miércoles, 19 de septiembre de 2018

Barco vikingo

De todas las embarcaciones que surcan las aguas gallegas hay unas que llaman poderosamente la atención y estas son los "drakkars"

Drakkar Ruta Vikinga
Estas embarcaciones nórdicas aparecieron en nuestras costas por primera vez en el siglo IX y aquí, en Galicia, pueden verse durante todo el año en el río Ulla a su paso por Catoira. Este municipio se sirvió de su vinculación histórica con los ataques normandos para hacer de la cultura vikinga su estandarte y convertirla en la seña de identidad del pueblo. Con las invasiones nórdicas nuestro litoral se vio obligado a cambiar y, por tanto, se hizo necesaria la construcción de todo un sistema defensivo para evitar que los temidos vikingos se adueñaran de nuestros tesoros.

El drakkar es un tipo de embarcación utilizada entre lo siglos VII y XI por los vikingos en sus incursiones costeras en busca de riquezas y se caracteriza principalmente por su formato alargado, estrecho y ligero. Su armazón era de madera y destacaba especialmente su escaso calado, lo que permitía desembarcos muy próximos a tierra. La navegación se realizaba a remo, y dadas las dimensiones del navío, los remos ocupaban completamente y de forma llamativa toda la longitud del barco. Su perfeccionamiento llegó con la incorporación del mástil central que daba cabida a una vela de formato rectangular para ayudar a los remeros en su labor.
Drakkar Torres de Oeste
Por otro lado, la singular decoración de proas y popas tampoco pasa desapercibida. En el caso de los drakkars los motivos utilizados eran los dragones. Estos adornos que ayudaban a diferenciar el tipo de nave, eran realizados con el fin de intimidar a la vez que tenían un carácter de protección frente a los malos espíritus del mar.
 Estas  incursiones dejaron una huella importante; tanto es así que todavía, en la actualidad, se refleja en una de las más destacadas fiestas de Galicia : la "Romería Vikinga de Catoira"

En este municipio de la provincia de Pontevedra, concretamente en la parroquia del Oeste, se encuentra una de las obras civiles más importantes de la Edad Media Gallega, el Castellum Honesti o Torres del Oeste y y en torno a ella se celebra cada primer domingo de Agosto una romería vikinga. Una fiesta que fue poco a poco cogiendo fuerza de tal manera que el gobierno municipal decide hacerse con un auténtico barco vikingo. Se construye así el Torres Oeste que es una copia exacta de una pequeña embarcación encontrada en el fondo del fiordo ROSKILDE en Dinamarca. Pasa así a convertirse en el protagonista indiscutible de la Romería Vikinga hasta que en el año 2002 es declarada fiesta de Interés Turístico Internacional y para conmemorar este logro comienza a construirse un segundo drakkar: FREDERIKSSUND en referencia al pueblo danés con el que Catoira se hermana.

Romería Vikinga de Catoira, Rias Baixas, Galicia by machbel
Estas reproducciones de los drakkars no se guardan en ningún museo, si no que se han construído para todo aquel que quiera navegar por el río Ulla  creándose  la Ruta Vikinga y, por supuesto para todos los vecinos de Catoira, convertidos en vikingos, cada primer domingo de agosto.




martes, 21 de agosto de 2018

SIEMPRE GALICIA

Galicia, siempre Galicia. Una tierra compleja y siempre sencilla. Posee una gran sensibilidad, una profunda y equilibrada ironía y un gran amor por su tierra.
Vivir en Galicia, significa amar la vida de lleno, amar esa lluvia fina que cae "milagreira", sin cesar, como un riego continuo que hace crecer la hierba y los maravillosos bosques. Vivir en Galicia es amar esos mares oscuros y bravos, unas veces, y acogedores otras; es amar, en fin, la Naturaleza entera.
Aunque en Galicia ha habido muchas guerras: invasiones germánicas, romanas, árabes, combates contra piratas normandos, contra tropas napoleónicas, no hay en ella un personaje que sobresalga. Todas son gente del pueblo que defienden su tierra, su casa, su libertad, porque todos van juntos para un fin común.
 Y cuando los gallegos contribuyeron a la reconquista de España con sus esfuerzos, no ambicionaron para sí pueblos ni condados: solo querían contribuir a que sus hermanos de la Península vivieran libres, sin temer que algún día se viesen ellos mismos avasallados por aquellos a quienes desinteresadamente ayudaban. 
 En Castilla sin embargo, la venganza privada es el alma de la leyenda castellana: el odio nacido de un agravio que se hereda inextinguible de una en otra generación implacable hasta verter la sangre del ofensor o la de sus descendientes. Siempre el móvil de la acción es una pasión material: ambición de riquezas, posesión de una mujer...
En Galicia hay más encantamientos que milagros, más amores que guerras, más tragedias de amor que traiciones, más humor que lágrimas. Las hadas gallegas no usan varitas como las castellanas, tampoco habitan en castillos; son más humildes y sencillas: se ocultan en las fuentes que brotan del suelo, se cubren con una sencilla túnica de lino. Hilan y tejen como las mismas mujeres del pueblo.

Hay muchísimas leyendas que se reparten por toda Galicia. Tal vez la imaginación que los gallegos heredaron de los celtas, la grandiosa naturaleza que configura esta tierra, la enorme preocupación por el más allá, los matices de los campos, el rumor del viento al cruzar los bosques umbríos, el sonido de sus cascadas, los insectos que alumbran, el lamento del búho o del moucho en los pinares, adquieren dentro de la noche, esa negra sombra que asombraba a Rosalía.
El sol, la luna, el mar, los ríos, las fuentes, los bosques, todo cobra entonces poderes sobrenaturales, y dentro de esta Naturaleza nocturna y fantasmal, la ánimas andarán dueñas errantes sembrando la duda, el temor, esa angustia del alma gallega que se resume en los versos de Rosalía.

"Teño medo dunha cousa                "Tengo miedo de una cosa
 que vexo e non sei que é."               que veo y no sé que es."

martes, 7 de agosto de 2018

Hombre lobo de Allariz: Manuel Blanco Romasanta

El caso de Romasanta, el hombre lobo de Allariz, sigue envuelto en  misterio y a día de hoy, todavía existen numerosos interrogantes sobre su culpabilidad pues aunque se auto inculpase, hoy en día no sería prueba de cargo suficiente para condenarlo.
Fue juzgado en Allariz en 1853 y condenado por asesinar 13 personas, asesinatos que cometió, según él, transformado en hombre lobo. La auto inculpación representó una" prueba clave" al no existir otras para condenarlo pues no se hallaron los cuerpos de algunas víctimas y de otras se supo que habían sido asesinadas por lobos auténticos.
En su defensa alegaba que su conducta respondía a un instinto fatal que lo llevaba a cometer crímenes al convertirse en lobo.


El caso de Romasanta ha sido uno de los que más ha transcendido internacionalmente. La reina Isabel II, intervino en su caso y le conmutó la pena de muerte por cadena perpetua mediante una Orden del 13 de Mayo de 1854.

Todo comenzó en el lugar de Regueiro, un pequeño  pueblecito de la provincia de Orense, el 18 de Noviembre de 1809 cuando nació el que después fue conocido como el hombre lobo  de Allariz.


A los 21 años se casa con una vecina de Soutelo de la que enviudará tres años después. Es entonces cuando decide recorrer los caminos como tendero ambulante por Galicia e incluso fuera de ella.
Era, al parecer un hombre mañoso, de esos que se dice " aprendiz de todo y maestro de nada ; fue cordelero, segador, sastre, trabajó de hilador y tejedor...
El 21 de Agosto de 1843 desaparecía Vicente Fernández, alguacil de León que iba a embargarle por una deuda de 600 reales... Las sospechas se inclinaban hacia Romasanta pero nadie pudo aportar pruebas y él puso tierra de por medio.
Al pasar un par de años empezó a confiarse y volvió a su oficio de tendero y, es entonces cuando mujeres y niños empezaron a desaparecer. Cuando lo detuvieron confesó haber matado a 13 personas convertido en hombre lobo por una maldición que le echó uno de sus parientes en su juventud y tras los asesinatos tenía alucinaciones en las que se veía rodeado de lobos.
Fue condenado por nueve asesinatos y absuelto de cuatro.
 Ha pasado a la historia como el único caso perfectamente documentado de hombre lobo en España.
En tierras de Orense antes de conocerle como el hombre lobo, se le conocía como " el Sacamantecas" y así se le sigue conociendo en muchas zonas de la montaña de esta provincia.
Se le llamaba el" Sacamantecas" porque se decía que se llevaba a los niños y a las mujeres con engaños, los mataba les sacaba la grasa y la vendía en Portugal.
De manera macabra aunque eficaz, se asustaba a los niños que no querían acostarse a su hora diciéndoles que iba a venir el hombre del saco o el" sacamentecas" por la noche y claro, a la cama se iban pero se pasaban gran parte de la noche sin dormir con el corazón helado por el miedo.

Fue condenado a muerte por garrote vil pero la reina Isabel II se interesó por el caso y le conmutó la pena por cadena perpetua.

El lobo, representa para los gallegos, el mal. Un hombre o una mujer lobo se pueden transformar  por varias causas;  entre ellas pueden ser  la maldición de alguna persona por ejemplo.

Su aspecto sería el de un ser amenazante, mitad animal, mitad hombre, con piernas y brazos largos, abundante pelo y enormes y plateadas garras. Pueden andar a cuatro patas o dos y sus ojos cambian de color dependiendo del lugar en que se encuentren.
No se conocen las circunstancias de su muerte pero lo que si es cierto es que  muchos gallegos sienten un terror ancestral al recorrer los caminos de Galicia en las noches de luna llena.


viernes, 13 de julio de 2018

El agujero del infierno

Al infierno se entra por Galicia

Cuenta la leyenda que, en los días de temporal y cuando el mar penetra en lo más hondo de sus entrañas, se pueden escuchar los lamentos de las almas en pena que vagan entre dos mundos tratando de expiar sus pecados y borrar sus culpas para que las aleje del averno y les permita descansar en paz ya  que sufren tormento en el fuego eterno. Los lamentos son audibles en tiempos de tempestades y dicen que un toro de cuernos de oro protege esta entrada al mundo de los muertos.
Poco puede contemplarse desde su boca, pues las paredes de esta cavidad forman una pequeña barriga que impide que se vea el fondo por más que los visitantes se empeñen en asomarse para intentar adivinar que es lo que yace en las profundidades.
En Galicia existen, al menos, 43 "Infernos", así llamados por el temor que estos lugares infundían en sus lugareños. Cuatro de ellos están en Vigo. Sin embargo, pese a lo pavoroso de su nombre, estos infiernos suelen ser lugares de una gran belleza y de una naturaleza aún no sometida por el hombre.
 De todos ellos, quizás el más conocido sea el "Buraco do inferno". El estruendo del fuerte oleaje de la rompiente oeste de Ons se ve amplificado por este altavoz natural, lo que ha dado lugar a la leyenda de que en la sima se oyen los lamentos de almas penitentes que ansían descansar en paz.



Se encuentra en la zona sur de la Isla de Ons y es una peligrosa caverna de 50 metros que desciende verticalmente hasta el mar. Está lleno de leyendas y supersticiones. Los isleños dicen : " En los días de temporal se oyen los gemidos de las almas atrapadas por el demonio". Probablemente el origen de estas leyendas sea el temor que inspiraba a quien se acercaba a la caverna los sones que emitían los diferentes pájaros que anidaban en su interior.

Y es que este agujero creado por el batir del mar en las rocas, fue cuna de leyendas y mitología para nuestros antepasados, los que desconociendo su origen natural, entendieron que los sonidos que de allí salían solo podían ser los propios del purgatorio y de las almas que en él estaban siendo castigadas.


La magia de las leyendas es que nos permite viajar a mundos que nunca hemos visto.
El Parque Nacional Marítimo- Terrestre de las Islas Atlánticas engloba los archipiélagos de las islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
 Estas islas mantienen un pasado en común, pues originariamente conformaron una misma sierra montañosa que, debido a los movimientos de las placas tectónicas y a la subida del nivel del mar, crearon las rías y las islas que conocemos.

Ons es, pero sobre todo fue, una isla habitada. Hoy en día, durante todo el año habitan en ella menos de 10 personas de lo que fue una población de 500.
En esta isla nos encontramos con un espectacular mirador, de nombre Fedorentos, debido a los olores que producen los residuos naturales como las algas y otros organismos traídos por las mareas.

También la caída de los ríos por su rugido, da lugar a distintos "infernos" en las cuatro provincias gallegas.

En Vigo se registran cuatro puntos que aluden al fuego eterno. Dos de ellos se hallan en la cara oeste de la isla de Monte Faro, donde el Atlántico bate contra los acantilados profiriendo fuertes alaridos, especialmente en los momentos de temporal.
Los otros dos puntos se concentran en la inmediaciones del Hospital Álvaro Cunqueiro.

domingo, 1 de julio de 2018

COSTA DA MORTE


Mucho se puede aportar para acabar con la falsa leyenda de la Costa da Morte  ( Costa de la Muerte) como lugar de aldeas dedicadas  a provocar naufragios y saquear buques, que ni siquiera es leyenda popular sino literatura foránea.
 En cuanto a la LEYENDA NEGRA, los naufragios en la costa próxima al cabo Finisterre a finales del Siglo XIX de una triada negra  de barcos ingleses con grandes pérdidas de vidas humanas, causaron una serie de controversias políticas nacionales. Levantaron una pseudo literatura y artículos  de cierto sabor naturalista escabroso y malintencionado. Decían que aldeas se entregaban al oficio de causar el naufragio de barcos, a la matanza y al pillaje organizado.
 Nunca hubo mafias, ni siquiera una mínima organización, una aldea dedicada al naufragio de barcos en la Costa da Morte. Nunca en ningún juicio, ni testimonio, se mencionó tal cosa; nunca. Otra cosa es el robo de mercancías llegadas a la costa, el intento de "pillar algo" de un barco abandonado o con escasa vigilancia, querer obtener algún provecho de un despojo marino. Eso lo hubo y lo sigue habiendo en todas las costas del mundo.
La primera vez que aparece la mención de falsas luces en la Costa da Morte la tenemos en un artículo  de 1882 del periodista Alfredo Vicenti en la Ilustación Cantábrica, tratando del naufragio del Sunrise, en ese año 33 tripulantes de este barco inglés fueron salvados por un marinero de Finisterre y sus dos hijos de 11 y 9 años. Vicenti lo pone como ejemplo de valor para acabar con la calumnia a estas gentes porque: “ hasta hace poco se decía que en las noches de temporal, en esta comarca agitaban antorchas con objeto de atraer a los buques a las piedras y aprovecharse luego de los restos del naufragio”
No hay un solo dato, una sola prueba escrita, ni siquiera una mención, ni una linea de un tripulante , de un armador, de un supuesto testigo de un naufragio sucedido en la Costa da Morte, que afirme en los dos últimos siglos que un barco naufragara víctima de luces en tierra, faroles, malas acciones de las gentes de Finisterre. Al contrario, son cientos las alabanzas al salvamento y atención de náufragos con riesgo de pérdida de vidas y muertes de los vecinos de las pobres aldeas de pescadores de la Costa da Morte.
La historia de falsas luces que confunden navíos es absurda, máxime en las condiciones de la Costa da Morte, en donde sucedieron cientos de naufragios de barcos enfrentados a una costa a sotavento con borrasca, poca o nula visibilidad, sin haber tomado marcas anteriormente. Un lugar de promontorios donde las luces están para alejar, no para atraer. En Finisterre las luces, los faroles no sirven para nada ni en la espesa niebla. Y en medio de terribles tormentas, fuertes aguaceros, ¡ qué luz, qué farol se prendería, qué ser humano ni atajo de mulas podía estar a la intemperie en calas imposibles, sin caminos esperando un barco!
Las causas naturales se llevan la palma en la lista negra de los siniestros marítimos, como sabe cualquier navegante  que conozca la región y nada tiene que ver con las pobres aldeas de pescadores, vivero de marinos de la base naval de Ferrol o de la Real Armada.

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