miércoles, 19 de marzo de 2025

EL INVIERNO

Llueve y la lluvia golpea los cristales con fuerza, llamando como para que le abran la puerta. La oscuridad no hace nada que ha invadido el valle y ha atrapado al sueño en su propio silencio y, afuera, se oye un lamento colarse entre las abiertas heridas de la casa vieja. Los faroles parpadean asustados ante la naturaleza que reclama y a gritos viene a realizar su penoso trabajo.
Es la danza del invierno que llama, que llega y despierta con rudeza la naturaleza haciendo que toda ella se agite.
Ruge, ruge cuando viene bajando el sendero azotando todo lo que encuentra a su paso. Las hojas mojadas por la lluvia que descansaban al fin para fertilizar la tierra, se ven arremolinadas y asustadas en un rincón del camino no sabiendo muy bien hacia donde dirigirse. Se sabe fuerte, poderoso: es arrogante, es orgulloso. Es el rey. Ante él, todas las fuerzas de la naturaleza se inclinan, mientras pasa arrogante y adusto por entre valles y mares, por entre pueblos y ciudades y todos ante él, ante su poder y su fuerza se esconden en sus casas, temerosos, esperando que abandone el lugar.     
Cuando hay temporal, el mar se agita levantando inmensas olas y, en el valle, los eucaliptos danzan al oír el silbido del viento. Se doblan, se descarnan, se desnudan de sus ramas heladas de invierno, mudan su corteza que el viento arranca a mordiscos mientras la lluvia arrecia  sin piedad.

SIN EMBARGO
                                                                                   

    "La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
                                                                                          algo de soñolencia resignada y amable,
                                                                                          una música humilde se despierta con ella
   
                                                                                   que hace vibrar el alma dormida del paisaje."
                                                                   Federico García Lorca



Hay una lluvia violenta; también una lluvia mansa y dulce que penetra sin lastimar la tierra, una lluvia que no se siente hasta que alcanza el ser más profundo de las cosas, una lluvia menuda que danzando se la lleva el viento. 
Orballo es melancolía, es agua leve y persistente. Si es más fina se llama "poalla", como polvo de agua, pero también puede llover a "caldeiros." Eso es mucho, muchísimo.
La morriña es como la saudade y aunque se diga en diminutivo esconde una melancolía atroz. Morriña por la vida en la aldea, por los afectos, por el paisaje gallego de montañas suaves,  por la dulzura del idioma, por el sonido de la gaita, por el orballo si no aparece, o por el contrario si aparece el orballo.
Da intimidad y silencio a las almas.

  
Abajo, en el valle, la niebla otorga al bosque la virtud de un silencio extremo y lo sepulta en capas de tiempo, mientras en las cimas de los montes, el día está luminoso y fresco.
Los mirlos y las pegas, levantan el vuelo a nuestro lado mientras la niebla sigue envolviéndolo todo, llenándolo de misterio.

Y, es que, ¡CHISSSS!,el invierno se va.



domingo, 16 de marzo de 2025

Follateiros



La villa termal de Lobios se encuentra al sur de la provincia de Orense, haciendo frontera natural con Portugal. Es la capital de la Comarca de la Baixa Limia, formada por los municipios de Bande Lobeira, Entrimo y Muiños.
El Parque natural Baixa Limia - Serra do Xurés, es el recurso natural más importante de la zona.

La tradición oral y el recuerdo de los vecinos de Lobios han hecho posible la recuperación de una antigua figura del Entroido Ourensano: los Follateiros y Follateiras. 

En Lobios no había un traje representativo, sino que cada pueblo tenía su figura. Se pensó en la posibilidad de recuperar la figura del  Follateiro, cuyo traje estaba hecho exclusiva y sorprendentemente con las diferentes partes del maíz.



Los Follateiros son un grupo tradicional de Lobios. Crean trajes utilizando ¨follatos¨ ( hojas de maíz) siguiendo una practica tradicional de la región montañosa del Xurés para celebrar el Entroido.

Los hombres  llevan un palo que utilizan para ¨faldricar¨o levantar la falda a las mujeres y como respuesta a esta tradición, las mujeres Follateiras portan un ¨toxo¨ ( una planta espinosísima, tanto, que solo con que te rocen con ella, se abre ante ti un campo infinito de estrellas), en la punta de su palo para evitar que les levanten la falda.



El uso del palo y la respuesta con el ¨toxo¨ representan un juego simbólico entre hombres y mujeres, añadiendo un elemento de picardía y diversión a las celebraciones del Entroido, en Lobios ( Orense).


Los Follateiros, representan la historia, las costumbres y la conexión con la tierra de la comunidad de Lobios, municipio de la Comarca de la Baja Limia en la Provincia de Orense, comunidad autónoma de Galicia, transmitiendo su herencia cultural a través de generaciones.

Tiene una inigualable riqueza paisajística caracterizada por la extensa variedad de flora y fauna y la peculiaridad de estar situado en dos países.

Uno de los símbolos del municipio es la calzada romana ¨Vía Nova¨, la vía romana número dieciocho del itinerario de Antonino que entre Braga y Astorga potenció el asentamiento de personas, así como un taller de grandes miliarios, grandes piedras que señalaban las distancias existentes en el municipio.

El conjunto más importante se encuentra en ¨Portela do Home¨



En el balneario de Lobios Caldaria, se puede disfrutar de las aguas termales que nacen en esta villa a una temperatura de más de 73 grados centígrados.

No cabe duda que en estos lugares, balnearios de Galicia, por cierto abundantes, se desprende uno de todo el estrés acumulado en nuestro cuerpo durante toda una semana.

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