domingo, 8 de febrero de 2015

LA MÁSCARA


"Yo" no he sido tanto "yo" como los personajes que representé en este carnaval literario. 
Ellos son, pues, en buena parte, mi biografía" ( Miguel Delibes)


El carnaval, etapa en la que durante unos días a las personas se nos permite dejar de ser nosotras mismas para ser aquello que en el fondo deseamos ser.
 De alguna manera si nos colocamos una máscara creemos que podemos convertirnos en aquello que la máscara representa. Nos ofrece, al menos por un momento, la posibilidad de deshinibirnos y ser otro.
La máscara concede libertad y la posibilidad de esconderse detrás de algo que no deja ver quienes somos, sin embargo este ocultamiento es paradójico, porque tapa una identidad, pero descubre una intimidad. Algo que ocultamos a los demás en esos días queda al descubierto.
Se nos permite vivir una fantasía que está aceptada socialmente en ese ambiente donde la alegría reina durante el tiempo que dura el carnaval.

Quién se disfraza suele hacerlo de aquello con lo que se siente identificado de alguna manera.  La máscara lo que sí oculta es ” otro yo “. La máscara concede libertad: “esconderse detrás de algo que no deja ver quienes somos tiene el beneficio de sacar algunos rasgos de personalidad escondidos”.
 Hay un permiso, una especie de tiempo de tolerancia para vivir una "fantasía" aceptable socialmente.
El verdadero éxito del disfraz reside en que, quien lo lleva no sea reconocido como la persona que es, sino como la deseada.
Los disfraces permiten modificar nuestra realidad para realizar un sueño. El pobre se puede convertir en príncipe, el bueno en demonio, el blanco en negro y viceversa, y el hombre en mujer o al revés. Las personas encarnan aunque tan sólo sea por unas horas la vida de aquellos personajes que siempre les hubiera gustado ser.
Cualquier disfraz o máscara, refleja algo que nosotros mismos no nos atrevemos a revelar cuando nos vestimos en el día a día. El individuo se libera de su identidad establecida y sale a la calle como "otra persona".
Nuestra personalidad es compleja. Una máscara no es lo que uno es, sino una representación, verdadera o falsa, que se exhibe. Se utilizan en todas partes del mundo porque cada ser tiene diferentes facetas: lo que somos, lo que queremos ser, lo que aparentamos, lo que los demás ven o quieren ver en nosotros. Estas distintas "caras" de nosotros mismos, la mayoría escondidas, son las que nos hacen desear ser otro de manera subjetiva e inconsciente. El disfraz permite sacar temporalmente la máscara que siempre llevamos. 
La sociedad impone ciertos roles que a veces enmascaran nuestro verdadero ser. Esto es que, una parte de nosotros mismos esta "enmascarada" y cuando nos disfrazamos, nos permitimos ser como en realidad quisiéramos y después nos volvemos a colocar la máscara de nuestra "personalidad socializada".

sábado, 31 de enero de 2015

La sombra que deja el olvido

Esta tarde de lluvia y viento trae viejas morriñas y recuerdos de otra tarde de lluvia que vuelve desde muy lejos trayendo imágenes, aromas y humedades que se pegaban a la piel.  Música de "orballos", de luces y sombras reflejadas en la conciencia de esas piedras que viven en Compostela.

Hay una historia que quiero compartir, una historia de solidaridad y también una trágica historia de dos mujeres gallegas que bajo la fama de locura se escondía un drama personal.

Ellas eran muy conocidas en Santiago como "Las Marías" e inmortalizadas, ahora, en una escultura al comienzo de la Alameda.

Eran trece los hijos e hijas que tuvieron Arturo Fandiño y Consuelo Ricart, una pareja de artesanos que vivían del fruto de su trabajo.

Tres de sus hermanos eran miembros destacados de la CNT.
 Al estallar la guerra civil asesinan a uno de ellos mientras los otros dos consiguen huir y aquí, comienza la tragedia, el drama de unas jóvenes que los falangistas tratan de utilizar  para dar con el paradero de los hermanos.

Su juventud se había alimentado hasta entonces del clima de animación y esperanza que se vivía en Santiago. Cuando las hermanas Fandiño salían a la calle vestidas con la ropa hecha en casa, pues eran costureras, los estudiantes galleguistas y republicanos les llamaban "Libertad, igualdad y fraternidad" y los estudiantes de derechas "fe, esperanza y caridad" porque entonces eran tres, pero una falleció pronto.

Después de la sublevación militar franquista, este sueño revolucionario quedó ahogado en sangre. Las mujeres de la casa vivieron el horror que los falangistas les proporcionaban llegando a casa a altas horas de la madrugada llenando de terror a sus ocupantes y allí de noche, las sacaban desnudas a la calle, torturándolas, intimidandolas  y arrebatandoles la dignidad.

.Con poco más de 20 años la vida de "Las Marías"  se convierte en un mal sueño, una pesadilla que duró desde el inicio de la guerra hasta mediados de los años 40 cuando finalmente los hermanos huidos fueron arrestados y cesó la presión sobre las Fandiño.


A partir de entonces el trabajo desapareció, los clientes dejaron de llevarles ropa "por miedo a significarse ya que eran de una familia de anarquistas". Vivían en `parte gracias a la caridad de los vecinos que dejaban de forma anónima pequeñas cantidades de dinero en distintos comercios en los que después ellas compraban.
Consiguieron crear un mecanismo de defensa para poder sobrevivir a las vejaciones y humillaciones vividas: enloquecieron y, en su locura recuperaron el sueño de su juventud, escuálidas como si saliesen de un campo de concentración se vistieron de luz y color y llenas de afeites, polvos de arroz, colorete y carmín salían todos los días a la misma hora con la dignidad recuperada y  con la fuerza de su locura desesperanzada y cruel, llena de hambre y miseria pero digna.

Siempre decían que todos los hombres se enamoraban de ellas y flirteaban con los estudiantes. Se les ha atribuido un papel fundamental  en esa época de represión. Mucha gente que se sentía ahogada por el régimen y que no se rebelaba por temor a represalias, veían en "Las Marías" ese grito de libertad pues manifestaron su locura mostrándose rebeldes contra la sociedad.

jueves, 22 de enero de 2015

LA RIBEIRA SACRA


Miles de historias y leyendas rodean este lugar como en casi cualquier otro de Galicia, sin embargo, es ésta quizás una de las más bellas. El dios Júpiter se quedó prendado de la hermosura de esta tierra gallega y para poseerla, la atravesó con un río, el Miño, sin embargo su esposa, la diosa Juno que no deseaba compartir su amor con una extraña pensó que Júpiter la repudiaría si en la faz de aquella hermosa tierra abría una profunda herida. Una herida que en algunos lugares casi alcanza 300 m de desnivel en la vertical y que hoy son los Cañones del Sil.



Podemos navegar el río en un tramo de 40 km admirando las laderas de la Ribeira y siguiendo el curso del río contemplar las viñas en los socalcos o escalones de piedra que datan de la época de los romanos.

Discurre el río por el sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Orense haciendo frontera natural entre ambas.
Antes de desembocar en el Miño, el río Sil extiende sus aguas a lo largo de un profundo cañón navegable, una garganta excavada por el mismo. Un precioso cañón y una preciosa garganta.

Hay un lugar especialmente mágico llamado O cabo do Mundo, un meandro del Miño, una península que obliga al cauce del río a dar una cerrada curva formando un paisaje bellísimo. 

Imposible no extender la mirada por las aguas del río y por los viñedos y mimosas que cubren la ladera, en la que, según en la época del año en que se visite, este lugar estará pintado de colores diferentes: desde el amarillo de las mimosas en Marzo a los rojizos y dorados de la viñas en otoño o los verdes del verano e invierno. Estamos en Nogueira de Pedrido. Apenas un puñado de casas de piedra tapizadas de musgo como cualquiera de las aldeas que pueblan esta tierra y, así durante todo el recorrido de estas aguas, los mares interiores de Galicia, llenaran de belleza nuestro corazón.


miércoles, 14 de enero de 2015

La ría de Vigo
















Protegida del océano por las Islas Cíes, la ría de Vigo se abre por el norte en Cabo Home, rincón que impresiona en cualquier época del año, aunque en invierno su espectacular belleza se hace sentir más adentro cuando el mar desafiado por el viento silba y ruge entre las islas y azota con fuerza los acantilados volviéndolos  ariscos y escarpados. Por el sur, en Cabo Silleiro, el faro se yergue desafiante oteando un mar que en calma refleja una enorme paz, sin embargo, de repente, puede volverse furioso ante la provocación del viento y agita sus aguas llenas de espumas blancas que amenazan con engullir todo aquello que se encuentre por delante.

Es, si no la más grande quizás, si,  la más hermosa de todas las rías gallegas, si bien es verdad que contemplar cada una de ellas conforma un espectáculo inolvidable. 

Es el mayor tesoro de la ciudad, su pasado y su futuro.Se adentra en la tierra para mezclarse con el agua del río mientras las laderas de los montes  van formando siluetas a lo largo de todo su recorrido.

Por donde quiera que nos asomemos nuestras islas se dejan ver donde la ría se abre a mar abierto, están siempre presentes en el corazón de los vigueses y nos sentimos orgullosos de ellas, son como nuestro símbolo de identidad. Hermosas como tres bastiones,  guardan la entrada al viento del oeste y fueron siempre una zona de refugio para ingleses, holandeses y moriscos, sirviendo de apoyo a todos los navíos que navegaban por el atlántico.

Si el mar se retirase de la Ría de Vigo, un largo valle, dejaría al descubierto restos de buques, galeones, mercantes, submarinos y pesqueros que asomarían sus esqueletos sobre el lodo y la arena en donde se guardan leyendas e historias ocurridas en otros tiempos.

Dicen que trece embarcaciones están sumergidas en el fondo de la ensenada de la isla de San Simón hundidos en la batalla de Rande, librada en Octubre de 1702 entre una escuadra franco-española y una anglo-holandesa, allí donde la ría se estrecha, siguen sumergidas. Allí donde parece que pudieras alcanzar con tu mano la otra orilla y sus dos costas pudieran fundirse en un beso Allí donde la ría ofrece su espectacular belleza en cualquier atardecer.







miércoles, 17 de diciembre de 2014

Recetas de Nadal



Desde  mi tierra, mi hogar, y contemplando un instante de atardecer mirando hacia mar abierto, escribo esta receta especial que alguien compartió conmigo para estos días, aun cuando es recomendable en todas las épocas del año.

PREPARACIÓN:

Limpia los recuerdos, quitándoles las partes que estén echadas a perder o que no sirvan.
Agrégale una una las sonrisas, hasta formar una pasta suave y dulce.
Ahora añade las esperanzas y permite que repose, hasta que doble su tamaño.
Lava con agua cada uno de los paquetes de la alegría, pártelos en pequeños pedacitos y mezcla todo con el cariño que encuentres.
Aparte, incorpora la paciencia, la pizca de locura y la ternura cernida.
Divide en porciones iguales todo el amor y cúbrelos con la mezcla anterior.
Hornéalo durante toda tu vida en el horno de tu corazón.
Disfrútalo siempre con toda tu familia... con el sabor de lo nuestro.


Consejo:  Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de comprensión y 300 g de comunicación para que ésta receta te dure para siempre.




domingo, 14 de diciembre de 2014

Pócima mágica: La Queimada






Menta, hierba buena, romero, azahar, manzanilla, canela, así hasta 15 hierbas aromáticas son maceradas en el aguardiente para darle ese aroma y  color. 

Este es uno de los muchos rituales en donde el fuego tiene un papel importante. Una tradición que se debate entre lo pagano y lo misterioso, una pócima mágica cuyo origen se pierde entre las sombras de noches ancestrales plagadas de meigallos y hechizos, de almas en pena y de cuerpos arrebatados por rituales de  meigas que sentados en la oscuridad y formando un circulo alrededor de la tartera de barro, buscan la purificación del cuerpo y la salvación del alma, mientras revuelven el brebaje que espantará los malos espíritus y atraerá los buenos.

 Antigua receta transmitida durante generaciones para elaborar el aguardiente de hierbas, ingrediente esencial para hacer una queimada



Este ritual lleva también, de forma intrínseca la fusión de los tres elementos fundamentales en la vida del hombre: tierra, agua y fuego.
 Tierra simbolizada por la tartera de barro, agua representada por el aguardiente que se agita y se mueve mientras el fuego danza libremente entre los elementos que conforman esta pócima mágica dándonos 
calor y purificando las almas.



CHITSSSS ¡SILENCIO!

Le toca al silencio tomar la palabra.                        


Tu no entiendes mi cansancio,
amigo.
Como quieres que te explique
como es soñar los silencios.!
Como quieres que te diga
como es añorar la nada
enredada en la noche
debajo de tu manta poblada de sueños
Como un amante que viene en silencio
de madrugada, a buscarla.

Si hubieras caminado por noches oscuras
buscando faroles
en calles que no eran las tuyas.
Llevando inocencias perdidas
Malheridas y desorientadas
Sueños rotos y ajenos dolores

Quizás, entendieras
Que eso pesa en el alma
Que produce cansancio
Que duelen hasta las entrañas

Y entonces, solo buscas tu calle
Con sus viejas farolas
Que apenas dan luz en sus madrugadas
Y asustada, creyendo perder la luz que ilumina el regreso a casa
Solo buscas silencio para poder encontrarla.

Chitsssssssss Silencio
que oigo a lo lejos sus tiernas palabras

sábado, 6 de diciembre de 2014

La camelia y los pazos




Perderse en los jardines de los pazos es una delicia. Allí donde el agua ayuda a formar parte de ese encanto, la luz, los sonidos y los aromas de la vegetación conforman la belleza de estos lugares extendidos por toda la geografía de esta tierra.

La camelia llegó a Galicia en el siglo XVIII y aquí se quedó entre nosotros que la acogimos con mimo y cuidado ofreciéndole las condiciones necesarias para vivir. A cambio, ella, agradecida nos ofrece sus bellísimas flores durante todo el invierno.

Los jardines donde lucen y donde se puede apreciar su mayor esplendor y belleza son los jardines de los pazos. Estos ocultos por muros de piedra, están cubiertos de musgo y cuajados de variadas y exuberantes especies vegetales en justa compensación, al tributo de la lluvia que sin pausa cae sobre esta tierra.

Una vez que se entra en estos jardines, parece que uno ha atravesado un espejo mágico como el de "Alicia en el país de la maravillas" trasladándote a otra época donde la realidad que se abandona difiere totalmente a la realidad en la que uno se ve inmerso, ofreciéndonos recorridos de ensueño entre árboles centenarios, arbustos de camelios, estanque y fuentes.





Si en otoño el festival de colores es espléndido, es en primavera cuando los sentidos alcanzan a percibir la mayor de las sensaciones, pues las camelias que crecen en todos ellos se encuentran en plena floración y ofrecen un espectáculo único en los árboles y en el suelo, donde las flores desprendidas forman bellísimas alfombras de pétalos.

 A la vista de mil tonos de verde hay que añadir el aroma  de los mirtos, las malvas glicinas, las blancas magnolias y el de las muchas flores que crecen añadiendose al rumor inconfundible de las aguas de fuentes y estanques.

 Estos jardines, tras muros de hermosas piedras, son quizás parte de los secretos mejor guardados de Galicia, donde en verano las hortensias de distintos tonos de azul doblan  sus grandes flores sobre las aguas de los estanques.


"Yo recordaba nebulosamente aquel antiguo jardín donde los mirtos seculares dibujaban los cuatro escudos del fundador, en torno a una fuente abandonada. Tenían el jardín y el palacio esa vejez señorial y melancólica de los lugares por donde en otro tiempo pasó la vida amable de la galantería y el amor.
Ramón María del Valle-Inclán en su Sonata de otoño sobre el pazo de Brandeso



















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