niños, algunos de solo cinco o seis años, recogían, detrás de las atadoras, las espigas que iban quedando por el suelo. También tenían que ir a la fuente más próxima por agua fresca que recogían en unos porrones de barro para los trabajadores y encargarse de guardarlos a la sombra para que el agua no se calentara. Otros se dedicaban a recoger "pan de millo" que luego se vendería.

Cuando el calor apretaba, lo normal era retirarse. Bien para comer en una carballeira o en la casa del dueño, que tenía la obligación de ofrecerles la comida, que era el único pago para muchos de ellos.

Una vez segada una leira, lo normal era trasladarse a otra del mismo propietario si no estaba muy lejos y había tiempo suficiente en el día. El último trabajo era ya amontonar los mollos en montones perfectamente construidos que protegían el grano de los pájaros y posibles inclemencias del tiempo ( la espiga se escondía en el interior del montón y fuera solo quedaba la paja) hasta que se trasladaban a la era para hacer la meda una vez rematada la siega.

Normalmente en la construcción de los montones participaban los más viejos, que eran los que dirigían este trabajo o también lo hacían ellos mismos, mientras los niños les traían los mollos esparcidos por la era. Era costumbre que las mujeres fueran provistas de medias bien gordas o bien de pantalones para evitar así las heridas de las cañas.
Esta manera de hacer la seitura resistió inalterable durante siglos, hasta que a finales de la década de 1960 y principios de 1970 aparecieron las segadoras mecánicas que sustituyeron a los fouciños  aunque los mollos y los montones siguieron haciéndose igual, lo mismo que el trabajo de las atadoras ya a mediados de la década de 1980 llegaron las recolectoras que hacían a un tiempo la siega y la malla.

"O vento da emigración arrasou a nosa terra.
Os vellos laian, os nenos berran.

Hai anos cincuenta
Hoxe nin vinte hai
Chega o mes da sega 
¿Quen seiturará? Quince na Suiza.
Doce alén do mar
Tres no sul de Francia 
¿Quén seiturará? Dos vinte que quedan
Dez a traballar
Sete que son nenos
¿Quén seiturará? Tres vellos que gardan
a morte a chegar
co corpo engurrado
¿ Quén seiturará? Homes e mulleres
Hai que sementar
a nosa verdade.
Por ela loitar. Pechemos as portas
Que no fuxan mais
Pois si se van todos
¿Quén seiturará?

jueves, 21 de abril de 2022

Toxos e xestas

La xesta es un arbusto humilde y desgarbado durante la mayor parte del año hasta que llega Abril; entonces, arropada por eucaliptos, robles y castaños se adorna de flores amarillas y eclosiona como un gusano cuando se convierte en mariposa. Deja caer sus melancólicas ramas adornando ladera de montes, orillas de caminos, ríos y corredoiras junto al alecrin, creando un efecto de luz que no se vuelve a repetir hasta la siguiente primavera.

Se sabe desgarbada, poco elegante pues no tiene ni frondosidad ni porte y sin embargo, como si hubiera estado absorbiendo la belleza de esta tierra rica en luces y sombras, refleja la suavidad de la niebla en el valle al amanecer y el sonido del viento cuando atraviesa los bosques umbríos o la luz de la luna en la noche. Estalla en una floración extraordinaria y todo su cuerpo y sus ramas se cubren de oro, de un amarillo dorado que no puede pasar desapercibido.

Es un arbusto sagrado en esta tierra  




Todavía en la zona de las rías bajas se puede oír a algún marinero contar una antigua tradición de esta zona. Cuando los marineros se pasaban días enteros sin pescar apenas nada, y el desánimo se apoderaba de todos ellos, la creencia más habitual es que alguien les había echado" mal de ojo" y que la embarcación estaba "enmeigada" .

Existen multitud de ritos y procedimientos para solucionar el problema, pero la mayor parte de ellos son poco conocidos, porque eran ritos que solían realizarse a altas horas de la noche y en el mayor de los secretos y, en silencio.

La costumbre de los isleños de Ons  (en Pontevedra) cuando no volvían con pesca suficiente a los muelles, y consideraban que su "dorna" estaba  "enmeigada"  salían, abrigados por la oscuridad de la noche a"mallar" o azotarla sin descanso con  ramas de xesta.
El fin de este "rito de apaleo", era el de expulsar, a látigazo limpio con las ramas de este arbusto, a la bruja que se suponía se había apoderado de la embarcación y que era la que impedía la captura de los peces.


Es una especie que regenera la tierra donde se asienta, creando las condiciones necesarias para la germinación de las semillas de otras especies, teniendo así un papel muy importante en la formación de los bosques

lunes, 23 de agosto de 2021

EXVOTOS: Una forma de plegaria. La más extraña forma de dar las gracias.

 Un exvoto es una ofrenda que las antiguas civilizaciones  hacían a sus dioses. Estas ofrendas se depositaban en santuarios o lugares de culto y podían consistir en figurillas que representaban personas, armas, alimentos...  Posteriormente y, como en multitud de ocasiones, el símbolo fue tomado por el catolicismo y el exvoto pasó a ser una ofrenda dejada a los dioses - de los que habían recibido un don o curación - como ofrenda y recuerdo. Pueden verse actualmente en centros de peregrinación todo tipo de cosas que representan el desafortunado hecho del que se habían recuperado.

La palabra exvoto proviene del Latin "ex voto" que significa " proveniente de un voto"; es decir, algo que se promete realizar al cumplirse o recibir un favor.

 Han estado presente en todas las culturas desde la antigüedad y toman diferentes formas dependiendo de las características religiosas.

Los exvotos de cera, también conocidos como " promesas de cera " son figuras representativas de distintas partes del cuerpo humano que se ofrecen a la Virgen, Santos o Cristos como pago a las peticiones que a menudo se les hace.

El exvoto debe ser público, es decir que debe dar a conocer el favor recibido, dejando de esta manera, constancia del hecho.

 Se hacen para ser expuestos en los altares, paredes y techos de las ermitas y santuarios para que todos los devotos puedan reconocer las actuaciones milagrosas. Debe, también, tener una relación con la persona que ha recibido el favor y el suceso portentoso que lo motiva. Así, describe el hecho milagroso y los datos personales del beneficiario. 

Puede ser una réplica del miembro o la parte del cuerpo sanada. En cualquier caso, la ofrenda del exvoto tiene un carácter de representación que la diferencia de otras ofrendas monetarias o lamparillas de aceite, las velas y más aún de las donaciones que van a ser consumidas. Se trata, pues, de dar a conocer de manera perpetua los poderes sobrenaturales de una determinada imagen.


Estas características explican la cantidad de formas que guardan los exvotos - réplicas de órganos y miembros en hojalata, plata o cera, aparatos ortopédicos, prótesis, objetos de uso personal - fotografías, cartas, cuadros y todo objeto relacionado con la situación que motivó la ofrenda.

El exvoto aparece como respuesta ante la angustia y el dolor humano. La solución se halla en la realización de ofrendas y sacrificios que intentan llamar la atención de la divinidad ante una situación personal que se considera por el individuo de más gravedad y digna de atención que ninguna otra.

El hábito cultural de ofrecer exvotos a las divinidades en el mundo se pierde en los orígenes de la humanidad. Son numerosas las evidencias arqueológicas halladas en toda la Península. Estas formas de relación de origen pre cristiano continúan una vez cristianizado el territorio  y llega hasta nuestros días habiendo dejado muestras tan destacadas como las lámparas, coronas y cruces visigodas.

Son tan antiguos como la religión misma. Nace de la necesidad que impera en el ser humano de establecer una relación con la divinidad, tan estrecha y particular como pueda, que se acentúa en momentos cruciales de la vida de las personas. Su éxito radica en que atiende una necesidad primaria del ser humano.        

                                                                                                           Exvotos de cera

Cuando los cauces habituales de comunicación con la divinidad se vuelven ineficaces y nos hallamos ante situaciones percibidas como especialmente graves, acudimos a estrechar las relaciones con el ser supremo a través de sacrificios, obligaciones y donaciones que nos imponemos como medio de llamar la atención de la divinidad.

 En definitiva, establecemos un pacto con ella, estrechando nuestra relación hasta convertirla en un contrato, convirtiéndose en una clara humanización del ser divino.

Se convierte, pues, en un diálogo íntimo y directo, sin intermediarios con esa divinidad, pues los exvotos no se ofrecen a Dios o a la Virgen de manera genérica si no a una imagen muy concreta protectora de una determinada comunidad.

Estamos ante una forma ancestral de relación entre los seres humanos y los  divinos. Una práctica viva que todavía podemos contemplar hoy.

Exvotos romanos

En tantos siglos los cambios han transformado profundamente la vida en todos los aspectos, sin embargo, seguimos usando, en los umbrales del tercer milenio, piezas increíblemente parecidas para publicitar nuestra angustiosa intimidad sobre el muro del santuario de la "virgencita" o santo patrón que ampara nuestra comunidad.



 Entrada dedicada a Javier Alvarez Balboa.

jueves, 29 de octubre de 2020

VIVOS E MORTOS

 De polvo y fango nacidos,

fango y polvo nos tornamos                          ¿por qué, pues, tanto luchamos
si hemos de caer vencidos.?

Rosalía de Castro


A lo largo de la historia, el gallego ha ido construyendo una relación muy cotidiana con la muerte que tiene una gran presencia en su sociedad.

Aún en el mayor dolor provocado por la muerte de un ser querido, la familia del fallecido no olvidaba un hábito fundamental de la comunidad: la hospitalidad. Con el cuerpo presente  la familia recibía los pésames de sus vecinos, a los que agasajaba con sus mejores alimentos, vinos o licores para hacer la velada del muerto más llevadera. Era común que las mujeres se situaran en torno al cuerpo rezando y los hombres, después de alabar las virtudes del finado, se ponían al día sobre los últimos acontecimientos ocurridos en la parroquia entre trago y trago de un buen aguardiente o vino del país. Con ello un velatorio se convertía, además de en una expresión del culto a los muertos, en un motivo de reunión comunitaria en la que la gastronomía volvía a servir de nexo en la relación social.

 La familia agradecía estas muestras de afecto de parte de sus vecinos ofreciendo, dentro de las posibilidades de cada cual, lo mejor que tenía, abriendo su casa y compartiendo sus mejores viandas. En alguna comarcas los familiares cocían una hornada de pan que llevaban en cestas durante el cortejo fúnebre para agasajar a los acompañantes del entierro y entregar al sacerdote una bolla: "la bola do enterro".

El otro mundo es un espacio muy próximo, no solamente porque es una cita que todos tenemos inevitablemente, sino también por estar presente en nuestras vidas. Los muertos no están solo en los cementerios. Sus espíritus pueden caminar en esa inquietante procesión de ánimas conocida como " A Santa Compaña", pueden dirigirse anónimos en cuerpos de reptiles a Teixido, pueden hacerse presentes a través de múltiples aspectos y fenómenos, Cada conmemoración de la defunción es costumbre realizar una misa de aniversario que se conoce como " o cabodano" y el día de Difuntos es el momento en que se honra a los muertos.

 Cuando cae la noche se encienden cirios y lámparas de aceite para que los que nos han abandonado sepan que tienen una luz que vela por ellos, que no han sido olvidados.

En la comarca de Ferrol los niños preparan las tradicionales calabazas con una vela en el interior, que mantendrán encendidas durante la noche para espantar a las meigas, en un intento de recuperación de una tradición relacionada con el culto a la muerte que nos han legado nuestros antepasados celtas durante esta noche, la más peligrosa del año, en la que los celtas creían que las puertas que comunican este mundo con el más allá se abrían y los espíritus iban y venían a su antojo, por eso los guerreros celtas colocaban una pequeña vela en las calaveras de sus enemigos derrotados, para ahuyentar sus espíritus.

A pesar del miedo que tendríamos que superar. ¿Quien no querría volver a ver a aquellos que tanto quisimos y queremos, al otro lado de la puerta.?

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Barco vikingo

De todas las embarcaciones que surcan las aguas gallegas hay unas que llaman poderosamente la atención y estas son los "drakkars"

Drakkar Ruta Vikinga
Estas embarcaciones nórdicas aparecieron en nuestras costas por primera vez en el siglo IX y aquí, en Galicia, pueden verse durante todo el año en el río Ulla a su paso por Catoira. Este municipio se sirvió de su vinculación histórica con los ataques normandos para hacer de la cultura vikinga su estandarte y convertirla en la seña de identidad del pueblo. Con las invasiones nórdicas nuestro litoral se vio obligado a cambiar y, por tanto, se hizo necesaria la construcción de todo un sistema defensivo para evitar que los temidos vikingos se adueñaran de nuestros tesoros.

El drakkar es un tipo de embarcación utilizada entre lo siglos VII y XI por los vikingos en sus incursiones costeras en busca de riquezas y se caracteriza principalmente por su formato alargado, estrecho y ligero. Su armazón era de madera y destacaba especialmente su escaso calado, lo que permitía desembarcos muy próximos a tierra. La navegación se realizaba a remo, y dadas las dimensiones del navío, los remos ocupaban completamente y de forma llamativa toda la longitud del barco. Su perfeccionamiento llegó con la incorporación del mástil central que daba cabida a una vela de formato rectangular para ayudar a los remeros en su labor.
Drakkar Torres de Oeste
Por otro lado, la singular decoración de proas y popas tampoco pasa desapercibida. En el caso de los drakkars los motivos utilizados eran los dragones. Estos adornos que ayudaban a diferenciar el tipo de nave, eran realizados con el fin de intimidar a la vez que tenían un carácter de protección frente a los malos espíritus del mar.
 Estas  incursiones dejaron una huella importante; tanto es así que todavía, en la actualidad, se refleja en una de las más destacadas fiestas de Galicia : la "Romería Vikinga de Catoira"

En este municipio de la provincia de Pontevedra, concretamente en la parroquia del Oeste, se encuentra una de las obras civiles más importantes de la Edad Media Gallega, el Castellum Honesti o Torres del Oeste y y en torno a ella se celebra cada primer domingo de Agosto una romería vikinga. Una fiesta que fue poco a poco cogiendo fuerza de tal manera que el gobierno municipal decide hacerse con un auténtico barco vikingo. Se construye así el Torres Oeste que es una copia exacta de una pequeña embarcación encontrada en el fondo del fiordo ROSKILDE en Dinamarca. Pasa así a convertirse en el protagonista indiscutible de la Romería Vikinga hasta que en el año 2002 es declarada fiesta de Interés Turístico Internacional y para conmemorar este logro comienza a construirse un segundo drakkar: FREDERIKSSUND en referencia al pueblo danés con el que Catoira se hermana.

Romería Vikinga de Catoira, Rias Baixas, Galicia by machbel
Estas reproducciones de los drakkars no se guardan en ningún museo, si no que se han construído para todo aquel que quiera navegar por el río Ulla  creándose  la Ruta Vikinga y, por supuesto para todos los vecinos de Catoira, convertidos en vikingos, cada primer domingo de agosto.




martes, 7 de noviembre de 2017

UN RITO FUNERARIO: DANZA DO ABELLÓN

Con el nombre de la danza del abejorro se denomina un antiguo rito funerario en el que todos los familiares y asistentes al velatorio de un cadáver, formando rueda y cogidos de la mano imitaban el zumbido de una abeja. Este ritual fue recogido por Alfredo Brañas - escritor y jurista español- a raíz de un velatorio en el que el mismo asistió en Vilanova de Arousa ( Pontevedra) y constituye uno de los casos más particulares de las prácticas tradicionales gallegas relacionadas con la muerte. Se creía que si alguno de los participantes hablaba o interrumpía el baile por cualquier causa, sería el primero de los presentes en morir.
Brañas describió la danza do abellón en un largo poema titulado "O Avellón "

Collidos pola man os concurrentes
e fungando baixiño e entre os dentes
foron da morta á triste habitación
e voltando ó redor da defuntiña
o vello, a vella, o mozo e a mociña
fungaban como funga un abellón.
¡Probe daquel que dese algunha fala
Ou de bulir deisaxe pola fala!
¡ Siñal era de morte non fungar
As honras do "abellón" son tan precisas
Como son para os cregos moitas misas
E o gando e o ligon para labrar.


La danza del abejorro es un ritual de purificación de los muertos para que puedan viajar al más allá sin perderse por el camino.
Los antiguos gallegos creían que el alma de una persona  para llegar al cielo no sólo era suficiente con que fuese un buen católico, había también que proteger el alma contra peligros terrenales ( enterrar el cuerpo en campo sagrado) y ultra terrenales ( alumbrarle el camino hacia el más allá) para que no volviese al mundo de los vivos a molestarles.
El ritual, llamado "El abejorro" implicaba la reunión de toda la familia ( los de casa y los de fuera), vecinos y amigos en la casa del difunto por la noche; en la reunión todos se acercaban al difunto con el objeto de hacerle la rosca, no fuera que después se apareciera a algunos de los presentes . Tras unos cuantos rosarios se procedía a la celebración de un festín ritual y comunal, donde se comía sardinas saladas ( símbolo del más allá del mar) y se bebía aguardiente ( símbolo de las llamas del infierno que el muerto debía rechazar viendo el mal que les ocasionaba a los bebedores). Luego se procedía a una orgía ritual entre mozos y mozas.

Después de la orgía y una vez liberada la energía sexual de las masas, se cogían todos de las manos e iban a la habitación donde estaba el difunto. Comenzaban a danzar rodeando el féretro zumbando bajito como hacen los abejorros para que todos se concentren en la emanación de este mantra. Esta rueda constituye un círculo protector contra los malos espíritus que intentan agarrar el alma del difunto con el fin de arrastrarla a los infiernos. Así el alma del difunto puede salir del cuerpo y volver a la luna en forma de abeja y al escuchar al abejorro recupera la memoria de sus orígenes ( ya que las almas provienen de la luna)


Hay evidencias entre los gallegos de este ritual en el siglo VI a. de C. ( durante el imperio romano y se encuentra en las lápidas  galaico romanas de Vigo. Podía durar varios días si se realizaba a un cadáver procedente de una clase pudiente. Estaba dirigido por un druida en representación del dios Reve y del hijo primogénito del difunto.. AL mismo tiempo el rito estaba acompañado de ceremonias de purificación, quema de incienso, unción de ungüentos en la cara y diversas partes del cuerpo, sacrificios y otros actos que variaban en función de la parte del cuerpo que se iba a abrir para que saliera el alma y fuese por el buen camino.
No consta que nadie describiese  en ningun  otro punto de Galicia este rito, ni se conoce otra mención a esta fecha, ni cuando apareció ni cuando desapareció.
Parece probado, sin embargo, que ya desde los egipcios existe la creencia en una relación mitológica entre las abejas y el alma, y se conoce en otras culturas diferentes ritos funerarios en los que también intervienen las abejas. Desde Egipto se extendió a los cretenses,griegos, romanos, por toda el área mediterránea así como en las culturas centro europeas desde el Danubio al Cáucaso.
"Es evidente que el rito del abellón no nació en Vilanova de Arosa, ni en nigún otro lugar de las Rías Bajas, sino que llegó a Galicia con algun pueblo indoeuropeo"Alonso Romero




martes, 31 de octubre de 2017

Una tradición celta

Los castaños, árboles centenarios en Galicia, se han asociado siempre al ciclo vital.
Dice la tradición gallega que las castañas simbolizan el alma de los difuntos y que, con cada fruto ventilado en la fiesta del magosto, un alma se libraba del Purgatorio y se unía a la celebración. En su origen, el magosto consistía en reunir a las familias entorno al fuego para honrar las cosechas. Con el paso de los años, las costumbres han ido adaptándose a los nuevos tiempos pero el fuego siempre ha sido una constante con su componente purificador.
 Manuel Murguía, consideraba el magosto como un " banquete funerario" en el que la castaña al fuego simbolizaría la muerte y el vino, la nueva vida.

En Noviembre tiene lugar en Galicia, el magosto. Siempre se pudo celebrar en casa, al lado del fuego del hogar; en algún rincón del pueblo; pero su lugar originario es el monte donde el olor a castañas asadas inunda el aire y las brasas se convierten en un sonido de música.
Los celtas no tenían templos, celebraban sus fiestas y sus ceremonias rituales en un claro del bosque.

 El día 1 de Noviembre, los celtas, apaciguaban los poderes del otro mundo y propiciaban la abundancia de las cosechas con la celebración de la fiesta del samhain, la cual, era, para unos, el comienzo del invierno y, para otros, el final del verano; en todo caso era el principio de un período de intensa comunicación entre los habitantes de éste y del otro mundo. Se reunía una gran multitud porque era una fiesta obligatoria. Quien no asistía corría el peligro de perder la razón. La fiesta era para los celtas una concentración de lo sagrado en un tiempo y en un lugar determinado. Los mitos afirman que era el momento en el cual se habían producido grandes acontecimientos cósmicos, y cuando tenía lugar la muerte tanto ritual como simbólica del rey y su remplazamiento.
Por las mismas fechas, los romanos celebraban las "saturnales". El mundo de los espíritus se entreabría y salían personajes de pesadilla, las almas tenues, los cuerpos que habían sido enterrados y las sombras. Todos se nutrían de los platos  depositados sobre las tumbas.
El día del samhain, los celtas encendían el primer fuego, origen de todos los fuegos. Con él se encendían, a su vez, todos los fuegos de la isla.
Las castañas se asaban sobre una gran hoguera, por lo general, visible desde varios puntos de la parroquia, desempeñando la misma función que la hoguera de San Juan.
 En Galicia, el fuego permanente del hogar se encendía con un tizón traído de la hoguera de la Vigilia Pascual o del fuego encendido la noche de Navidad.
El magosto puede verse como una celebración en la que se exalta la castaña, pero la fiesta del magosto como tal exalta el respeto por el rural, el agradecimiento a la cosecha, el fuego,el vino, la amistad, la diversión y la tradición. En definitiva, el magosto celebra la vida después de que en Todos los Santos se honrase a la muerte.

Todos acuden a la poderosa y otoñal llamada de la castaña. Supongo que ahí reside su longevo encanto y ...su misterio







domingo, 30 de abril de 2017

PLANTAS MEIGAS


Plantas que escorrentan ás meigas, es decir, que las espantan


 Digital o dedalera.


Sobre esta planta se sabe de una leyenda gallega que dice que donde crecen las dedaleras se cree que es donde bailan las meigas las noches de luna llena.
La dedalera ha sido una planta bien conocida y utilizada por los pueblos septentrionales de Europa. En Gales se han recogido tradiciones muy antiguas, donde la dedalera se la considera como planta protectora contra los malos espíritus. En Galicia, zona de la península donde más extendida está, tiene fama de planta útil contra las mordeduras de víbora y también como protectora de las casa frente a las meigas y los malos espíritus.

En inglés se la llama foxglove, es decir guante de zorro, y también fairyfingers, dedos de hada. Existe una leyenda nórdica que habla del astuto zorro y la dedalera. Según se cuenta por esos lares, las hadas malas le dieron estas flores al zorro para que las calzara en los dedos de sus patas y de esta manera ser más sigiloso cuando merodea los gallineros de los desdichados campesinos




Las manchas de las flores, que tienen la función de de servir como "señalizaciones de aterrizaje" para abejas y abejorros, se dice que es donde los elfos han tocado con sus dedos la planta advirtiendo de lo nociva que es. De hecho en Irlanda se la conoce como "dedal de muerto."

La víspera de san Juan, la noche del 23 de Junio, es una fecha muy propicia para la aparición de las meigas que suelen colarse por por las puertas, ventanas o incluso por los agujeros
de las cerraduras de las casas.
Para protegerlas se suele colgar fiuncho o hinojo, xesta o retama, abeluria o dedalera en puertas y ventanas, e incluso en las rendijas de las tejas del faiado,para evitar que entren las meigas.


La Xesta, en castellano Retama, se la puede considerar como la belleza de lo común, nos acompaña y nos rodea a donde quiera que vayamos y miremos. Por abundantes y cotidianas no les solemos prestar mucha atención a pesar de que son dignas de plantarse en los jardines más elegantes.


El primer día de mayo, las ramas de esta planta totalmente cubiertas por su hermosa flor amarilla, engalanan puertas y ventanas de muchas casas, barcos de pesca, parabrisas de camiones, motos y cascos de algún que otro ciclista. Esta costumbre tiene como objeto proteger a las personas, al ganado y a las propiedades contra cualquier maleficio, especialmente
 el mal de ojo, a lo largo del año.

También es la flor de los enamorados, los las mozos entregaban a las muchachas que pretendían, si esta la aceptaba daba a entender que también lo aceptaba como pretendiente.





Todavía hay una costumbre más curiosa y bastante extendida por  tierras de La Cañiza y también en tierras del Deza, en la comarca de Lalin. Aquí es frecuente ver xestas que tienen en sus extremos un nudo. Segun escribe Ramón Cabanillas es una antigua creencia enraizada en veinte leguas a la redonda: " as moziñas casadeiras", peregrinas de la Franqueira , doblaban una ramita de xesta y dándole vueltas sólo con un dedo si aciertan a anudarla, se casan en un año.



El día de San Juan, igualmente, se barre la casa con escobas de retama para purificarla y protegerla frente a los malos espíritus para lo que resta del calendario.Y de esta manera, según recogen las fuentes, los campesinos se quedaban tan tranquilos.




 Hay na tradición que hoy todavía se puede escuchar de algún viejo marinero por la zona de las "Rías Baixas".
La gente del mar es muy supersticiosa porque se enfrenta todos los días a un medio hostil y peligroso, donde no siempre se consiguen resultados proporcionados al esfuerzo invertido; a veces, los marineros se pasaban días enteros sin pescar apenas nada y el desánimo se apoderaba de la tripulación. En estos caso, la creencia más habitual era que alguien les había echado el mal de ollo y que la embarcación estaba enmeigada. 
Existen multitud de ritos y procedimientos para solucionar este inconveniente que tanto afectaba a la moral de los marineros, la mayor parte de ellos poco conocidos, porque eran ritos que solían realizarse a altas horas de la noche y en el mayor de los sigilos. Por tanto cuando se consideraba que su dorna estaba enmeigada, el marinero acudía por la noche y a escondidas con una ramas de xestas comenzaba a mallarla profiriendo una multitud de improperios hasta que quedaba agotado.


El objeto de este rito de apaleo, era el de expulsar, a latigazo limpio, con las ramas de este arbusto, a la bruja que se suponía se había apoderado de la embarcación y que era la que impedía la abundancia de las capturas.




En el herbolario de las brujas no puede faltar el helecho.



Al helecho le encantan las zonas húmedas y en esta tierra se encuentra en todos los bosques  adornando las márgenes de los ríos y de las fuentes. Proporciona protección, suerte, riqueza y sobre todo amor: Se cree que si la tienes en tu casa y la cuidas, el amor, la armonía y la paz estará siempre en ese entorno que la cobija. Está asociada al agua en general, pero en particular con el agua de la lluvia. así que es muy positivo cuando llueve sacarla al exterior para revitalizarla. Se utiliza en los rituales para hacer peticiones concretas  de amor.

martes, 28 de febrero de 2017

Enterrando el carnaval


 El Miércoles de Ceniza comienza la Cuaresma, período de 40 días que comprende desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Ramos. Es este un día religioso que señala el fin de los días de disfrazarse y divertirse durante el Carnaval. Es el día en el que se celebra una jornada festiva conocida como " El entierro de la sardina".
Hay dos versiones sobre el origen  de este "Entierro".
La primera nos explica que la costumbre de enterrar la sardina nació hace tres siglos en Madrid durante las fiestas que se celebraban justo antes de que comenzara la "Cuaresma". En ese día la gente se reunía en el campo y lo que se enterraba no era un pez, sino un cerdo abierto en canal al que se llamaba "cerdina ".
La otra versión de esta historia cuenta que el rey Carlos III quiso celebrar el final del Carnaval con el pueblo y ordenó traer sardinas para la celebración. El día se presentó muy caluroso, atípico para la época del año en la que se encontraban., en consecuencia debido al calor, las sardinas se descompusieron y para alejar el mal olor que desprendían, la comitiva decidió enterrar el pescado en la Casa de Campo.

La tradición se fue extendiendo por otros pueblos y ciudades del país adoptando la costumbre de oído y, como la tradición se transmitía oralmente se fueron confundiendo los términos, la "cerdina" acabó siendo "sardina" y así en esta confusión lingüística, la sardina se ha convertido en la protagonista del final de las fiestas de carnaval.
Esta fiesta tan popular la hizo famosa el pintor Francisco de Goya en una pintura que se titula así "El entierro de la sardina", fechada entre 1812 y 1819.

Pero para entender mejor el significado de este "entierro de la sardina" tenemos que buscar los orígenes del Carnaval que según muchos historiadores nos llevan hasta Egipto.
La fiesta consistía en una serie de bailes  y cánticos en la que los participantes usaban máscaras y disfraces como símbolo de la "inexistencia de clases sociales"
Más tarde esta tradición llegó a Grecia algo transformada. La nueva costumbre consistía en pasear un barco con ruedas por las calles mientras el público bailaba todo tipo de danzas. De allí pasó a Roma tras una nueva transformación, en los que se practicaban ritos de inversión, como el de que los siervos se equiparasen aquel día a los amos.
Todas estas ceremonias tenían un punto en común. Estaban asociadas a fenómenos espirituales, astronómicos, a ciclos naturales y se manifestaban a través de la danza, los cánticos, la sátira, las máscaras y el desorden.
Las fiestas suplían la necesidad de libertad para todos. Ricos y pobres se mezclaban durante el carnaval sin reconocerse bajo la tela del disfraz.
 Representaba el desorden y lo prohibido y no fue bien visto por la Iglesia que consideraba al carnaval demasiado permisivo a las emociones, placeres y deseos de la gente.
Con "el entierro de la sardina", el desenfreno y los sentimientos de liberación se hacen pasar por la hoguera y así se toma el fuego como símbolo de liberación y regeneración, invitando al pueblo a una reflexión colectiva, que en definitiva es una llamada al orden.
El "entierro de la sardina" es por lo tanto, la expresión simbólica de lo ocurrido en el pasado, que va a ser enterrado. Hay que destruirlo, eliminarlo, echarle tierra para que pueda renacer una sociedad nueva ya transformada y a gusto de la Iglesia.





viernes, 11 de noviembre de 2016

MAGOSTO


Una celebración tradicional  y popular en Galicia  que se celebra al anochecer en el mes en el que nos encontramos -Noviembre- es el del magosto. El lugar originario de esta  celebración era el monte, aunque siempre se pudo celebrar en casa, al lado del fuego del hogar o en cualquier rincón del pueblo. También, en el atrio de la iglesia o en una encrucijada  al pie de un "cruceiro"

Por "San Martiño", 11 de Noviembre, las castañas ya maduras empiezan a abrir los erizos y a caer en el suelo creando una alfombra que va del verde a los tostados en las más variadas tonalidades.

Comienza, entonces, una celebración simbólica-culinaria que se ciñe normalmente a estas fechas. La época de los "magostos" en Galicia. Y se le ha considerado como un vestigio de un antiguo sacrificio en honor a los muertos.
En cuanto al aspecto simbólico del fruto típico del magosto: la castaña, podría simbolizar la inmortalidad al ser un fruto que proviene de un árbol de larga vida.

Es costumbre que durante la celebración del magosto, los participantes se tiznen la cara con la ceniza del fuego cuyo significado no es otro que tratar de simular una apariencia fantasmal que asuste a los vecinos, cuando ya entrada la noche, se volvía a las aldeas.

Concentra a los vecinos alrededor del fuego y tiene el significado de honrar las cosechas, devolviendole a la castaña la importancia que el maíz y la patata, llegados de América, le quitaron hace varios siglos.
Se cuentan historias, se canta y se baila al compás del sonido de gaitas y panderetas, alrededor del fuego, mientras la oscuridad de la noche se cierne sobre los participantes.


El 1 de Noviembre, los celtas apaciguaban los poderes del otro mundo y propiciaban la abundancia de las cosechas con la celebración de la fiesta del "samahain", la cual era para unos el comienzo del invierno y para otros el final del verano. No obstante, en cualquier caso, era el inicio de un período de intensa comunicación entre los habitantes de este y del otro mundo.

Por las misma fechas, los romanos celebraban las saturnales. El mundo de los espíritus se entreabría y salían diversos tipos de personajes, las almas , los cuerpos que habían sido enterrados y las sombras.
Todos se nutrían de los platos depositados sobre las tumbas.
Con la expansión del cultivo de castaños por los romanos, su fruto se convirtió en la base de la alimentación de la población, como fruto fresco, seco o molido para hacer harina.

lunes, 20 de junio de 2016

RITO DE LA FERTILIDAD


Playa de La Lanzada
Cuando la noche es más corta y el día el más largo del año comenzará el verano en una noche de luna llena. Esta es la primera vez que se producirá esta coincidencia en 70 años según el Observatorio Astronómico Nacional.   

Dicen, que en las noches de plenilunio, las mujeres estériles que tomen un baño de nueve olas en la playa de La Lanzada ( Provincia de Pontevedra ), se vuelven fecundas.
Este rito está relacionado con la numerología celta donde el nueve es un número sagrado.
Esta preciosa tradición ha perdurado en el tiempo y ha llegado hasta nuestros días. Basta con acudir a la ermita en la noche de San juan o bien, el último sábado de Agosto, día en el que se celebra una romería para cerciorarse de que todavía sigue vigente. 


La playa de La Lanzada está divida por una pequeña península de tierra que se adentra en el mar y en ella se encuentra la ermita dedicada a Nosa Señora da Area - Nuestra Señora de la Arena-. la entrada principal de la ermita, que es más conocida por la ermita Da Lanzada, está mirando al mar. Allí se encuentra la cuna "Da Santa", un conjunto de piedras de formación natural que tienen forma de cama y que constituyen una pieza imprescindible en el ritual de fecundidad. El otro elemento del rito son las propias olas de la playa.

La tradición manda que el ritual debe hacerse en la víspera del día de San Juan. Los amantes deben ir esa noche a la cuna de la Santa y consumar su amor en este espacio que forman las piedras junto a la playa. A continuación la mujer debe ir a la playa que esta junto a la ermita  y mojarse con el rompiente del agua de nueve olas de modo que cada una de ellas le llegue hasta el vientre. Estas simbolizan los nueve meses del embarazo que la Virgen concederá a los aspirantes a padres.

Cuatro kilómetros de grandes rocas y arenas blanquísimas constituyen la playa de La Lanzada, a la que cientos de gallegos siguen acudiendo cada agosto o cada víspera de San Juan, a su pequeña ermita del Siglo XII.
Acuden como el último paso de un antiguo rito de fecundidad ligado a esta playa para sacar el "meigallo" o simplemente para disfrutar de un día de romería.
La parte más conocida del rito de la fertilidad, es también la más privada que se cumple en la madrugada anterior al "día grande "
Por la mañana, la imagen sale de la ermita rodeada de flores y flanqueada por los "Danzantes de Covas", bailarines que interpretan una danza de cintas en su honor. También, la arropan decenas de mujeres que cumplen así la última parte de su ofrenda.
Cada año los vecinos regalan a la Virgen, frutas y animales para que sean subastados. De esta manera contribuyen así a la organización de la fiesta.
Después, antes de volver a casa, muchos se acercan hasta la roca conocida como "cuna santa" para depositar flores o simplemente sentarse conmovido ante tan fecundo paisaje.

jueves, 9 de junio de 2016

PLAÑIDERAS DE CANGAS: antiguos velatorios

¡A CHORAR A CANGAS!

Las plañideras tienen su origen en el Antiguo Egipto. Su función era manifestar dolor por la pérdida del difunto a través de los gritos, los golpes y los llantos.

Durante el velatorio y el entierro, vestían ropa de luto y traían un jarrón, conocido con el nombre de lacrimatorio, donde derramaban sus lágrimas. Con estos jarrones, los egipcios ricos querían diferenciarse de los pobres demostrando el dolor que había causado su defunción.

Esta tradición arraigó en muchas culturas y países. Sin embargo actualmente ha quedado totalmente en desuso, sobre todo a partir del sigloXVIII, ya que la iglesia multaba a estas personas que cobraban por el "servicio" pues consideraba esta práctica poco respetuosa.  A pesar de la prohibición, en algunas zonas rurales de Extramadura, Galicia y Canarias, el oficio se mantuvo escondido de las autoridades eclesiásticas.
En las procesiones de semana santa, es bastante usual ver plañideras llorando tras los pasos, reflejando así su pena por la muerte de Cristo.
A lo largo de la historia, desde el neolítico al siglo XX, la cultura gallega ha sufrido muchas influencias extrañas a sus orígenes. Esta tierra que los griegos bautizaron como EL PAÍS DE LOS MUERTOS, fue colonizada por romanos, cristianizada luego, reino de suevos y visigodos, invadida por el Islam, de nuevo cristiana, asturiana, leonesa, castellana, invadida por normandos vikingos y por  franceses.
Ha mantenido durante todos estos miles de años unas costumbres ancestrales, adaptándolas a cada nuevo tiempo sin perder su genuina personalidad, sin embargo, han bastado veinticinco años, el último cuarto de siglo con su cultura uniformadora, haya diluido en la ignorancia y el desconocimiento lo que ninguna cultura había logrado jamás.
Las plañideras:  Obra de Pepe Antonio Márquez
Actualmente el término, en Galicia, se usa para referirse a cualquier persona que llora mucho sin motivo-





En Cangas de Morrazo, un pueblo pesquero situado frente a Vigo, al otro lado de la bahía, estas mujeres - las plañideras- ejercían todavía su trabajo en Galicia, en el siglo pasado. En aquellos tiempos Cangas era un pueblo de gente que vivía de la pesca, y el mar se llevaba a muchos de sus hombres, por esta razón el carácter de esta gente estaba forjado por la dureza del mar.
Las plañideras tenían mucha tradición en nuestros ritos funerarios. En la ría de Vigo es muy común la expresión " Ir a chorar a Cangas" -  Ir a llorar a Cangas-cuando se llora sin motivo.
Autoridades civiles y eclesiásticas en diferentes épocas, intentaron acabar  con este ritual que consideraban irreverente. En el siglo XIV se hicieron leyes para erradicar el uso de las plañideras y prohibir los banquetes fúnebres. En las iglesias se conservan autos donde los obispos daban poderes a los curas de las parroquias para que prohibiesen la acción de las plañideras dentro de los templos ya que entorpecían con sus llantos los oficios y en ocasiones llegaba a tirarse encima de los féretros con gran alboroto.
"Hace ya muchos años nos vendíamos por un trozo de pan, tocino o cualquier cosa que alimentase mínimamente a cambio de ir detrás del féretro de un adinerado llorando a moco tendido"
Actualmente el llanto se ha erradicado y nos hemos quedado secos. Estamos anestesiados, parece que demostrar dolor en público no está bien visto. Buscamos con frenesí la evasión, el placer, la velocidad y el poder. Nuestras emociones están presas, condenadas a ser desconocidas y a nunca manifestarse.
Las plañideras han sido por excelencia, las oficiantes del rito propiciatorio del llorar. Sin embargo el llanto ha sido tan perseguido que hoy la misma idea de la plañidera nos incomoda, en el mejor de los casos. Desde comienzos de la humanidad hasta hace pocas décadas, estas sacerdotisas ejercían en todo el mundo su función liberadora y catártica.Sus lágrimas, a veces recogidas en lacrimatorios, eran enterradas junto al difunto, como prueba de la desolación que dejaba.
Aquí en Galicia, el muerto seguía presente mientras seguía viva su familia. En Navidad, por ejemplo, se disponía en la mesa un lugar para el familiar muerto.
Hasta bien entrado el siglo XX en muchas aldeas gallegas, los muertos iban envueltos en una sábana o sudario, quizás por esa razón las almas en pena que se encontraban errantes en la noche, iban vestidas con túnicas blancas.
En la costa de la muerte, hasta hace muy poco, iban de luto, casi de por vida. Se le lloraba al muerto y en función del poder económico de la familia se contrataba "as choronas" ( plañideras). Algunas llegaron a alcanzar gran fama, como las plañideras de Cangas.

Relacionar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...