domingo, 20 de octubre de 2019

CHOVE MIUDIÑO


 Soledad y misterio son los duendes permanentes de la noche compostelana, mientras la lluvia crece uniforme y apacible.
Se oye el pingar del agua, penetrándo en los sentidos hasta el lugar más recóndito del alma. Haciéndose, cayendo en espesos goterones, desparramándose, más húmeda que el llanto, hacia el mar de piedra de las viejas rúas que como dijera Valle Incán "Parecen inmovilizadas en un sueño de granito inmutable y eterno"
Poseídas por la niebla, con los ojos fijos en la húmeda oscuridad de la noche, las horas huyen, en infinito encanto, fugitivas de las sombras. Parece como si las referencias del tiempo se perdiesen en los caminos de la melancolía.
Es la noche sin transcurso un  interminable retablo de sombras ancestrales que destila tristeza y soledad. Bajo la luz amarillenta de las farolas, las formas del orballo se desprenden de la humedad y las tinieblas,  para surgir irracionales e intangibles, y la noche de compostela, tan fantástica  se llena de soledad y misterio.  
Por los confines de las viejas rúas,estrechas y románticas, entre la niebla y las luces, surgía, antaño, la altiva silueta de los tunos con las cintas enredándose en el viento y se oía el rasgueo de las guitarras y voces graves, que como dagas al aire cantaban con la misma vitalidad a Fonseca que a la "Farola del mar", uniendo para siempre los hermosos sueños que encanta el amor, como una confirmación de que en cualquier lugar del espacio y del tiempo, la amistad no tiene límites.
Amanece después Compostela, como siempre, entre las negras sombras del alba, más allá de otras sombras, más vagas y espesas, que pueblan el aire de la noche. Pero hay otra Compostela oculta, cuando el sol pone fin a la lluvia fina que aquí llamamos orballo. La belleza de la ciudad, también nos sorprende cuando asoma el sol pues la piedra refleja la luz y cada instante recobra su encanto.
Y sigue siendo arte cuando la piedra alarga su sombra, en ese instante que llamamos "luscofusco",que es el momento mágico en que el sol deja paso a la luna. Entonces, las luces se abren paso entre los soportales iluminando hasta el remordimiento de la piedra, mientras los pasos peregrinos van en busca del perdón.

domingo, 13 de octubre de 2019

Las aldeas se mueren


La gente ha abandonado las aldeas soñando con una vida mejor para apiñarse en las ciudades y en la multitud, encuentra su temida soledad. La soledad se está convirtiendo en una terrible plaga que azota la sociedad contemporánea.
Un total de 1726 aldeas ya están abandonadas. El abandono del rural está convirtiendo las aldeas gallegas en un erial. En ellas todavía resisten unos pocos, la mayoría de edad avanzada. Cuando ellos mueran, nadie impedirá que la maleza se adueñe de sus casas y que la hierba cubra los caminos.
En una década casi medio millar de aldeas se han quedado deshabitadas en Galicia que perderá  cerca de 139.000 habitantes en los próximos 15 años. 
En la aldea el aire no está contaminado, el aire mece los árboles; a lo lejos, se ven las crestas azules de los montes, el celeste del cielo y las gordas nubes blancas que pacen como corderos en un prado celestial.
Los atardeceres, son perfumados; detrás de los muros las madreselvas se enroscan y trepan, se escucha el ladrido de los perros, el canto de los grillos. No hay grandes tiendas, ni industrias, ni fábricas poderosas. Las aldeas no despiertan la curiosidad de quienes no pertenecen a ellas. No hay brillantes luces de neón que se enciendan por la noche, ni escaparates luminosos donde mirar aquello que quizás no se pueda comprar, no hay discotecas ruidosas y sudadas, ni cines. Solo se aspira el perfume de los árboles, se ve el verde de los prados y se disuelve uno en la niebla cuando lo desea.
 Densa, superpoblada y ruidosa, la ciudad escupe multitud de seres anónimos por sus puertas viejas - puertas de los metros, de las oficinas, de los edificios de apartamentos - apesta a polución, a residuos, a partículas de gases.
El cielo es aparentemente gris a causa de la contaminación, es difícil caminar por las calles sin ser empujado, sin sufrir el asedio de múltiples súplicas: los desamparados de siempre, los que han perdido el empleo, los que nunca lo tuvieron, los que están enfermos, los que necesitan cuidado o estima o alguien que los oiga. Se pasa indiferente o se concede una limosna desesperada que no consuela a nadie.
La población de estas ciudades parece flotar; masas anónimas se trasladan de un lugar a otro, como olas, como mareas. Es un fluir simétrico, de un extremo a otro, como el péndulo de un viejo reloj para retornar invariablemente al mismo lugar de origen. Nunca está vacía, sin embargo el hombre se siente solo y a pesar de eso no retorna a su aldea.

Un gran número de abuelos están muriendo en la más absoluta soledad en las grandes ciudades.

domingo, 6 de octubre de 2019

Yo quiero ser marinero


El mar, en la noche, es una maravilla. Estar ahí quietos, flotando, bajo las estrellas, no hay nada igual...
Navegar por la noche es una experiencia fantástica, tanto si se hace a la luz de la luna, como en mitad de una noche cerrada. Soltar amarras de madrugada en una preciosa noche estrellada y con la mar como un plato reflejando todas las luces de la costa que poco a poco se desvanecen en la oscuridad produce una extraña emoción.



Navegar de noche, especialmente en aguas atlánticas supone el poder observar el efecto desconcertante de la fosforescencia del fitoplancton que activado por la hélice del barco va dejando  una preciosísima estela de luz verdosa que se asemeja a la cola de un animal fantástico. Y si se tiene la suerte de tener un encuentro con delfines en una de estas zonas ricas de fitoplancton, entonces se pueden ver iluminados debajo del agua en un efecto tan mágico como fantasmagórico.

Si no hay luna, el cielo es grandiosamente negro y plagado de un infinito número de estrellas como posiblemente nunca se halla observado en ningún otro lugar. Y...al amanecer si la atmósfera está cargada de humedad, se ve al cielo vestido de bellísimos colores pastel, con suaves tonos rosas, amarillos y azules. En estos momentos los primeros rayos del sol producen sobre las olas brillos dorados en un intenso rielar.

En la noche oscura se pierde la sensación de profundidad y es difícil evaluar las distancias. En general, la distancia, es mucho mayor de lo que nos parece. Es aquí donde el radar ayuda y enseña a valorar lo que puede ocurrir a nuestro alrededor.

La visión es pobre e inconscientemente se presta mayor atención a todos los demás sentidos. Se está más alerta sin pensar en nada más, haciéndonos más conscientes de los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor y así, de esta manera, nos hace sentir más vivos.




martes, 10 de septiembre de 2019

Sancosmeiro: ingenioso y desaparecido

Mi mar es el Atlántico, aunque no es mi mar, sino mi océano, que se funde en un salvaje abrazo con el mar Cantábrico en uno de los cabos más septentrionales de la Península Ibérica.
Para los marineros de estos mares indómitos, el cabo de Ortegal es un kilómetro 0 natural, donde las aguas del Atlántico y el Cantábrico tanto libran una brutal batalla en días de temporal, como se aman apasionadamente si se instala la calma frente a estos imponentes acantilados, donde el viento nordés ruge y el Atlántico se enfurece hasta el cabo Finisterre, mientras el mar Cantábrico se queda en su abrigo seguro de la Ría de Ortigueira, situado entre dos gigantes: el Cabo Ortegal y el cabo de Estaca de Bares.
Mis anclas han estado siempre echadas en Galicia, a los pies de este océano que me ha inspirado siempre un gran respeto pero también un inmenso placer.
Muchos barcos han navegado nuestros mares, algunos ya olvidados como el Sancosmeiro; una embarcación tradicional que ya no navega por nuestras aguas pero que sigue vivo en la memoria de muchos paisanos todavía.
Lamentablemente, siempre ha habido protagonistas, que a lo largo de la historia, han pasado desapercibidos de manera injusta.
A esta embarcación hay quien la define como la "adaptación en Outes de la dorna" (creada por los carpinteros de Outes) porque también tenía poco calado debido al adecuación del territorio que le es propio: la desembocadura del río Tambre en la Ría de Muros y Noya, aunque en realidad esta considerada como una variante del galeón.
El Sancosmeiro se dedicó principalmente al transporte de piedra pero también fue un barco de transporte de pasajeros.
Con una tripulación de dos o tres hombres lo más característico era su forma, muy ancha, con 8 o 9 metros de eslora.
Aunque no se sabe nada del carpintero que la diseñó, se cree que esta embarcación nace con el siglo XX en un momento histórico determinado y como respuesta a una realidad concreta.
El Sancosmeiro surge para  transportar piedra pero gracias a su capacidad de carga se irá adecuando a las necesidades que surgen en la ría terminando por usarse para todo tipo de mercancías: madera, cemento, ganado, cebollas, patatas, sombreros... facilitando así el comercio de la zona y siendo clave en el comercio de la ría llevando de un lado a otro a sus habitantes.
Inicialmente se propulsaba a remo y con vela latina aunque a algunas se les llegó a incorporar un motor, desaparecido actualmente ya que fue fruto de un oficio en decadencia

Este año se celebró la decimocuarta edición del Encuentro de Embarcaciones Tradicionales de Galicia en la Guardia, en Julio. Fue la primera de la historia del evento en la que buena parte de los barcos realizaron una travesía en mar abierta para aproximarse al punto de encuentro de la celebración. Esta singladura implica una gran dificultad a la hora de manejar las unidades de más de seis metros de eslora ya que la mayor parte de ellas fueron diseñadas para la pesca y el cabotaje en aguas costeras. 
Las embarcaciones permanecieron fondeadas tal y como se hacía en el puerto de la Guardia, en lugar de amarradas a muelles y pantalanes.

martes, 30 de julio de 2019

PORTALÉN : La entrada al mundo de los muertos.

 Hasta el Monte do Seixo subían y suben, peregrinos de todo el noroeste peninsular para invocar los favores de las muchas deidades que aquí, si, aquí, habitan. Es una de las montañas sagradas más espectaculares y a la vez más desconocida de Galicia.
Este antiguo santuario en la cabecera del valle del río Lérez y del río Verdugo, era el centro del mundo de los pueblos celtas que poblaron estas tierras. Un lugar mítico y mágico de la Galicia encantada: el santuario perdido de los celtas.
A Porta do Alén o Portalén - complejo megalítico único de Europa- es la puerta dimensional al otro mundo, el lugar al que se acudía en el mes de noviembre para hablar con los muertos.
En noviembre se asciende poco apoco al monte do Seixo.
A medida que voy llegando a la cima, el frío y el viento hace, que cada vez, se haga más difícil el ascenso como tantas otras veces lo habían hecho, padres, abuelos y remotos antepasados.
Debo subir sola al encuentro de mis seres queridos.
En el último tramo,la cumbre del monte se hace algo más llana y atravieso varios grupos de piedras gigantescas. No sirve cualquier piedra, debo llegar a un enorme peñasco con una gran fisura, coronado por una piedra que probablemente haya sido colocada a propósito por los pueblos que habitaron estas tierras. Es Portalén ( Porta ao alén ), que significa puerta del más allá). Un curioso conjunto de piedras en el que según la tradición, se puede atravesar la barrera que separa el mundo de los vivos con el de los muertos.
Al llegar allí entre la vegetación silvestre, subo los peldaños irregulares, que como si alguien los hubiese tallado,  llevan a la "puerta" que separa los dos mundos.
Después de traspasar el hueco formado por tres piedras, debo depositar un trozo de pan, un poco de vino o una vela encendida como ofrenda para los que viven al otro lado.
La tradición dice que una vez cumplidos estos tres requisitos, puedo hacer una pregunta a los fallecidos y para oír la respuesta debo prestar atención al murmullo del viento, que entre las rocas, me silbará la respuesta.
Siento miedo y un gran respeto. Sé que cuando haya escuchado lo que vengo a buscar, lo que me dicen los que viven al otro lado de la vida, debo regresar pasando de nuevo por el hueco de Portalén, ya que si continuara mi viaje sin regresar sobre mis pasos, mi alma podría quedar para siempre atrapada en la tierra de los difuntos. Tampoco debo revelar a nadie lo que los fallecidos me han dicho al otro lado de la "puerta", de no ser así, quedaría afónica para siempre.


jueves, 25 de julio de 2019

O santo dos Croques: Un ritual prohibido

El Pórtico de la Gloria sigue siendo un lugar de referencia para todos: peregrinos y viajeros. A sus pies, y a la sombra del imponente parteluz, se encuentra de espaldas la escultura del que algunos llaman San Mateo, pero  en realidad es el arquitecto de la obra y quien nunca fue canonizado.

Llegar a la Plaza del Obradoiro y entrar en la Catedral de Santiago representa para cualquier romero : triunfo, redención, esperanza  y la culminación de un viaje que remataba con los rituales de meter los dedos de la mano en el pilar de mármol que simboliza el árbol genealógico de Jesús y darse cabezazos en la estatua del maestro Mateo.
Santiago catedral interior santo dos croquesActualmente estas costumbres forman parte del pasado.










Se trataba de una tradición fomentada por los estudiantes de la Universidad de Santiago.  No se sabe cual es el origen de este práctica aunque se dice que nació de los universitarios compostelanos que buscaban ayuda divina para sus exámenes
Hace más de cuatro siglos, al parecer, comenzaron a darse tres golpes con su cabeza sobre la imagen - y seguimos muchos años después tratando de recibir una inteligencia  y una sabiduría que en cualquier caso no poseíamos - conocidos en Galicia como Croques, con la cabeza del Maestro Mateo  para que les pasara su inteligencia y memoria durante la época de exámenes . Cuanto más fuerte fuera el golpe  mayor sería el efecto según la creencia entre ellos.
 En vista de que algunos turistas, peregrinos y visitantes siguieron dándose tres cabezazos contra los pilares y el hecho de que la frente  del arquitecto arrodillado seguía llenándose de grasa, tuvo que vetarse esta práctica. Todo, con el fin de guardar la integridad de las piezas y parar su deterioro, pero no cabe duda que el encanto de aquel ritual lleno de magia y esperanza, desapareció.
Es bien cierto que en muchas ocasiones la inteligencia y la memoria deseada ser recibida sería, de concederse, un auténtico milagro.
Vinculado o no a los estudiantes en su origen, la mayoría de los expertos coincide en considerar este ritual de origen compostelano, asumido posteriormente por peregrinos,  uno más de los ritos en la catedral.
El grado de mitificación de esta figura por el pueblo de Santiago llevó a que muchos se refiriesen a ella como San Mateo.

ritual santo dos croques manoEl ritual de introducir las yemas en uno de los pilares se remonta también a la época medieval y está relacionado con los primeros romeros. A su llegada después de tantas penurias, colocaban la mano en el pilar para apoyarse mientras contemplaban maravillados al Apóstol.
Posteriormente el acto consistía en colocar los cinco dedos de la mano derecha en otros tantos huecos que existen en la columna, a la vez que se pedían cinco deseos. Los más creyentes debían, además, rezar otros tantos padrenuestros para que las peticiones se cumplieran.

 Esto fue generando un desgate importante en la piedra de tal manera que actualmente este ritual ya no está permitido.

lunes, 24 de junio de 2019

Meiga chuchona

Teño medo na casa da avoa, alguén fai uns ruídos arrepiantes pola noite.
¿ Quen será? ¿ Qué busca?

Baseado nuha lenda tradicional galega.
Unha muller vai perdendo todos os seus fillos por mor dun extrano mal cos debilita ata acabar con eles.
Sábese se unha meiga chuchona entrou nunha casa onde haxa nenos porque estes van mirrando e enfraquecendo sen que se saiba o motivo. E é que esta meiga chuchona lles zuga o sangue cada noite, a pouquiños.


No San Xián de Sergude había unha muller á cal lle morrían todos os fillos. A última nena que tivera levaba camiño de morrer tamén.

Pois isto ten que ser causa dun "mal de ollo" ou da "Chuchona", dixo a nai da muller que era anciá e, como tal, sabía destas cousas que se van aprendendo ó correr dos anos.

Entón un sábado pola noite colleron braña, tres xuncos, cortáronos a igual tamaño e marcáronos: un era a  "envexa", outro o " mal de ollo" e o outro a " meiga Chuchona".
¿Non che dicía eu? - dixo a nai- ¿ Ves coma é cousa de meiguería?

¿ E qué podemos facer? ¿ Quen pode ser a meiga?

Xa o saberemos. Polo momento hai que poñerlle a nena unha castaña de indias, un dente de allo e unha poliña de herba de San Xoan. E non deixala soa; de noite virá unha mosca moi grande e moi negra e pousarase no berce.

Esa é a meiga Chuchona que vén chuparlle o sangue a túa nena.
Hai que esconxurala dicindo " San Silvestre, meiga fora" e, ao mesmo tempo, pegarlle a mosca cunha poliña de loureiro. Dalle sen dó que si a matas non se perde nada. A muller proferiu as palabras  do esconxuro e, ao mesmo tempo o home coa póla de loureiro golpeou a mosca.

Ao día seguinte apareceu morta na súa cama unha vella de Tabeaio.

Esa era a meiga Chuchona que ía chupar o sangue dos nenos.


A meiga Chuchona é una figura mítica do imaxinario popular galego que da orixe a una lenda tradicional que se coñece co mesmo nome.
De acordó coa lenda, a meiga Chuchona entra ó empardecer o día nas casas onde hai cativos para lles chuchar o sangue, motivo que os fai enmagrecer até quedar o corpo mirrado.


A desnutrición foi un problema habitual entre os campesiños galegos, especialmente grave entre os meniños, os que debilitaba e consumía ata chegar, nalgúns casos a producir a súa morte, o que actualmente chamariase "raquitismo".
Adoitaba atribuirse a distintos poderes máxicos, coma o mal de ollo ou aos efectos dunha meiga chuchona.

Para evitar as meigas había a crenza de que podían empregarse diferentes remedios, como levar diferentes amuletos, un dente de allo, una figa, un corno de vacaloura.
Unha vez comezada a enfermidade, cando xa o meniño foi victima da meiga Chuchona, recorríase a outras prácticas pretendidamente curativas; por exemplo: queimar nunha encrucillada uns pelos do rapaz, nuha noite de lúa chea o tamén atarlle os dedos da man e pés cunha cinta e sair con él a un camiño despois das 12 da noite, pa pedirlle ó primeiro caminante con quen se atope que corte a cinta: "Homiño que vén á ventura, desenquirquílleme esta criatura"

miércoles, 19 de junio de 2019

Cantiga do neno da tenda

Sismundi es una aldea de unos cien habitantes, perteneciente al ayuntamiento de Cariño.
Situado al norte de La Coruña, limita con el Mar Cantábrico, Ortigueira y Cedeira.
Se encuentra entre la Sierra de A Capelada y la ría de Ortigueira. La mayoría de la población se concentra al pie de la sierra donde hay mayor protección y donde el suelo es más fértil, aunque la escasa agricultura que se da aquí es de uso personal.
La sierra de Cariño, con alturas que superan los quinientos metros, dan lugar a acantilados con fuertes pendientes  que contrastan con la llanura que forman varios de sus ríos al desembocar en el mar.
En aquellos tiempos en que en los hogares no se encendía el fuego durante tres días, después de que un familiar emigrara, poco más que las cartas les quedaban de consuelo a los emigrados a Uruguay Argentina.
Contemplando las olas de otro mar, imaginaban que besaban su arenal natal.
La sensibilidad de Lorca hacia Galicia se siente en sus poemas; para él, Galicia estaba incompleta sin sus millones de gallegos de la "Quinta provincia gallega" Buenos Aires.  


Históricamente la emigración del pueblo gallego se ha debido a factores políticos, económicos y sociales. Actualmente se estima que 10 millones de personas de ascendencia gallega dispersas gran parte de ellas, en Europa y América, aglutinados miles de ellos alrededor de "Centros gallegos"

El mayor grupo de personas de ascendencia gallega reside en Argentina, con más de 100.000 
gallegos siendo conocida como la "Quinta provincia gallega"

En "Cantiga do neno da tenda", Lorca refleja el sentir de los numerosos "niños de la tienda" que hablaron para siempre a través del poeta.


CANTIGA DO NENO DA TENDA

Bos Aires ten unha gaita
sobre do Río da Prata
que a toca o vento do norde
coa súa boca mollada                                            

SISMUNDI
¡ Triste Ramón de Sismundi!
Aló, na rúa Esmeralda,
basoira que te basoira
polvos de estantes e caixas.

Ao longo das rúas infindas
os galegos paseiaban
soñando un val imposibel
na verde riba da Pampa.

¡Triste Ramón de Sismundi!
Sinteu a muiñeira da agoa
mentres sete bois de lúa
pacían na súa lembranza.

Foise pra veira do río, 
veira do río da Prata.
Sauces e cabalos múos
creban o vidro das ágoas.

Non atopou o xemido
malencónico da gaita,
non  viuo inmenso gaiteiro
coa boca frolida de alas

¡Triste Ramón de Sismundi!
veira do río da Prata,
viu na tarde amortecida
bermello muro de lama.


CANTIGA DEL NIÑO DE LA TIENDA

Buenos Aires tiene una gaita
sobre el Río de la Plata
que la toca el viento del norte
con su gris boca mojada.

¡Triste Ramón de Sismundi!
RÍO DE LA PLATA ( Argentina)
Allá, en la calle Esmeralda,
cepilla que te cepilla                                            
polvo de estantes y cajas.

A lo largo de las calles infinitas
los gallegos paseaban
soñando un valle imposible
en la verde ribera de la Pampa.

¡Triste Ramón de Sismundi!
Sintió la muiñeira de agua
mientras siete bueyes de luna
pacían en su memoria.

Se fue a la orilla del río
orilla del Río de la Plata.
Sauces y caballos mudos
quiebran el vidrio de las aguas.

No encontró el gemido
melancólico de la gaita,
no vio al inmenso gaiteiro
con la boca florida de alas.

¡Triste Ramón de Sismundi!
orilla del Río de la Plata
vio en la tarde moribunda
rojo muro de lama.


lunes, 3 de junio de 2019

Santo Cristo de Maracaibo


Cuando se habla del Santo Cristo de Maracaibo, nadie, incluídos los expertos, distingue la realidad de la leyenda. El naufragio de este galeón  ha traído de cabeza a buceadores aficionados, caza tesoros extranjeros e intrépidos aventureros.

Han fracasado todas las expediciones para localizarlo y sin embargo los intentos se han venido sucediendo a lo largo de los últimos 50 años. No se conoce con exactitud donde yace sumergido y tampoco está probado que llevase la valiosa carga que le atribuye la historia: 900 toneladas de oro.
 La leyenda del Santo Cristo comenzó hace casi 308 años. Este hermoso galeón llegaba de América con otros barcos en una flota al mando del almirante y general Manuel de Velasco y Tejada, a la ría de Vigo.

Su escolta francesa le había recomendado que se protegiera ante la cercanía de una flota enemiga procedente de Inglaterra . Habían "olido" el oro y la plata coloniales que llevaban los barcos y estaban al acecho. Las dos flotas entraron en combate el 5 de noviembre de 1702 nada más pasar el estrecho de Rande.
4000 muertos y heridos entre franceses y españoles
El  Cristo de Maracaibo fue capturado en la batalla de Rande y se hundió mientras era remolcado a Inglaterra a la salida de la ría de Vigo, ya que el capitán, debido al desconocimiento de la zona, partió con la marea baja y el galeón no pudo remontar y se hundió lleno de riquezas.
Era el más codiciado de la flota inglesa entre los cinco que trataron de llevarse como botín tras el asedio de 18 galeones españoles en la ensenada de Rande.
Todo comenzó cuando la flota española partió de Cuba escoltada por barcos franceses el 11 de Junio de 1702. Transportaban plata de Perú, cacao y oro. Al llegar a las Azores conocen la noticia de que Cádiz estaba sitiada por navíos ingleses porque España estaba en guerra con Inglaterra y Holanda. Ante esta situación la flota española puso rumbo a Vigo, llegando el 23 de octubre. Allí mismo desembarcaron una parte del tesoro, que se transportó por tierra hasta Castilla  y la otra permaneció en los barcos.  La flota enemiga que sitiaba Cádiz, al no lograr su objetivo y regresando con las manos vacías a Inglaterra, decide ir hacia Vigo al llegarles la noticia de que la flota de las Indias estaba en Rande. Así comenzó una cruenta batalla por tierra y mar que terminó con la derrota y expolio de parte de la flota española.
Desde entonces se han realizado más de setenta expediciones a la zona para recuperar la parte del tesoro que permanece bajo el fango a ochenta metros de profundidad.

Dicen que está por descubrir uno de los mayores pecios de la historia de nuestras antiguas colonias, ya que se estima el valor actual del Santo Cristo de Maracaibo, en unos 3.500 millones de euros,sin embargo en la actualidad remover los lodos supondría poner en circulación plomo y otras sustancias que contaminarían la ría con el consiguiente perjuicio para la actividad pesquera y marisquera.

martes, 28 de mayo de 2019

Bajo el mar de galicia



Mar abierto y mil doscientos kilómetros de costa, sumergen  a Galicia en una historia de naufragios y barcos hundidos en combate; la mayoría de sus restos yacen aún bajo el agua, configurando un patrimonio cultural importante y difícil de cuantificar.

Entre 400 y 500 "yacimientos submarinos" se hallan en nuestra costa, fruto del gran número de hundimientos registrados a lo largo de la historia.


Algunos de estos tesoros fueron encontrados de manera fortuita por submarinistas, pescadores o empresas que realizan estudios de impacto ambiental en el mar.


La bahía coruñesa es una de las zonas señaladas como de las más ricas en pecios submarinos; se piensa que el antiguo puerto romano se conserve aún bajo estas aguas.

 Claro que si hay un lugar donde la historia anegó el mar de restos de naufragios, este es el territorio marítimo comprendido entre Carnota y Malpica, es decir, en la Costa da Morte.


En Camariñas, el Cementerio de los Ingleses nos recuerda una de las mayores tragedias: el naufragio en 1890 del buque escuela inglés Serpent.
Aquella tragedia dejó 172 muertos y sólo tres supervivientes. 
Alrededor del Cabo Vilán aún permanece hundido este barco, que además de alargar la leyenda negra de esta costa, aumentó la lista de tesoros históricos de Galicia-





Un poco más al sur, en la ría de Vigo, entre la isla de San Simón y el puente de Rande, se encuentra sumergido el pecio más popular: el de los Galeones de Rande.



Escondidas entre el fango y la arena, auténticas cápsulas del tiempo se esparcen por esta ría cargadas de datos históricos sobre aquella batalla  en la que en 1702, se hundió la mayor flota española, según dicen cargada con el conocido : "Tesoro español de Indias"



Tres anclas en el Parque de los Cedros de Vigo nos recuerdan aquel hundimiento legendario que conquistó a Julio Verne.
Leyenda y realidad de estos tesoros sumergidos duermen en nuestro mar alimentando los sueños de unos y otros.




Varios barcos hundidos han sido descubiertos en varios pecios de las Islas Cíes, pero ninguno es más codiciado que el santo Cristo de Maracaibo. Al parecer era el que llevaba a bordo todo el tesoro que motivó aquella batalla.

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