No se conoce con claridad el origen de la gaita, no obstante si se sabe, que su aparición es anterior al cristianismo y se cree a su vez, que apareció en un ambiente pastoril al añadir a una flauta un odre de piel de cabrito, cordero u otro animal.
En la confección de la gaita, la elección de la madera dependerá del gusto de cada gaiteiro, unas son más sensibles que otras a los cambios bruscos de temperatura y humedad y esto es importantísimo tenerlo en cuenta.
La más sensible es el boj, y es muy apreciado por los solistas por su dulzura y riqueza armónica. Es la madera autóctona que más se ha utilizado para construir la gaita tradicional gallega.
El boj es generalmente un arbusto ramoso y siempre verde intenso y brillante por el haz y verde pálido por el envés. Se cría en valles fluviales y laderas umbrosas y rocosas.
Para la funda o vestido se puede escoger entre cuatro diferentes modelos. La funda estándar de terciopelo, la brocada, la de lino y la doble que es una combinación de las anteriores.
El proceso de elaboración empieza por la tala del árbol. Está demostrado que las mejores épocas de tala son el cuarto menguante de la luna de enero y el cuarto menguante de la luna de agosto y la razón es que en ambos casos la circulación de la sabia es mínima y por lo tanto la expulsión de esta será más fácil y rápida. Se trata de conseguir un perfecto secado al mismo tiempo que mantenemos la madera viva.
Una vez talado el árbol, se deja quince días sin cortar las ramas para que estas succionen la máxima cantidad de sabia posible.
El aroma que desprende evoca siempre recuerdos muy entrañables de otras épocas así como lo hará también el sonido de la gaita después.
Su madera es muy valorada; es dura, densa, fácil de tornear, pulir y teñir y sirve para fabricar pequeños objetos, entre ellos instrumentos musicales de viento y algunas piezas para las gaitas.
Comienza entonces una larga sucesión de fases de tratamiento hasta que la madera queda totalmente seca.
Se trata de lograr un instrumento de excelentes timbres y con mínimos cambios físicos en el futuro.
Cada gaitero puede personalizar su gaita, eligiendo la tonalidad, la madera, las anillas, la funda, fleques, grabados...
Durante el franquismo, la música tradicional gallega fue forzada a adaptarse a la visión política del momento, sin embargo con la desintegración y caída de este, la tradición volvió a tenerse en cuenta.
A partir de 1980 aparecen muchos cantantes y grupos que partiendo de la música tradicional la fusionaron con otras músicas.
El pueblo empleaba la música en muchas ocasiones y por numerosos motivos: para expresar sus inquietudes, para transmitir normas sociales, para protegerse de los males y atraer los favores divinos, para celebrar acontecimientos, facilitar el trabajo, divertirse o hacer mas llevaderos los momentos duros.
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