jueves, 25 de junio de 2020

Santuario do Corpiño

Las Leyendas, igual que los mitos, casi siempre tienen un fondo de verdad; una verdad que las hizo nacer y desarrollarse. Buena parte de la historia está hecha de tradiciones orales y a ellas, hay que recurrir cuando se pretende hurgar en su origen.
En el corazón de Galicia, en las tierras por las que discurre el río que da nombre a esta comarca, el Deza, está ubicado, el actual Santuario de Nuestra Señora de O Corpiño, en la falda del monte Carrio.

Miles de gallegos, procedentes en su mayoría del medio rural, acuden los días 23 y 24 de junio al santuario de la Virgen de O Corpiño, a quince Km de Lalín, para curarse de los males más temidos por el pueblo gallego: el meigallo o embrujamiento, que ha llevado a quien lo padece a sufrir serias enfermedades, incluso a volverse loco. Se  le atribuye fama de curar enfermedades del alma como mal de ojo, depresiones, embrujos o  posesiones de espíritus malignos.

En el santuario gritan, babean, escupen, muerden, gimen y blasfeman, hasta que consiguen arrojar de su cuerpo al demonio.
La romería de O Corpiño, no es la única de estas características que se celebra en Galicia.  Existen cientos de lugares a los que se acude para ahuyentar a los demonios, pero, quizás, ninguno goza de la popularidad y devoción de esta que la ha llevado a convertirse en una de las manifestaciones religioso-profano-económicas más importantes del país. Se va buscando preferentemente, que el milagro aleje al demonio, aunque la fama del santuario es tan grande que en él puede encontrarse el remedio a cualquier mal.

Se cree que esta virgen ejerce poderes sobrenaturales sobre los que padecen trastornos mentales o cualquier otra dolencia, por eso miles de personas acuden cada año buscando que el milagro aleje  el   meigallo de su cuerpo. Participan en lo que se ha llamado una terapia de grupo, protagonizando escenas que van desde lo divertido a lo trágico, en medio de un ambiente de gran tensión, misterio y devoción.
Los enfermos gritan histéricamente resistiéndose a entrar en el templo, porque la tradición asegura. que gritando, maldiciendo y resistiéndose, desaparecen todos los males.
El griterío de los que acuden a remediar sus enfermedades, se confunde con la música de los últimos éxitos de Julio Iglesias, Bertín Osborne, Ana Kiro, que llegan de los puestos de feria próximos, en los que se ofrecen desde castañas contra la envidia, escapularios y estampitas, a pan, pasando por pulpo y cerezas, con las oraciones que a través de la megafonía llegan desde el interior del templo.

La puesta en escena, antiguamente era mucho más histriónica, en la actualidad el momento de mayor devoción se produce cuando la Virgen de O Corpiño es sacada a hombros para la procesión.
Un griterío ensordecedor inunda el lugar, al tiempo que empujones y codazos ayudan a encontrar un lugar privilegiado, pues hay que conseguir que la imagen sea pasada por encima del enfermo que agachado o tumbado intentará tocar su manto. Los lamentos y gritos se reproducen de tal forma que no consiguen ser apagados por el repique de las campanas y la música de la banda que figura al frente de la marcha. La conmoción es general mientras dura la procesión y, solo cuando la Virgen ha vuelto al templo, retorna la calma. Es, entonces, cuando llega el momento de volver a casa o de sumarse a la fiesta organizada por los mozos del lugar. 

5 comentarios:

  1. Que triste que este este año no se haya podido celebrar con todo su colorido. Esperemos que el año que viene se desarrolle a lo gra de

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  2. Esperemos celebrar todo, pero todo, todo a lo grande. Ojalá.
    Un beso

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  3. Hola, Susi :-)

    Hace poco me dijeron (creo que con razón) que soy un fundamentalista. Creo que se referían a gustos. Puede, efectivamente, que sea así, pero no puedo forzar mis gustos igual que nadie puede forzar sus disgustos o fobias. No quería dejar de comentarte esta entrada porque me gusta tu blog, pero no tengo mucho positivo que decir porque no me gustan los gritos histéricos y las pantomimas (ojo, que valen para quien las siente así, no me meto), no me pegan nada las músicas que has nombrado con una tradición que se supone nuestra (vale que hoy en día ponen música de los coches de choque en la mayoría de las fiestas), y no me veo capaz de participar ni de contemplar algo así. Quizá esta tradición junto con la de los ataúdes sea lo que menos me atrae de nuestra tierra.

    Pero fíjate, igual si metieran gaiteiros y cosas nuestras de verdad la cosa me apetecería mucho más.

    Creo que me quedé atrás en el tiempo, pero no lo cambio.

    Un beso :-) y gracias por mostrar cosas que no conozco de mi tierra.

    Por cierto, nunca fui a O berro seco, ¿es parecido a esto?

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  4. Que conste que a mí tampoco me gustan estas puestas en escena aunque no dejo de pensar que es algo arraigado en el sentir de muchas personas de nuestra tierra. Ni me gustan ni comparto, pero no puedo obviar que esto forma parte de nuestra tierra tanto si gusta como si no.
    En cuanto a la música que he nombrado, dices que te choca. Esto está a la orden del día en cuanto a romerías se refiere donde lo religioso se mezcla con lo pagano y la música que se oye, curiosamente suele ser esa. Nada de gaitas,nada de folklore gallego. Esto amigo mío también son cosas nuestras.
    En este blog quiero mostrar nuestra tierra tal y como yo la veo y la siento aunque, estoy de acuerdo, en que no todos la vemos igual.Esta es la Galicia profunda, también hay otra más agarimosa.
    Un beso

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  5. No, no tiene nada que ver O berro seco con el Santuario de O Corpiño.
    Se me pasaba comentártelo.
    Un beso

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