"Malleus Maleficaron", un libro que fue denominado el "Manual del Inquisidor" y recopilaba todo el conocimiento existente sobre las hechiceras hasta el momento.
"En nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Sepan todos los hombres por las presentes que en el año de nuestro señor 1487 el supremo Pontífice que ahora reina, ordenó y otorgó a los Inquisidores el poder de investigar e inquirir en la herejía de las brujas y les concede toda la facultad de juzgar y proceder contra tales" Con estas palabras se hizo oficial, el 19 de Mayo, la aprobación del "MALLEUS MALEFICARUM" o "Martillos de las brujas".
Un manual creado por dos inquisidores para, entre otras cosas, detectar, capturar, juzgar y aniquilar a todas aquellas mujeres que, mediante la hechicería, cometieran atrocidades como embrujar a un hombre para que perdiera su miembro viril o mantener relaciones sexuales con demonios para engendrar criaturas infernales. Un libro maldito que provocó la muerte de hasta 60.000 mujeres inocentes.
La Edad de Oro de la brujería se vivió en Europa alrededor de los siglo XV y XVI. En esa fecha el papa Inocencio VIII publicó una bula en la que corroboraba la existencia de brujas y hechiceros y permitió la elaboración de un tratado esotérico que aglutinara todos los conocimientos existentes sobre este tema con el objetivo de acabar con dichos demonios.
Bajo el auspicio del Papa, que permitió juzgar los delitos de brujería como crímenes de herejía, se entregó la responsabilidad de crear este manual a los frailes dominicos ( e inquisidores). El resultado fue una curiosa " enciclopedia de las brujas"que puso sobre el papel el conocimiento existente sobre estos supuestos seres y dio "credibilidad y autoridad" a su existencia.
El "Malleus" plasmaba en detalle las creencias y las prácticas de las brujas y los modos idóneos de reconocerlas, apresarlas, condenarlas y quemarlas en la hoguera. Fue reeditado 14 veces hasta el año 1520 convirtiéndose, sin duda, en la obra más vendida de su tiempo. Un auténtico best seller de la época.
Su estructura se divide en tres partes. En la primera, se da por sentado que las hechiceras existen y se señalan los males que realizan. En la segunda, se describen las formas de brujería y como se pueden evitar sus acciones. La tercera parte es la dedicada a los cazadores de estos seres en donde se hace una relación de la forma de encontrar y destruir a estos seres diabólicos.
Todo esto hizo que fuera considerado el manual básico de todo inquisidor. En él lo que se planteó por vez primera es que la brujería era un problema colectivo y generó la necesidad de luchar contra lo que según se creía "era un mal público" lanzando el dedo acusador sobre el peligro que le suponía a Europa el fenómeno colectivo de las brujas.
La caza de brujas alcanzó unos niveles tremendos en Europa. El 80% eran mujeres ya que se empezó a temer por el incipiente feminismo que estaba avanzando en la sociedad de entonces.
Fue uno de los libros más oscuros y nocivos en la Historia de la Humanidad.
La revolución de la imprenta del siglo XV permitió que el libro por dos siglos fuera el segundo texto más vendido, después de la Biblia.
Dejó como testimonio el alcance, la crueldad y estupidez de la raza humana que la Historia nunca olvidará.
Gracias a esta oscura obra se condenó a medio millón de" brujas" entre los siglos XVI y XVIII. Por él, en apenas tres meses, cinco mil mujeres fueron juzgadas en Génova, siete mil en Trier y, en los famosos Juicios de Salem llevados a cabo en Estados Unidos a fianles del siglo XVII, cuatrocientas sintieron el peso del martillo inquisitorial: 230 fueron quemadas en público frente a las masas histéricas y fanáticas, veinte fueron atrozmente degolladas y, con algo de suerte y "misericordia" de los jueces, 150 fueron a parar a prisión.