Una tradición es un conjunto de bienes culturales que se transmite de generación en generación dentro de una comunidad. Se trata de aquellas costumbres y manifestaciones que cada sociedad considera valiosas y las mantiene para que sean aprendidas por las nuevas generaciones como parte indispensable del legado cultural.
El día 19 de enero se celebra en Castro Caldelas ( Orense) a festa dos Fachós ( antorchas). Toda una exaltación del fuego y la paja.
En realidad, todo comienza un año antes con la siembra, la siega y la malla del cereal. Proceso que culmina con la " feitura" o confección de los más de 500 fachós individuales y el gran fachón en representación de los que antes se hacían por los vecinos de los distintos barrios y parroquias compitiendo entre si por ver cual era el más grande.
Hasta hace unos años los vecinos acudían con su fachó correspondiente, elaborado por ellos mismos, pero este proceso fue desapareciendo y prácticamente se perdió.
En la actualidad, ante la falta de paja de la malla, y también, en parte, a la falta de gente joven que se ocupe, el consistorio municipal cada cuatro o cinco años se encarga de plantar el centeno, la siega y de preparar la paja, que posteriormente se guarda en un "palleiro"para las celebraciones siguientes.
Al mecanizarse la paja y ser un bien escaso el Ayuntamiento decidió recuperar las viejas costumbres y para ello tuvo que hacerse con la mayadora tradicional, la última que malló en toda la provincia durante más de 45 años.
Hoy en día se elabora solamente un gran fachó en representación de todos.
.El acto consiste en una procesión por las calles presidida por un San Sebastián hecho en paja al que le sigue un gran fachó ( nunca menos de 30 metros) y aveces con un peso de más de 500 kilos.
Los fachós o antorchas eran utilizados para alumbrar las largas noches de invierno y también para poder desplazarse por la oscuridad de los bosques gallegos. En realidad son grandes manojos de paja, superpuestos de forma cilíndrica bien atados.
Muchos son los que afirman que podrían ser el origen del la Santa Compaña, seres reales de carne y hueso que amparados por la oscuridad de la noche aterrorizaban a las gentes para delinquir libremente. También podrían haber sido los que velaban los sueños de los demás y convertidos en serenos vigilarían las casas del pillaje y de los forasteros. Otros siguen creyendo que son la procesión de las almas a la captura de un vivo o los que anunciaban la muerte de algún vecino. A cada cual le gusta una versión diferente.
Así que el día 19 del mes en que andamos, en Casto Caldelas ( Orense) desde el Siglo XVII, se celebra la fiesta dos Fachós, lo que la convierte en una de las fiestas más antiguas de Galicia.
Se cree que se inició debido a una gran peste que asoló esta región en 1763, adquiriendo los Fachós ( antorchas), una función desinfectante.
Una vez de vuelta al Santuario de los Remedios, se indulta la imagen de San Sebastián y se reúnen todos los fachós para encender una gran hoguera alrededor de la cual los asistentes cantan y bailan mientras degustan los productos de la zona. Es todo un espectáculo nocturno y parece que todo el pueblo está en llamas.
Así pues en los Siglos IX-XII las ostas de Galicia fueron atacadas por vikingos, vándalos y musulmanes y en los siglos XV, XVII, XVIII y XIX fueron los ingleses, franceses y holandeses.
Estos últimos ataques a las costas gallegas hicieron que los nativos crearan una red de antorchas que se intercomunicaban por el humo o el fuego cuando algunas de las personas percibían buques peligrosos.
En realidad, todo comienza un año antes con la siembra, la siega y la malla del cereal. Proceso que culmina con la " feitura" o confección de los más de 500 fachós individuales y el gran fachón en representación de los que antes se hacían por los vecinos de los distintos barrios y parroquias compitiendo entre si por ver cual era el más grande.
Hasta hace unos años los vecinos acudían con su fachó correspondiente, elaborado por ellos mismos, pero este proceso fue desapareciendo y prácticamente se perdió.
En la actualidad, ante la falta de paja de la malla, y también, en parte, a la falta de gente joven que se ocupe, el consistorio municipal cada cuatro o cinco años se encarga de plantar el centeno, la siega y de preparar la paja, que posteriormente se guarda en un "palleiro"para las celebraciones siguientes.
Al mecanizarse la paja y ser un bien escaso el Ayuntamiento decidió recuperar las viejas costumbres y para ello tuvo que hacerse con la mayadora tradicional, la última que malló en toda la provincia durante más de 45 años.
Hoy en día se elabora solamente un gran fachó en representación de todos.
.El acto consiste en una procesión por las calles presidida por un San Sebastián hecho en paja al que le sigue un gran fachó ( nunca menos de 30 metros) y aveces con un peso de más de 500 kilos.
Muchos son los que afirman que podrían ser el origen del la Santa Compaña, seres reales de carne y hueso que amparados por la oscuridad de la noche aterrorizaban a las gentes para delinquir libremente. También podrían haber sido los que velaban los sueños de los demás y convertidos en serenos vigilarían las casas del pillaje y de los forasteros. Otros siguen creyendo que son la procesión de las almas a la captura de un vivo o los que anunciaban la muerte de algún vecino. A cada cual le gusta una versión diferente.
Así que el día 19 del mes en que andamos, en Casto Caldelas ( Orense) desde el Siglo XVII, se celebra la fiesta dos Fachós, lo que la convierte en una de las fiestas más antiguas de Galicia.
Se cree que se inició debido a una gran peste que asoló esta región en 1763, adquiriendo los Fachós ( antorchas), una función desinfectante.
Una vez de vuelta al Santuario de los Remedios, se indulta la imagen de San Sebastián y se reúnen todos los fachós para encender una gran hoguera alrededor de la cual los asistentes cantan y bailan mientras degustan los productos de la zona. Es todo un espectáculo nocturno y parece que todo el pueblo está en llamas.
Así pues en los Siglos IX-XII las ostas de Galicia fueron atacadas por vikingos, vándalos y musulmanes y en los siglos XV, XVII, XVIII y XIX fueron los ingleses, franceses y holandeses.
Estos últimos ataques a las costas gallegas hicieron que los nativos crearan una red de antorchas que se intercomunicaban por el humo o el fuego cuando algunas de las personas percibían buques peligrosos.
La forma de estos fachós era variable pero todos se ubicaban en lugares de muy buena visibilidad. En un espacio de tiempo más bien corto. En una hora más o menos, todo el reino de Galicia estaba armado y preparado para luchar.
Estas antorchas tenían, además, la función de guías y en ocasiones, cuenta la leyenda, se encendían en lugares falsos para causar naufragios.
El día de la festividad de San Sebastían pues, y antes de que anochezca, la gente del pueblo y de las aldeas cercanas se concentra en la plaza de la Iglesia con sus fachós. Al anochecer se les prende fuego y da comienzo la procesión, que va precedida por el santo de paja y por el fachón grande de aproximadamente treinta metros.
Esta fiesta en honor de San Sebastian es una forma de mantener la tradición de la siembra, siega, recogida y malla de la paja, que en su día hizo destacar a este municipio por ser el mayor productor de centeno y por ser el " granero de Orense". De esta forma se mantiene la tradición, ya que en la actualidad la paja es tratada de forma mecanizada y no sirve para confeccionar los muñecos.
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