domingo, 6 de noviembre de 2022

BRAZOS PRA SEITURA

La seitura era una operación que se realizaba a principios de verano.  Consistía en hacer la siega, normalmente del centeno o de cualquier otro cereal.

Era un trabajo tradicional del agro gallego, que consistía en segar la planta del centeno o trigo para después, en la malla, separar el grano de la paja y posteriormente almacenarlo en las tullas para consumirlo durante el año: hacer pan, alimentar a los animales y  sembrar al año siguiente.

Debido a las condiciones climáticas, en Galicia, tradicionalmente, se cultivaba mayormente el centeno y no el trigo; de ahí que en la Galicia central, hasta hace bien poco al pan, se le llamaba centeno.

Hasta la década de 1970, en  la que fue generalizada la introducción y generalización de los aperos mecánicos, un día de seitura consistía en hacer la siega del centeno normalmente.

Como era un trabajo colectivo, en el día señalado( un día de sol, 25 de julio, y como dice el refrán;
polo San Xoán sécalle unha raíz ó pan, polo San Pedro sécalle a do medio e polo Santiago fouciños ó agro ) el dueño de las leiras llamaba a una cuadrilla de hombres y mujeres, algunos a jornal, otros por razones de vecindad y ayuda mutua y otros por ser familiares. El caso es que todos ellos se presentaban en la casa del dueño nada más romper el día, provistos de los aperos necesarios para la labor que iban a realizar; los hombres con fouciños y las mujeres y los niños solo con ganas de trabajar.
Era costumbre ofrecerles de almuerzo caldo recalentado y torresmos con pan o leche.
Había que aprovechar las primeras horas del día, ya que el calor podía provocar que el grano se perdiera.

Ya en la leira, los hombre en filas iban segando la paja y poniendola en feixes. No era raro que hubiera una gran competencia entre los segadores más afamados de cada lugar. Antes de comenzar la jornada se afilaban los fouciños en la muela de casa y después cada segador iba provisto de una pequeña piedrita que utilizaba `para afilar el apero si este se quedaba sin filo.

Era raro ver a una mujer segando, ya que el trabajo reservado para esta era coger el feixe de paja, sacudirle los fentos u otras hierbas malas que llevase y atarlo con una hierba de la misma paja hasta hacer un mollo.
Los niños, algunos de solo cinco o seis años, recogían, detrás de las atadoras, las espigas que iban quedando por el suelo. También tenían que ir a la fuente más próxima por agua fresca que recogían en unos porrones de barro para los trabajadores y encargarse de guardarlos a la sombra para que el agua no se calentara. Otros se dedicaban a recoger "pan de millo" que luego se vendería.

Cuando el calor apretaba, lo normal era retirarse. Bien para comer en una carballeira o en la casa del dueño, que tenía la obligación de ofrecerles la comida, que era el único pago para muchos de ellos.

Una vez segada una leira, lo normal era trasladarse a otra del mismo propietario si no estaba muy lejos y había tiempo suficiente en el día. El último trabajo era ya amontonar los mollos en montones perfectamente construidos que protegían el grano de los pájaros y posibles inclemencias del tiempo ( la espiga se escondía en el interior del montón y fuera solo quedaba la paja) hasta que se trasladaban a la era para hacer la meda una vez rematada la siega.

Normalmente en la construcción de los montones participaban los más viejos, que eran los que dirigían este trabajo o también lo hacían ellos mismos, mientras los niños les traían los mollos esparcidos por la era. Era costumbre que las mujeres fueran provistas de medias bien gordas o bien de pantalones para evitar así las heridas de las cañas.
Esta manera de hacer la seitura resistió inalterable durante siglos, hasta que a finales de la década de 1960 y principios de 1970 aparecieron las segadoras mecánicas que sustituyeron a los fouciños  aunque los mollos y los montones siguieron haciéndose igual, lo mismo que el trabajo de las atadoras ya a mediados de la década de 1980 llegaron las recolectoras que hacían a un tiempo la siega y la malla.

"O vento da emigración arrasou a nosa terra.
Os vellos laian, os nenos berran.

Hai anos cincuenta
Hoxe nin vinte hai
Chega o mes da sega 
¿Quen seiturará? Quince na Suiza.
Doce alén do mar
Tres no sul de Francia 
¿Quén seiturará? Dos vinte que quedan
Dez a traballar
Sete que son nenos
¿Quén seiturará? Tres vellos que gardan
a morte a chegar
co corpo engurrado
¿ Quén seiturará? Homes e mulleres
Hai que sementar
a nosa verdade.
Por ela loitar. Pechemos as portas
Que no fuxan mais
Pois si se van todos
¿Quén seiturará?

jueves, 21 de abril de 2022

Toxos e xestas

La xesta es un arbusto humilde y desgarbado durante la mayor parte del año hasta que llega Abril; entonces, arropada por eucaliptos, robles y castaños se adorna de flores amarillas y eclosiona como un gusano cuando se convierte en mariposa. Deja caer sus melancólicas ramas adornando ladera de montes, orillas de caminos, ríos y corredoiras junto al alecrin, creando un efecto de luz que no se vuelve a repetir hasta la siguiente primavera.

Se sabe desgarbada, poco elegante pues no tiene ni frondosidad ni porte y sin embargo, como si hubiera estado absorbiendo la belleza de esta tierra rica en luces y sombras, refleja la suavidad de la niebla en el valle al amanecer y el sonido del viento cuando atraviesa los bosques umbríos o la luz de la luna en la noche. Estalla en una floración extraordinaria y todo su cuerpo y sus ramas se cubren de oro, de un amarillo dorado que no puede pasar desapercibido.

Es un arbusto sagrado en esta tierra  




Todavía en la zona de las rías bajas se puede oír a algún marinero contar una antigua tradición de esta zona. Cuando los marineros se pasaban días enteros sin pescar apenas nada, y el desánimo se apoderaba de todos ellos, la creencia más habitual es que alguien les había echado" mal de ojo" y que la embarcación estaba "enmeigada" .

Existen multitud de ritos y procedimientos para solucionar el problema, pero la mayor parte de ellos son poco conocidos, porque eran ritos que solían realizarse a altas horas de la noche y en el mayor de los secretos y, en silencio.

La costumbre de los isleños de Ons  (en Pontevedra) cuando no volvían con pesca suficiente a los muelles, y consideraban que su "dorna" estaba  "enmeigada"  salían, abrigados por la oscuridad de la noche a"mallar" o azotarla sin descanso con  ramas de xesta.
El fin de este "rito de apaleo", era el de expulsar, a látigazo limpio con las ramas de este arbusto, a la bruja que se suponía se había apoderado de la embarcación y que era la que impedía la captura de los peces.


Es una especie que regenera la tierra donde se asienta, creando las condiciones necesarias para la germinación de las semillas de otras especies, teniendo así un papel muy importante en la formación de los bosques

miércoles, 20 de abril de 2022

La leira del mar Tiempo de sementar

Cando a rula comeza a rular, colle o fol e vai sementar-




Hubo un tiempo en que los agricultores observaban que las fases de la luna influían en la producción de los cultivos, estimulando la rápida germinación o retrasándola.  


No está muy claro si es por la luz lunar, como aseguran unos ó por la gravedad de la luna sobre la tierra cómo aseguran otros. No se ha demostrado científicamente, pero lo que está claro es que influyen las fases de la luna en la savia de las plantas, al igual que en las mareas, por lo que se ha creado un calendario de siembra que favorece nuestros cultivos.

Así se siembra en la "leira" del mar

Realizar  la resiembra en la playa con nuevos ejemplares juveniles es lo que garantiza el futuro de las mariscadoras.   Quien tiene un barco pesquero, tiene una leira debajo del mar. Aquí , también se pasa el arado, un tractor hace las veces. No le hace ningún daño al fondo. La relación entre cantidad de suelo y semilla la establecen los biólogosTodos los años, se compra semilla, se prepara la zona donde se va a echar, arando con el tractor para que se entierre antes de que venga la marea.

 Al principio a penas son visibles, pero a lo largo de un tiempo esos ejemplares de almejas crecerán desde los nueve a los dieciséis milímetros para terminar con los cuatro centímetros que alcanzarán en su madurez cuando estarán listos para ser recogidos, aunque durante este tiempo deberán lidiar con bastantes enemigos:


" A ameixa babosa quérea todo o mundo, os caramuxos, os cangrexos..." Un manjar muy codiciado que se ha topado con otro depredador que está aguando la fiesta de manera especial en la ría de Pontevedra: la estrella de mar.


Se ha autorizado por la Consellería do Mar colocar nasas para evitar que destrocen todo el trabajo realizado. " polo menos ata que as ameixas non acaden o tamaño suficiente para enterrarse baixo a area e permanecer ocultas aos ollos dos cazadores". 

Y por el camino, a lo largo de esos 24 meses de espera, muestreos para seguir su crecimiento y controles para vigilar a las especies que acechan sus cultivos. Las algas del verano son especialmente nocivas para las almejas, hay que retirarlas a tiempo si no, estas mueren asfixiadas. "Los furtivos del bañador", son otros enemigos que se deben combatir con vigilancia de guardacostas o ellas mismas, las mariscadoras, se encargan de hacer turnos para evitar el furtivismo.




 Están curtidas por el esfuerzo del trabajo físico, no importa su edad, a todas les llega el agua hasta la cintura y se levantan una y otra vez cuando ese mar, no haciendo distinciones, las abate contra las piedras.

Su oficio: mariscar

Es una profesión dura, sobre todo los días de frío invierno donde no hace mucho mariscaban descalzas esperando el momento en que la marea bajara lo suficiente para poder recoger las almejas escondidas bajo la arena  unos metros más allá donde mueren las olas.


Un oficio muy antiguo para hijas y nietas de mariscadoras en el que el sueldo era un pellizco con el que las esposas completaban el del marido.

 Ahora, los tiempos han cambiado y las mariscadoras se ganan por si mismas la vida en el mar luchando siempre, porque hay inviernos lluviosos que dulcifican el agua ocasionando la muerte del marisco.

 La contaminación en la ría es otra de las causas de sus desvelos e incluso las mareas altas convierten el mariscar en una ardua tarea.


Reumas, espaldas doloridas y dolores en las articulaciones apenas tienen importancia para estas mujeres luchadoras, que además del trabajo de recoger el marisco tienen que acondicionar las playas e incluso guardarlas en verano de los furtivos que  haciéndose pasar por turistas aprovechan para quitarles el pan. Así es que hay que establecer turnos de guardia desde el mes de junio hasta finales de septiembre alrededor de unas seis horas diarias que es lo que dura la bajamar.

En invierno las playas necesitan ser limpiadas de algas, unas invasoras y otras que vienen arrastradas por el mar se acumulan en las zonas del marisco aprisionándolo y asfixiándolo  si no se retiran.
Y de nuevo,  realizar  la resiembra en la playa con nuevos ejemplares juveniles, lo que garantiza el futuro de las mariscadoras.



Cargadores de la isla

mecedla con suavidad,

que lleváis sobre los hombros

a la Reina de la mar!.

Cargadores de la isla
esa que vais a sacar
es la virgen marinera,
que huele a marisco y sal;

Tú, cargador, que no sabes
rezar la Salve, quizás:
si cuando lo saques, meces
el paso con buen compás,
aunque no sepas la Salve,
Dios te lo perdonará
¡que mecer así a la Virgen,
ya es un modo de rezar!
                                              José María Pemán

                                                               

martes, 29 de marzo de 2022

Se queres que o carro cante


Se queres que o carro cante,

compàñeiro, meu veciño.

se queres que o carro cante

móllalle o eixo no río.


Vivir en la Galicia rural, un lujo que no todas las personas saben o pueden apreciar. 


El carro del país tiene su origen en la Prehistoria,  era un apero de labranza de los más importantes de la Galicia rural desde los tiempos más antiguos hasta que fue relevado del paisaje gallego por el carretón y este por los transportes de tracción mecánica; desde entonces solo nos quedan los recuerdos.


En aquella época poseer un carro de vacas era un lujo, pues suponía poder recorrer largas distancias. Una ayuda más que necesaria en un tiempo en el que las máquinas agrícolas eran una utopía y había que dejar en manos de los animales aquellas labores que el ser humano era incapaz de llevar a cabo.


La música del carro del país animaba los caminos gallegos, rivalizando entre los carreteros por cual sonaba mejor, pues se podía variar apretando más o menos las "treitoiras" o mojando el eje con agua.


 La música, el sonido, que producía el carro por los viejos caminos y "corredoiras" además de animar a los bueyes  en su caminar por los estrechos y tortuosos caminos con poca visibilidad por donde era imposible que dos carros al mismo tiempo pudieran transitar, era la de avisar que se acercaba otro carro en dirección contraria y había que apartarse rápido para dejar paso al que tuviese preferencia. Este era el momento de una pequeña parada en la que se podía charlar un rato.


Todavía muchas personas recuerdan ese sonido, cargado, sin duda, de nostalgia. A veces un Km antes de aparecer un carro en la aldea, alguien decia: "Xa ven Manuel do monte, cando baixaba co carro cargado de toxos, pois ao baixar con carga era cando mais cantaban".

Por otra parte los campesinos se cuidaban de engrasar el "eixo" y poner todo a punto, para que el carro cantara bien , algo que para ellos era motivo de orgullo y para evitar, además, el calentamiento del "eixo" ya que podría llegar hasta el extremo de poder arder. Por este motivo se engrasaba  o se mojaba aumentando así al mismo tiempo su "canto".

Los materiales usados en su fabricación eran el hierro y la madera. Esta era de varias clases según la resistencia necesaria para cada pieza. Carballo, ameneiro, freixo, buxo o piñeiro.


El sonido del carro, de los pájaros, el viento en la hierba... Un mapa sonoro del patrimonio gallego. Los mapas sonoros salvaguardan sonidos que en un futuro pueden desaparecer. En ellos, y en la escucha activa de nuestro entorno, se encuentra una parte fundamental de un pueblo.

Los sonidos conforman la esencia de la historia de un lugar, y por eso no deben ser olvidados; cada territorio tiene su respectivo sonido de fondo, su respectiva banda sonora, que construye la identidad de los lugares. Los sonidos de las ciudades y de las aldeas dotan de identidad la población formando parte de la creación de una historia propia. influyen en la manera en que comprendemos los pueblos. Todos ellos ayudan a escuchar para preservar y construir identidad.



La Galicia rural, por ejemplo, tuvo y sigue conservando unos sonidos muy sofisticados; el del carro sobre la tierra, hoy desaparecido; el de los trabajos colectivos como la malla, los aturuxos, las canciones del trabajo... Las personas, al cantar, mostraban su relación más íntima con la tierra. Por tanto, los sonidos nos ayudan a interpretar nuestra historia. 


Fermosísimo poema de Manuel María.

É un himno as aldeas galegas, a ese xeito de vida que xa morreu, pero para os que o viviron perdurará sempre na súa memoria e no seu corazón.



lunes, 21 de febrero de 2022

Galernas en el mar: Balada de sete mariñeiros

Conmoción en Galicia por el naufragio de un barco de Marín que deja 9 muertos y 12 desaparecidos.



 En la costa, mirando hacia el mar abierto, cruces de piedra se asoman sobre rocas de acantilados escarpados que han sido afilados y golpeados sin pausa por las olas, recordando a aquellos que perdieron la vida a sus pies. El horizonte y la mar abrazados se pierden juntos en una niebla densa y fría que va dejando la piel aterida y húmeda. El viento sopla y sopla cada vez con más intensidad levantando olas enormes que zarandean los barcos sin tregua.


Balada de sete mariñeiros

Mariñeiros á ventura,
Dunha noite atreboada
Que cecais non te retorno
A ningunha madrugada.
Mariñeiros que navegan
Percurando a pesca incerta
O armador en terra firme,
Dorme namentras espera
A muller do mariñeiro
Agarda mentras, desperta
ó carón dun lar sin lume;
Zoa o vento sobre as tellas.
O mariñeiro pelexa
No medio e medio do mare,
Co vento que peta firme,
E fai o barco abalare.
No medio e emdio da noite
O armador dorme agardando,
Agarda-esperta a muller,
E o mariñeiro loitando
E choran sete mulleres
No medio e medio do día,
Na noite do mar revolto
Sete homes se perdían.
O armador xura de rabia,
No medio e medio do día,
Na tempestade da noite
Un barco a pique se iba.
Pola mañán desgonzados,
Sete corpos sobre a praia,
Sete mariñeiros mortos,
Bébedos de auga salgada.
Na tarde tocan campás
O repinicar da morte,
Mentras tanto sae o mar
Outro barco con sete homes. 

 La desaparición de un hombre en la mar es, quizás, la mayor tragedia que viven las familias marineras. Las gentes de la costa dicen, que si el mar no devuelve el cadáver a la orilla en nueve días, nunca lo hará. Las mujeres, madres, hermanas e hijas de pescadores son conscientes de que nunca sabrán con certeza qué les sucedió. La fantasía de que en cualquier momento pueda aparecer se hace dolorosa y puede alargarse en el tiempo impidiendo la elaboración del duelo.
El rumor del viento al cruzar los bosques umbríos, el constante discurrir de los arroyos, el sonido del río saltando entre piedras, la imponente furia del mar, las aves que cantan o gimen de noche o los insectos que alumbran, hace que el gallego tenga una profunda relación con su tierra y el apego al lugar se percibe en la necesidad de ser enterrado en ella y quedarse así con los suyos para siempre, sin embargo este mar lo impide, a veces, cuando se vuelve salvaje.
 Las condiciones metereológicas han jugado un papel decisivo en la tragedia del Villa de Pitanxo. El tiempo en la región del Atlántico donde naufragó el pesquero suele ser bastante hostil en esta época del año. La zona de Terranova está en lo que se denomina la autopista de tormentas en invierno: Los vientos y la inestabilidad atmosférica tienden  a ser muy acusadas, lo que hace, que estos hombres arriesguen sus vidas  día tras día para poder alimentar a sus familias.

Que descansen en paz


miércoles, 16 de febrero de 2022

LO QUE EL MAR SE LLEVA

 Ya ha pasado mucho tiempo desde que empezaron a sentarse en el muelle de cara al mar. Se reúnen allí todas las tardes si no llueve, aunque sea invierno, aunque haga frío, aunque el sol y el viento hayan ido quemando su piel. A veces aún aguantan chaparrones y lloviznas. Siempre dicen. " Escampará pronto"
La mirada se pierde en el horizonte, saben que ha pasado toda una vida, que no es posible ya que vuelvan, pero en el fondo, sin querer, todavía aguardan.
¿Y si les pasa como a  Carmen?, que un día sin que nadie lo esperara, al fondo de la boca de la ría, como una sombra,  maltrecho, apareció  su Manuel.
Manuel se encontraba durmiendo cuando se produjo el desastre y cuando estaba a punto de saltar por la borda la succión del barco lo arrastró hacia el fondo marino. Tuvo la gran suerte de que una enorme burbuja de aire procedente del interior del barco que se hundía le hizo de nuevo alcanzar la superficie
Llegó contando que el viento iba en aumento después de haber pasado la bocana de la ría, más allá de las  Cies; sin embargo no era nada que no hubiera visto antes. Lo que se estaba haciendo imponente era la mar. Al rato de empezar la zarabanda una rompiente inundó parte de la bañera. Los aparatos marcaban entre 35 y 40 nudos, pero eso no era lo más imponente, sino las olas, sobre todo, porque era prácticamente de noche y siempre, en la noche imponen mucho más.
Las olas saltaban dentro del barco dejándolos chorreando. Algunas hacían el efecto de una bofetada porque cuando se desploman así, todo retumba y mientras el agua se deslizaba como un torrente pensaron en aquel refrán que dice " el que anda por el mar aprende a rezar"
Son duras las mujeres gallegas, muy duras ante el dolor, la soledad y la pérdida de un ser amado. Se puede leer en sus caras una profunda pena y en el cuerpo y en el alma el agotamiento que la incertidumbre deja ante el desconocimiento del paradero de alguien querido desaparecido en el mar
La mar, igual que la sangre circula por sus venas  confiriendo a su espíritu una fortaleza forjada a base de temporales y galernas que dejaron en estas costas incontables cosechas de viudas de náufragos, de lacrimales secos y de dolor profundo ante la pérdida de aquello que aman.
Ellas no se marean nunca en los barcos y el mareo en el mar es horrible, Tiene dos fases bien definidas: la primera es aquella en la que crees que te vas a morir y la segunda en la que te das cuenta de que, por desgracia, no te mueres.
Tampoco les marea la vida que la agarran bien fuerte a pesar de sus pérdidas.
Y como alguien dijo en una ocasión " los hombres somos muy pobres, demasiado pobres como para ir  perdiendo amores y amigos en la vida.





jueves, 10 de febrero de 2022

Sanandresiños

 Al Santuario de San Andrés de Teixido es obligado acudir en vida, pues si no, habrá de ir como alma que pena sin descanso,

Los " sanandresiños son amuletos de la suerte realizados artesanalmente en S, Andrés de Teixido; se elaboran con miga de pan y cada uno simboliza una petición a conseguir.

La flor protege el amor, la barca favorece los viajes, el santo , el que me ha regalado una muy buena amiga, es bueno para la salud y la amistad, la sardina es para el alimento, la escalera para prosperar en lo laboral, la corona otorga protección y la paloma es el símbolo de la paz.


 Fue martirizado en el Peloponeso en una cruz en forma de aspa. A Galicia llegó por mar, como corresponde a un país que  lo abraza un océano y un mar que se funden un poco más al norte. La barca que desde Oriente lo trajo hasta nosotros se petrifico y su masa informe aún puede contemplarse como roca frente a punta Gaveira, desde que se divisa un impresionante panorama natural. 

Todo el mundo conoce esa barca como "la barca de San Andrés".

 A San Andrés, Dios, para contentarle por tener que quedarse en un lugar tan apartado le prometió que todos los mortales habrían de visitarle, sino de vivos, sería de muertos. Solitario, recibe de Cristo la promesa de una gran compañía mientras el mundo dure. Le prometió que a implorarle favores acudirían gentes, vivas o muertas, hasta que el mundo existiera. Es famoso en toda Galicia por conceder deseos a quien lo visita.
 Las migas de pan moldeadas en forma de amuleto, son bautizadas con el apodo cariñoso del santo "Sanandresiños"y con varias formas en función del deseo que uno quiera pedir. Más allá de la superstición o la religión, su valor entronca con la preservación de una de las más antiguas artesanías rurales de Galicia

En estos montes, en donde pacen tranquilos caballos salvajes y vacas, se levantan sobre el océano atlántico  espectaculares acantilados que se elevan a 613 m, sobre el nivel del mar.

Llegadas las fechas indicadas, se acude al cementerio donde reposan los restos del ser querido para que se prepare para la larga caminata. El día convenido, ambos, vivo y difunto, comienzan la peregrinación, en la que todo será compartido. Cumplidos los ritos del viaje y recibida la bendición del santo protector, el vivo acompañara nuevamente al difunto al cementerio donde reposan sus restos, en la seguridad de que nunca más sufrirá angustias ni zozobras en su alma eterna. Jamás se puede dejar solo al difunto, ni siquiera un instante, ya que se perdería, incapaz de encontrar por si solo el camino, y su espíritu vagaría por los espacios imprecisos hasta la eternidad.

Acantilados de Vixía de Herbeira.

miércoles, 19 de enero de 2022

Anduriña


"Fartos estamos de saber que pobo que esquece as súas tradicións e ten malquerencia a canto significa enxebrismo é pobo sen alma, nin destinos na historia"
Amando Suarez Couto
A anduriña e a lúa os mellores amigos da miña infancia.



 Catro aves escollidas / son as que pasan o mar/ o cuco e a anduriña/ a rula e o paspallás"

Todos os anos atravesan o océano para chegaren á nosa terra e anidar nos nosos balcons, terrazas e aleiros.

As anduriñas son uns paxaros moi queridos en Galicia. Fan o seu niño con terra, colocandoo xeralmente debaixo dos balcons, dos beirados dos tellados e nos palleiros, revestindoos con lama e por adentro con plumas e herbas.

As plumas do lombo e das ás son negras; pola barriga brancas; e medio encarnadas por debaixo do peteiro. O rabo é longo e aberto en dúas partes de forma triangular afiada.

A boa fama destas aves estivo sempre mesturada con misterios e lendas que os sabios da Antigüidade non dubidaron en recoller nos seus escritos, sostendo que este paxaro invernaba, por sistema, entre a lama das pozas e ribeiras dos ríos, o cal xa se sabe que non é certo. Con todo pode ter algún fundamento basado en casos singulares, como algún que outro paspallás, ao que o frío do inverno sorperendera, decuidado, antes de iniciar a seu regreso migratorio, aparecendo despois escondido entre o barro da leira ao abrir os regos co arado.

En Galicia é popular a lenda que conta que as anduriñas arrincaron as espiñas da coroa que levaba Xesús Cristo, e que do sangue deste vén a mancha vermella que amosan no seu pescozo. Desta crenza procede a consideración das anduriñas como protectoras das casas nas que aniña. Por esta razón son aves que ninguén molesta nin se lle vai ós niños. Mesmo se cre que matar unha anduriña ou destruí-lo seu niño é un pecado e quen o faga sufrirá axiña unha desgraza na súa casa.


Son aves migratorias que chegan o noso país a principios do mes de abril e marchan a últimos de setembro. Son aves precursoras da primavera pois cando aparecen é sinal de que o bo tempo está próximo, fanno en bandadas e cando regresan, volven a establecer o seus niños no mesmo sitio que os tiveron o ano anterior.
Voa baixo en espazos abertos atrapando insectos no aire, se atopa en África, Europa, Asia e América. As anduriñas europeas pasan a primaveira viaxando cara ao norte chegando mesmo ata o círculo polar ártico, mentras pasan o inverno en África
 



Golondrinas : " las comillas del cielo" decía Ramón Gómez de la Serna


Relacionar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...