Luz de tarde
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo
este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esa olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas,
guardar estas cosas. Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme
poblando otra tarde como esta de ramas que guarde mi alma,
aprendiendo en mi mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse...
( De Alegría, 1947)
José Hierro
El otoño llega siempre sigiloso abrazado a la tristeza y a la melancolía, casi sin avisar llenando el aire de nostalgias, de aquello que tuvimos y ya no tenemos. Es un viaje al pasado, a la niñez, al recuerdo de alguien que ya no está. Es la vejez del año, el ocaso de los sueños que va enfriandonos el alma.
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