sábado, 31 de octubre de 2015

Polvo en el viento

Ha llovido mucho estos días y los días y las noches han estado sumergidos en una niebla densa que invita a recordar. Quizás  haya aparecido para amparar sentimientos y dolores, buscando los rostros de los que se fueron.
Huele a flores, a cera, a plegarias y a rezos, a agradecimientos y culpas y también a perdón y a soledades porque todos ellos caminan entre las sepulturas; entre crisantemos y claveles.
 Pensando y sintiendo, aparece en mí ese regusto que deja en el alma un antiguo dolor, un dolor viejo como el tiempo vivido. Un dolor que acaba siendo el más fiel amigo, ese que sabe de tus sueños incumplidos, de tus esperanzas rotas, ese que te arropa en las noches en vela, cuando el sueño se ha ido y no quiere volver a dejar en tu almohada los murmullos de un silencio que no llega.
 Se hace tarde para soñar y aquí están la mismas preguntas; esas que uno se hacía antaño cuando la vida parecía no tener fin.

Y es que estamos hechos de otros, de aquellos que nos han querido y de aquellos otros que tuvimos el deseo de que lo hicieran. Y así... entre las sepulturas aparece la tristeza.

En mi alma,
agazapada en el silencio,
como una ladrona
esperando para sorprenderme,
ha aparecido sin que yo la buscara
ni la echara de menos.

¿ Por qué no te vas?
Le digo bajito y...en silencio
para que no lo oiga nadie, 
para que nadie lo sepa.

 Pero ella... me mira y sonríe
y se queda callada
avanzando despacio
por las calles del alma,
quitándome el aire
con el que yo me alimento.



En esta noche  y en las demás noches.

lunes, 26 de octubre de 2015

Samhaín


El Samhaín ( en su origen gaélico, Samhain, significa noviembre o " fin del verano". Se celebraba hace miles de años en todo el territorio celta en la noche del 30 de noviembre, con motivo del fin de la temporada de cosechas y la llegada del invierno.
 Los druidas, sacerdotes paganos de los celtas, consideraban esta fecha como un momento perfecto para reverenciar a los ancestros que visitaban sus antiguas aldeas, y para ello se santificaban mediante ritos que conducían  a lograr su intersección.
Cuando caía el día y la noche se apoderaba de la luz, los druidas encendían hogueras con ramas sagradas y bayas de muérdago que anteriormente habían recolectado en lo más profundo del bosque. Su función, no era solo ahuyentar a los malos espíritus, sino también, guiar a los muertos en la oscuridad y facilitarles el camino hacia la aldea para participar en las honras preparadas por sus familiares.
En los pueblos y aldeas de Galicia se ha dado siempre una gran importancia a la comunión con los muertos. Hasta no hace mucho se pensaba que los difuntos visitaban por estas fechas las iglesias y ermitas donde se celebraban misas por su alma, mientras que en las casas se preparan alimentos para reunirse con amigos y familiares.
Las ánimas, vuelven así por un día, para calentarse junto a la chimenea  y comer en compañía de sus familiares vivos, alejando  la tristeza del camposanto.y
Durante el día de difuntos estaba desaconsejado alejarse de la aldea, pues  los vecinos debían relacionarse entre ellos y sus antepasados.
Y es que en Galicia la muerte se vive de una forma muy especial. Es así, ya lo he comentado muchas veces. Un cementerio gallego, estará siempre cerca del pueblo y resulta muy grave no asistir a él ese día de difuntos, donde las personas vivas se encuentran y se relacionan en ese día, así como también con sus muertos.
En las aldeas, cuando muere algún vecino,en las esquelas, además de aparecer los datos del finado se acompaña  un horario de autobuses: aquel que contrata la familia para recoger a los allegados de las aldeas que quedan más distantes .
Esta sensibilidad hacia el mundo de los muertos es la mejor muestra del sentimiento celta en Galicia y el legado más extendido del Samhaín , una fiesta druídica que se remonta a los tiempos oscuros anteriores al cristianismo y a la cultura impuesta por los pueblos civilizados.
En la festividad del Samhaín, en las aldeas célticas, se utilizaban los cráneos de los enemigos vencidos en batalla para iluminarlos y colocarlos en los muros de los castros..
 Fue en el siglo XIX cuando la tradicción del samhain se exportó a Estados Unidos a partir de países como Escocia e Irlanda, cuya población emigró en masa a Norteamérica. Este es el origen del Halloween actual ( término derivado de All Hallows' Eve, ' Víspera de Todos los Santos' ) una fiesta reimportada después a nuestro continente en un intento de alienar nuestras tradiciones más arraigadas: precisamente aquellas que dieron origen y significado al rito actual de reverenciar a los muertos.











viernes, 9 de octubre de 2015

Petos das ánimas

Galicia está formada en su mayoría por pequeñas aldeas, dispersas y diseminadas entre sus profundos y hermosos valles que han favorecido la conservación de sus creencias y costumbres desde tiempos ancestrales.


Es su orografía la que la hace especialmente misteriosa, atractiva, seductora y hermosa.

Uno de los rasgos del sentir de su gente es el estrecho vínculo que une al gallego con su tierra a la que ama profundamente. Esta unión alcanza su punto culminante en la muerte y el deseo de ser enterrado y fundirse con aquello que tanto quiere.

En el mundo gallego, la muerte no tiene un carácter apocalíptico sino esperanzador

 Fue la iglesia, la que con su propagación de la idea del purgatorio y el fenómeno de la devoción de las almas que allí van a parar, determinó la puesta en pie de estos petos.
Estos petos colocados en encrucijadas de caminos y plazas recogían pequeñas ofrendas y limosnas de los caminantes, destinadas al pago de misas por sus almas.




La encrucijada ha sido siempre un lugar de encuentro entre los habitantes  del mundo visible e invisible. Son los lugares más frecuentes pues son los lugares más concurridos por los vecinos y tradicionalmente uno de los puntos con mayor contacto con lo sobrenatural. Es el centro del universo-aldea. 
La muerte no quiebra la convivencia entre quienes se han ido y los que se quedan, de tal modo que el cambio de amores, obligaciones y ayudas prosigue más allá de la muerte con nuevos aspectos.
Los seres del otro mundo habitan en el espacio no urbano y los vivos en la aldea y, en la encrucijada se encuentran.

El estudio de este espacio sagrado es importante para entender un sin fin de ritos y creencias muy arraigadas en el pueblo gallego; como la muerte, las meigas o el demonio .

En las encrucijadas se realizaban prácticas curativas, así como encuentros con las meigas, el demonio o la Santa Compaña. Además, es lugar de veneración a los difuntos y ánimas del purgatorio.

 La iglesia no podía permitir este tipo de prácticas herejes e intentó cristianizar estas encrucijadas colocando en ellas "cruceiros" y "petos de ánimas" De esta forma la convivencia entre vivos y muertos llega a ser prácticamente diaria. 

La muerte se siente cerca, ven a sus muertos en los sueños y despiertos, hablan con ellos, los esperan y los temen. Todo ello se remonta a un sentir muy anterior a la concepción cristiana del purgatorio introducida por la iglesia.

 En las gentes de las aldeas sigue dándose la idea de auxiliar a las almas necesitadas de purificación y esto ha permitido una mayor conservación de estas construcciones.

La zona donde los petos son más representativos, son en el sur de Galicia y norte de Portugal, aunque se pueden localizar algunos en las provincias de Lugo y de la Coruña

Los petos están hechos, normalmente, de piedra y son de forma muy variada, llevan una hucha para echar limosna, con un cristal o una reja para protegerlo y normalmente una cruz en lo alto.
Todos tienen como motivo central las ánimas entre las llamas de purgatorio y una figura central que vela por ellas. Esta figura central puede ser un obispo, un rey o un santo. También puede aparecer la figura de Cristo en la cruz o de la Virgen, así como otras figuras secundarias como ángeles del purgatorio o elementos de la pasión.

Así pues, en Galicia tenemos resuelto  el dilema de la cuarta dimensión.











martes, 29 de septiembre de 2015

La playa y el mar

Hacía días que no bajaba a la playa. La mañana se presentaba hermosa. Estaba gris, pero no amenazaba lluvia; aunque, por si acaso, metí en el coche el chubasquero ya que tardo una hora en ir y volver de un espigón  a otro.

La playa estaba como a mí me gusta: prácticamente desnuda; algún que otro paseante como yo y poco más. Hermosa, adornada con cintas de algas brillaba bajo una grisácea luz. La arena estaba blanda y caminar así supone un gran esfuerzo: los pies se hunden profundamente, más, que si la arena está firme y se siente como el agua mezclada con la arena se escurre entre los dedos.


Olía a sal, a brisa húmeda... Iba descalza. El mar agitado, estaba gris; las mareas vivas ya habían llegado. Abrazaba a la arena de la playa como si quisiera llevársela con él -mar adentro- donde, solos estuvieran abrazados en una abrazo sin fin, eterno. Era doloroso ver como el mar subía llamándola, buscándola. Y ella, empapada de mar, lloraba y dejándose acariciar, se quedaba envuelta en su danza. Las huellas de las pisadas eran sus lágrimas...

Después me fui. Ella se quedó desierta, llamándole.




Danza del mar y la playa cuando sube la marea.

sábado, 26 de septiembre de 2015

"A romaxe dos cadaleitos" o La romería de los ataúdes


Es esta una romería extraña e inquietante. Comienza a las doce del mediodía, normalmente, cuando el sol está casi en lo más alto del cielo. El calor es fuerte en esta época del año - 29 de Julio - en la parroquia de Santa Marta de Ribarteme- concello das Neves- en la provincia de Pontevedra. Se llama: "A romaxe dos cadaleitos" o la romería de los ataúdes.

No cabe la menor duda de que, entre todos los allí congregados, la muerte se pasea silenciosa burlada una vez más, pero bien es cierto, que ella es paciente y sabe esperar.

El silencio de la multitud contrasta con el sonido que deja en el aire el doblar de las campanas.

Los "ofrecidos" son aquellas personas que han sufrido una larga enfermedad y viendo que se consumen lentamente en una agonía sin fin, se "ofrecen" a un santo, a la Virgen o al  Nazareno. En esta ofrenda se comprometen a hacer algún tipo de sacrificio o una peregrinación, como una expresión pública, si se curan de la enfermedad, en agradecimiento a la intervención divina.

La escena, para que engañarnos, impone, o en cualquier caso produce asombro, pero de ninguna manera deja indiferente a los visitantes y mucho menos a los que se han ofrecido o participan de tan impactante procesión.
Se puede catalogar de tétrica una procesión de ataúdes abiertos donde van personas vivas en su interior o cuando menos extraña y, un poco espeluznante.

Grande es la devoción a Santa Marta y grande también el miedo a la muerte y al sufrimiento para permanecer en una caja de madera más de una hora y bajo un sol de justicia en agradecimiento a que les haya salvado de la muerte.

Santa Marta- hermana de Lázaro- protectora de los desahuciados.
La fama milagrosa de Santa Marta es debida, según la iglesia católica, a la relación que tenía con Jesucristo, ya que Santa Marta era la hermana de Lázaro.

Los devotos son muchos y desde hace siglos se ofrecen a la santa para salir en procesión si no mueren.

Otros se visten con una especie de gasa blanca o tul que hace las veces de mortaja y desfilan junto a los féretros  llevando velas encendidas.
Las campanas repican mientras la procesión abandona la iglesia y los fieles entonan salmos. Mientras, la banda de música acompaña con una letanía haciendo que todo el conjunto ponga la carne de gallina.
















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