jueves, 21 de abril de 2022

Toxos e xestas

La xesta es un arbusto humilde y desgarbado durante la mayor parte del año hasta que llega Abril; entonces, arropada por eucaliptos, robles y castaños se adorna de flores amarillas y eclosiona como un gusano cuando se convierte en mariposa. Deja caer sus melancólicas ramas adornando ladera de montes, orillas de caminos, ríos y corredoiras junto al alecrin, creando un efecto de luz que no se vuelve a repetir hasta la siguiente primavera.

Se sabe desgarbada, poco elegante pues no tiene ni frondosidad ni porte y sin embargo, como si hubiera estado absorbiendo la belleza de esta tierra rica en luces y sombras, refleja la suavidad de la niebla en el valle al amanecer y el sonido del viento cuando atraviesa los bosques umbríos o la luz de la luna en la noche. Estalla en una floración extraordinaria y todo su cuerpo y sus ramas se cubren de oro, de un amarillo dorado que no puede pasar desapercibido.

Es un arbusto sagrado en esta tierra  




Todavía en la zona de las rías bajas se puede oír a algún marinero contar una antigua tradición de esta zona. Cuando los marineros se pasaban días enteros sin pescar apenas nada, y el desánimo se apoderaba de todos ellos, la creencia más habitual es que alguien les había echado" mal de ojo" y que la embarcación estaba "enmeigada" .

Existen multitud de ritos y procedimientos para solucionar el problema, pero la mayor parte de ellos son poco conocidos, porque eran ritos que solían realizarse a altas horas de la noche y en el mayor de los secretos y, en silencio.

La costumbre de los isleños de Ons  (en Pontevedra) cuando no volvían con pesca suficiente a los muelles, y consideraban que su "dorna" estaba  "enmeigada"  salían, abrigados por la oscuridad de la noche a"mallar" o azotarla sin descanso con  ramas de xesta.
El fin de este "rito de apaleo", era el de expulsar, a látigazo limpio con las ramas de este arbusto, a la bruja que se suponía se había apoderado de la embarcación y que era la que impedía la captura de los peces.


Es una especie que regenera la tierra donde se asienta, creando las condiciones necesarias para la germinación de las semillas de otras especies, teniendo así un papel muy importante en la formación de los bosques

miércoles, 20 de abril de 2022

La leira del mar Tiempo de sementar

Cando a rula comeza a rular, colle o fol e vai sementar-




Hubo un tiempo en que los agricultores observaban que las fases de la luna influían en la producción de los cultivos, estimulando la rápida germinación o retrasándola.  


No está muy claro si es por la luz lunar, como aseguran unos ó por la gravedad de la luna sobre la tierra cómo aseguran otros. No se ha demostrado científicamente, pero lo que está claro es que influyen las fases de la luna en la savia de las plantas, al igual que en las mareas, por lo que se ha creado un calendario de siembra que favorece nuestros cultivos.

Así se siembra en la "leira" del mar

Realizar  la resiembra en la playa con nuevos ejemplares juveniles es lo que garantiza el futuro de las mariscadoras.   Quien tiene un barco pesquero, tiene una leira debajo del mar. Aquí , también se pasa el arado, un tractor hace las veces. No le hace ningún daño al fondo. La relación entre cantidad de suelo y semilla la establecen los biólogosTodos los años, se compra semilla, se prepara la zona donde se va a echar, arando con el tractor para que se entierre antes de que venga la marea.

 Al principio a penas son visibles, pero a lo largo de un tiempo esos ejemplares de almejas crecerán desde los nueve a los dieciséis milímetros para terminar con los cuatro centímetros que alcanzarán en su madurez cuando estarán listos para ser recogidos, aunque durante este tiempo deberán lidiar con bastantes enemigos:


" A ameixa babosa quérea todo o mundo, os caramuxos, os cangrexos..." Un manjar muy codiciado que se ha topado con otro depredador que está aguando la fiesta de manera especial en la ría de Pontevedra: la estrella de mar.


Se ha autorizado por la Consellería do Mar colocar nasas para evitar que destrocen todo el trabajo realizado. " polo menos ata que as ameixas non acaden o tamaño suficiente para enterrarse baixo a area e permanecer ocultas aos ollos dos cazadores". 

Y por el camino, a lo largo de esos 24 meses de espera, muestreos para seguir su crecimiento y controles para vigilar a las especies que acechan sus cultivos. Las algas del verano son especialmente nocivas para las almejas, hay que retirarlas a tiempo si no, estas mueren asfixiadas. "Los furtivos del bañador", son otros enemigos que se deben combatir con vigilancia de guardacostas o ellas mismas, las mariscadoras, se encargan de hacer turnos para evitar el furtivismo.




 Están curtidas por el esfuerzo del trabajo físico, no importa su edad, a todas les llega el agua hasta la cintura y se levantan una y otra vez cuando ese mar, no haciendo distinciones, las abate contra las piedras.

Su oficio: mariscar

Es una profesión dura, sobre todo los días de frío invierno donde no hace mucho mariscaban descalzas esperando el momento en que la marea bajara lo suficiente para poder recoger las almejas escondidas bajo la arena  unos metros más allá donde mueren las olas.


Un oficio muy antiguo para hijas y nietas de mariscadoras en el que el sueldo era un pellizco con el que las esposas completaban el del marido.

 Ahora, los tiempos han cambiado y las mariscadoras se ganan por si mismas la vida en el mar luchando siempre, porque hay inviernos lluviosos que dulcifican el agua ocasionando la muerte del marisco.

 La contaminación en la ría es otra de las causas de sus desvelos e incluso las mareas altas convierten el mariscar en una ardua tarea.


Reumas, espaldas doloridas y dolores en las articulaciones apenas tienen importancia para estas mujeres luchadoras, que además del trabajo de recoger el marisco tienen que acondicionar las playas e incluso guardarlas en verano de los furtivos que  haciéndose pasar por turistas aprovechan para quitarles el pan. Así es que hay que establecer turnos de guardia desde el mes de junio hasta finales de septiembre alrededor de unas seis horas diarias que es lo que dura la bajamar.

En invierno las playas necesitan ser limpiadas de algas, unas invasoras y otras que vienen arrastradas por el mar se acumulan en las zonas del marisco aprisionándolo y asfixiándolo  si no se retiran.
Y de nuevo,  realizar  la resiembra en la playa con nuevos ejemplares juveniles, lo que garantiza el futuro de las mariscadoras.



Cargadores de la isla

mecedla con suavidad,

que lleváis sobre los hombros

a la Reina de la mar!.

Cargadores de la isla
esa que vais a sacar
es la virgen marinera,
que huele a marisco y sal;

Tú, cargador, que no sabes
rezar la Salve, quizás:
si cuando lo saques, meces
el paso con buen compás,
aunque no sepas la Salve,
Dios te lo perdonará
¡que mecer así a la Virgen,
ya es un modo de rezar!
                                              José María Pemán

                                                               

Relacionar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...