lunes, 25 de abril de 2016

La flor que se convirtió en un símbolo












El clavel; la flor que puso fin a más de 40 años de dictadura en nuestro país vecino: Portugal.
Fue la última revolución romántica que acabó con la dictadura más antigua de Europa.Un movimiento revolucionario de militares y ciudadanos.
El "25 de Abril", la gente abarrotaba las calles, los soldados, con los rostros cansados, se sentaban a horcajadas en los cañones de los carros blindados; los aplausos y el rojo, el rojo de los claveles salpicaban el aire.
La canción "Grandola Vila Morena" dio la señal de madrugada en una cadena de radio para la sublevación en los cuarteles; al igual que los claveles rojos con que la población de Lisboa obsequió a los militares que habían salido a la calle. Esa primavera se impregnó de un halo romántico que todavía sigue conservando.

La revolución de los claveles, es el nombre dado al levantamiento militar del 25 de abril de 1974 que provocó la caída de la dictadura que dominaba Portugal desde 1933, la más longeva de Europa.

El fin de este régimen permitió que las últimas colonias portuguesas lograran su independencia tras una larga guerra colonial y que Portugal se convirtiera en un estado de derecho democrático.
Dos canciones en una emisora de radio serían las que darían la señal, significaba el comienzo de la libertad y el fin de una dictadura.

Pasadas las 12 de la noche del 25 de abril de 1974, radio Renasçenza emitió una canción por todas sus emisoras. "Grandola Vila Morena", una canción prohibida por el régimen junto a otras muchas y que de esta manera se convirtió en símbolo de la ciudadanía y de la oposición al gobierno. Se decidió que sería la señal definitiva del comienzo de la revolución de un país dominado por el silencio.

Se infiltraron en las principales emisoras de radio del país y comenzaron a emitir llamamientos para que la población no saliera de sus casas y para que la policía no interfiriese en las acciones de las tropas. Pero el pueblo estaba harto de un silencio triste que duraba casi cincuenta años. Querían todos gritar junto a los Capitanes de Abril.


Al fin había caído la dictadura más antigua de Europa gracias a una revolución que sería recordada por un símbolo de la primavera, pues, mientras en Vietnam se lanzaban bombas, los militares del ejército portugués solo tenían claveles en sus fusiles, tallos verdes en los huecos de los cañones y pétalos de primavera desde donde, supuestamente, deberían salir balas.


El  pueblo que ha dado un gran ejemplo al mundo.



miércoles, 13 de abril de 2016

MISTERIOS EN LOS BOSQUES GALLEGOS


Una zona de bosque espesa: es una fraga gallega en cuyo interior, la luz llega siempre tamizada por el ramaje donde predominan robles, castaños, acebos, espinos, laureles y madroños.
Hay un tesoro en helechos; algunos de ellos provenientes de la época terciaria, cuando los dinosaurios aún dominaban la tierra; junto a ellos, a la sombra de los árboles crecen infinidad  de plantas y flores. Multitud de animales como el lobo, el corzo, la nutria, la marta etc conviven en él y el hombre deja de ser el protagonista de la vida del lugar










La tarde, de repente, sin avisar, se vuelve gris. Apenas el sol es capaz de atravesar la niebla densa que ha extendido sus brazos por el bosque. Fantasmas caminan despacio y susurran al viento sus lamentos de soledad y pérdida, dejando que la vida de los muertos perdure en la memoria de los vivos Mientras, la magia late entre los musgos que tapizan cortezas de árboles centenarios y muros de piedra y aparece en los caminos serpenteando entre ellos y, en  las aguas, intuimos el alma encerrada entre  murmullos callados. 
El propio bosque es protagonista; es el alma, la razón de ser de esta forma de vida, de estas creencias y de estas costumbres.
El buho ulula en la oscuridad que se cierne alrededor; la noche le ampara, ese es su reino. Esa "brétema"casi perpetua que esconde  y arropa la esencia de una tierra, en la que hay más encantamientos que milagros, más tragedias de amor que traiciones y más humor que lágrimas.






Y...


"Esto ocurrió en aquellos años en que una gallina costaba dos pesetas y la fraga de Cecebre era más extensa y frondosa.


Xan de Malvís apreció la inexistencia del bandido como una vacante que podía ser cubierta. Y se adjudicó la plaza"

Fendetestas, es el apodo que adopta, y harto del duro trabajo del campo y de las escasas ganancias que le aporta la labor de la tierra, decide echarse al monte y convertirse en el ladrón de la fraga,

El tiempo lo cambia todo y aquí también ha dejado la huella de su caminar, de tal manera, que la fraga de Cecebre, un precioso bosque de robles, ha cambiado  y sólo queda una pequeña parte de lo que fue y que cita Wenceslao Fernández en su novela "El bosque animado". Pero, de alguna manera, la vida continua y los seres del lugar se relacionan como antaño y casi me atrevería asegurar que el fantasma que pululaba entonces, una vez que la oscuridad de la noche se filtraba entre las ramas de los árboles y la luna se dibujaba en lo alto entre las nubes, sigue paseándose y espantando a todo aquél que, no sin temor, ha de atravesar el bosque de noche.

La meiga Moucha, que conoce las plantas del bosque y el alma humana como si se tratara de un elemento más de la naturaleza prepara sus quehaceres, que es cosa que no se cuenta ni debe contarse  porque los verdaderos secretos de las meigas no deben ser desvelados.



martes, 5 de abril de 2016

JULIO VERNE SE ENAMORÓ DE VIGO

"Pues señor Aronnax estamos en la bahía de Vigo y solo de usted depende descubrir sus misterios.
Miré alrededor del Nautilus, el fondo arenoso se veía nítido y claro. Dos miembros de la tripulación, vestidos con escafandras, se afanaban revisando toneles medio podridos y cajas reventadas entre los despojos. De las cajas y barriles se escapaban lingotes de oro y plata, cascadas de monedas y joyas que se esparcían por el suelo. Luego cargados del valioso botín, regresaban al Nautilus, depositaban en él su cargamento y volvían  para continuar aquella pesca de plata y oro.
Entonces lo comprendí. Aquel era el escenario de la batalla del 22 de octubre de 1702 ( La batalla de Rande). Allí acudía el capitan Nemo, allí recogía los tesoros de los galeones hundidos para poder financiar expediciones por todos los mares del planeta."
El 18 de Febrero de 1868 el Nautilus, a mando del capitán Nemo entraba en la ría de Vigo,poniendo la proa hacia el estrecho de Rande con el objetivo de encontrar las riquezas que los galeones españoles de la Flota de la Plata habían ocultado en sus bodegas y en el fango del fondo del mar inmortalizando un pedazo de esta tierra, que  llegó hasta la ría de Vigo navegando desde el Mediterraneo.

Unos tesoros que supuestamente, se encontraban allí desde el año 1702, cuando en plena Guerra de Sucesión, la Flota de Indias, acompañada por navíos de guerra españoles y franceses, regresaba de América cargada de metales preciosos. Se refugió en la ensenada de San Simón, al final de la ría, para ser atacada y hundida por los aliados anglo holandeses.

El 15 de octubre de 1702 entró en la bahía de Vigo el cargamento más rico venido de América desde el descubrimiento. Diecinueve galeones españoles, escoltados por veintitrés barcos de guerra franceses, traían ciento ocho millones de piezas de plata, oro y otras mercancías preciosas destinadas a costear la Guerra de Sucesión en favor de Felipe V pero una serie de desafortunados acontecimientos llevó a la llamada la Flota de Oro a dar con sus huesos en el fondo de la  ría.
La guerra y los piratas hicieron que los muchos tesoros acumulados durante siglos por aztecas e incas no alcanzaran nunca su destino y quedaron repartidos entre corsarios ingleses, holandeses y mercenarios franceses y, sobre todo entre el fango marino de la ría, en el estrecho de Rande, donde la bahía acerca sus costas en un profundo deseo de fundir sus orillas.
El más grande tesoro de la historia sólo es propiedad de los peces que lo contemplan y nadan entre las piezas de oro y plata mientras muchos aventureros sueñan con encontrar, algún día, el oro enterrado en estas aguas, donde descansan.


Suele estar solo, la gente pasa apresurada a su alrededor y ya nadie se para a contemplarle. Tampoco llama la atención el enorme pulpo sobre el que descansa. El capitan Nemo era un viejo lobo de mar,con el que se ha batido en muchas singladuras, su rostro está curtido por la libertad que concede el viento en alta mar. Un idealista al que el mundo de la superficie le da pavor. Sus ojos oscuros pueden abarcar una cuarta parte del horizonte; es valiente, orgulloso y enérgico, es un luchador, un disconforme, un idealista. Prefiere la reclusión, cree en la invención, en la imaginación, en el espíritu de curiosidad del ser humano y aborrece sus abusos y su crueldad.
Ama por encima todo la libertad. Es un apátrida cuyo reino eran los océanos de la Tierra y que pretendía vivir al margen de los gobiernos del mundo



La ría de Vigo se estrecha en Rande. Desde allí y mirando hacia los dos lados del puente se descubre una de las maravillas más grandes de esta tierra: la bahía de Vigo. Son sus atardeceres grandiosos, el mar se pinta de naranjas y amarillos mientras el sol se despide tras las aguas y una canción parece surgir desde el fondo como un viejo canto de sirenas atrayendo a marinos y navegantes en busca de uno de los tesoros más grandes de la historia.



miércoles, 23 de marzo de 2016

EL REDOBLE DEL TAMBOR


Yo no recuerdo cuando oí mi primer redoble de tambor, quizás en el vientre de mi madre, es posible, pues una corriente eléctrica me recorre la espalda, la piel se me eriza y mi alma se llena de una emoción difícil para mi de describir.

Recuerdo de mi infancia el frío que acompañaba siempre a la Semana Santa, la espera en las calles, el silencio y los cirios encendidos envueltos en sus capuchones para que una ráfaga de aire  no los apagara de un soplo y para que la oscuridad se hiciera sentir y la pena del alma saliera de los corazones. Recuerdo las mantillas de mi madre, las palmas.

Las procesiones avanzan siempre cortando la noche acompañadas por el sonido hiriente de las cornetas y por el ritmo grave de los tambores, cuyo eco devuelven los empedrados de las calles. Los ojos se alzan hacia los picudos capirotes y hacia las cruces de las procesiones que acompañan los pasos  y que casi llegan a rozar balcones y gárgolas.
El carácter solemne de la Semana Santa hace que tanto creyentes como no creyentes experimenten una profunda emoción al paso de las silenciosas procesiones .Los hábitos y los capirotes que ocultan a los cofrades  garantizan que solamente Dios los ve y esto acentúa aun más el carácter dramático de los pasos y procesiones.
El origen del capirote o capuchón
está en los comienzos de la inquisición, cuando a las personas que estaban castigadas por motivos religiosos se les imponía la obligación de usar una prenda de tela que les cubriera pecho y espalda y un cucurucho de cartón en señal de la penitencia que les había sido impuesta.
En la semana santa, existe un motivo de penitencia fundamental; los penitentes salen en procesión para limpiar sus pecados y mostrar públicamente su arrepentimiento. Las luces que portan muestran que caminan hacia la luz que es Cristo y siendo un acto público de fe, es una de las más sublimes manifestaciones externas y públicas con las que se pide mejorar. La manifestación privada de la fe pasa a ser pública y las calles se convierten en  iglesias.
Todo se envuelve de color y sonido, las emociones afloran ante el lento ritmo de los tambores, la marcha de la procesión, el balanceo de los pasos y el quejido doloroso de las saetas.
Incluso no siendo religioso, es difícil no emocionarse ante una atmósfera que conmueve.

La Semana Santa es la fiesta cristiana por antonomasia: Fue en Tierra Santa donde se inició la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, creándose una liturgia específica y generando las primeras procesiones, no con imágenes como en la actualidad, sino con las propias reliquias de la pasión.
Las fechas de la celebración difieren de año en año, dado que la fiesta no está sujeta a una fecha específica sino a un fenómeno astrológico: primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de primavera.
 Resulta complicado saber cuando y cómo se celebró la primera procesión del cristianismo: En el Nuevo Testamento se describe al propio Jesucristo entrando de forma procesional en Jerusalén, rodeado de una multitud de seguidores.
 Las procesiones tienen un origen bíblico. En los primeros siglos la iglesia hizo suya esta tradición, pero tuvo que restringir cualquier manifestación pública debido a las crueles persecuciones a las que eran sometidos sus miembros.. Durante mucho tiempo las procesiones se celebraban dentro de los claustros y no empezaron a salir a la calle hasta los siglos X y XI
El Concilio de Letrán, en 1215, permitirá que dicha penitencia sea pública en las cofradías, pero con la obligación de que sea anónima para que nadie presuma de ello, ni trate de ganar ningún prestigio. Por eso se impone el antifaz, para que todos sean iguales ante la penitencia, desde el noble o el duque hasta la prostituta.


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martes, 15 de marzo de 2016

EL INVIERNO

Llueve y la lluvia golpea los cristales con fuerza, llamando como para que le abran la puerta. La oscuridad, no hace nada que ha invadido el valle y ha atrapado al sueño en su propio silencio y, afuera, se oye un lamento colarse entre las abiertas heridas de la casa vieja. Los faroles parpadean asustados ante la naturaleza que reclama y a gritos viene a realizar su penoso trabajo.
Es la danza del invierno que llama, que llega y despierta con rudeza la naturaleza haciendo que toda ella se agite.
Ruge, ruge cuando viene bajando el sendero azotando todo lo que encuentra a su paso. Las hojas mojadas por la lluvia que descansaban al fin para fertilizar la tierra, se ven arremolinadas y asustadas en un rincón del camino no sabiendo muy bien hacia donde dirigirse. Se sabe fuerte, poderoso: es arrogante, es orgulloso. Es el rey. Ante él, todas las fuerzas de la naturaleza se inclinan, mientras pasa arrogante y adusto por entre valles y mares, por entre pueblos y ciudades y todos ante él, ante su poder y su fuerza se esconden en sus casas, temerosos, esperando que abandone el lugar.     
Cuando hay temporal, el mar se agita levantando inmensas olas y, en el valle, los eucaliptos danzan al oír el silbido del viento. Se doblan, se descarnan, se desnudan de sus ramas heladas de invierno, mudan su corteza que el viento arranca a mordiscos mientras la lluvia arrecia  sin piedad.

SIN EMBARGO
                                                                                   

    "La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
                                                                                          algo de soñolencia resignada y amable,
                                                                                          una música humilde se despierta con ella
   
                                                                                   que hace vibrar el alma dormida del paisaje."
                                                                   Federico García Lorca



Hay una lluvia violenta; también una lluvia mansa y dulce que penetra sin lastimar la tierra, una lluvia que no se siente hasta que alcanza el ser más profundo de las cosas, una lluvia menuda que danzando se la lleva el viento. 
Orballo es melancolía, es agua leve y persistente. Si es más fina se llama "poalla", como polvo de agua, pero también puede llover a "caldeiros." Eso es mucho, muchísimo.
La morriña es como la saudade y aunque se diga en diminutivo esconde una melancolía atroz. Morriña por la vida en la aldea, por los afectos, por el paisaje gallego de montañas suaves,  por la dulzura del idioma, por el sonido de la gaita, por el orballo si no aparece, o por el contrario si aparece el orballo.
Da intimidad y silencio a las almas.

  
Abajo, en el valle, la niebla otorga al bosque la virtud de un silencio extremo y lo sepulta en capas de tiempo, mientras en las cimas de los montes, el día está luminoso y fresco.
Los mirlos y las pegas, levantan el vuelo a nuestro lado mientras la niebla sigue envolviéndolo todo, llenándolo de misterio.
Y, es que, ¡CHISSSS!,el invierno se va.




martes, 8 de marzo de 2016

En la memoria del tiempo

El pazo es un tipo de casa solariega gallega, de carácter señorial, normalmente ubicada en el campo, antiguamente residencia de nobles y reyes.
En tierras coruñesas, cercanas a la ría de Betanzos, se levanta el pazo de Meirás, una de las mejores
muestras de construcciones nobiliarias gallegas. Es un pazo señorial y a pesar de su aspecto medieval, es de finales del siglo XIX. La primera piedra se colocó en 1893 y está edificado sobre las ruinas de una antigua fortificación destruida por las tropas francesas durante la guerra de la independencia.

Emilia Pardo Bazán provenía de una acomodada y aristocrática familia gallega de tradición liberal que heredó un importante patrimonio por vía materna y paterna.. Su madre, Luisa Bazán, fue la que tuvo la idea de reconstruir la propiedad de Meirás.

 Doña Emilia lucha incansablemente por la emancipación social e intelectual de la mujer y denuncia constantemente la desigualdad educativa en función de los sexos.
Está considerada la mejor novelista española de siglo XIX y un de las escritoras más destacadas de nuestra historia literaria.
Pasaba, Doña Emilia, largas temporadas en el Pazo, especialmente en verano. Todo él está rodeado de una enorme finca con bosque y jardines en los que abundan cruceiros, fuentes y piezas arqueológicas.

Una vez terminada la guerra civil las nuevas autoridades franquistas, buscan un lugar donde agasajar al dictador; y con el fin de financiar la operación para hacerse con el Pazo constituyen una comisión que denominaron "Junta Provincial Pro Pazo del Caudillo".
 Todos ellos fueron ampliamente recompensados con títulos que otorgó Franco. Por ejemplo al banquero Pedro Barrrie de la Maza  se le concedió el título de conde de Fenosa  esto es,( Conde de las Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima).

La junta adquiere el Pazo y una extensión de terreno de algo más de tres hectáreas por 415.000 pts de la época. Sin embargo parece que nunca se llegó a ejecutar el pago en su totalidad y ni siquiera se le permitió a la familia de Emilia Pardo Bazán retirar los efectos personales.

La extensión del terreno original del Pazo no pareció suficiente a los miembros de la "Junta Pro Pazo del Caudillo" y decidieron ampliar en algo más del doble la extensión de la propiedad. Para ello tomaron directamente las leiras  que se encontraban más próximas al Pazo de Meirás e incluso alguna casa.

Muchos labradores fueron obligados bajo amenaza de muerte, a subir en camiones militares con el fin de formalizar en Betanzos, o en la misma sede del Banco Pastor de la Coruña ( propiedad de Pedro Barrie de la Maza), el cambio de titularidad de los edificios. Las fincas eran valoradas, en el mejor de los casos, a precios de miseria que los labradores tenían que aceptar por la extorsión a la que fueron sometidos.

La memoria es silenciada por el terror en el que vivieron estos propietarios de fincas. Testigos de la época y el momento declaran haber visto como unas 30 personas lloraban en el Banco Pastor al verse obligadas a deshacerse de los terrenos, que en la mayoría de los casos, eran también su medio de vida.
Para el financiamiento de las obras y demás gastos se editaron unos bonos de supuesta aportación voluntaria, pero lo cierto, era que las propias autoridades franquistas, eran las que fijaban las cantidades a aportar.




La recaudación por bonos "voluntarios" se intentó vender con éxito, pero fue un auténtico fracaso. La "Junta" precisaba dinero e idearon la manera de conseguir recursos, todos ellos basados en la extorsión y en el uso fraudulento del dinero público.

Hoy se sabe que el pazo de Meirás no fue un regalo del pueblo al dictador y consecuentemente a su familia. Se sabe que en los 37 veranos que Franco pasó en el Pazo, se expoliaron obras de arte bajo
extorsión, que hubo un incendio provocado para espoliar obras de arte que a día de hoy sigue sin esclarecerse.


Los delitos, los abusos, los asesinatos y las extorsiones y el dolor causado bajo este tipo de regímenes totalitarios jamás prescribe y se queda para siempre en la memoria del tiempo.

martes, 1 de marzo de 2016

Colón: El navegante del atlántico.

                                 

 Hoy día 1 de marzo se conmemora la llegada de la carabela Pinta al puerto de Baiona con la noticia del descubrimiento de América.                                     

                                                                              ¿Genovés? ¿Gallego? ¿Portugués? ¿Aragonés?. Muchas han sido las conjeturas que se han hecho a lo largo de la historia sobre el lugar de nacimiento de Colón  y pocas han sido las figuras históricas tan controvertidas y ofrecido tantos rasgos ambiguos como la del navegante. No quiso nunca que se conociera su origen, ni su patria y cambió varias veces de nombre.                                                                 

Expertos de la Universidad de Santiago de Compostela afirman que Cristóbal Colón era gallego. Encajaría , desde luego,  en la idiosincrasia del gallego, su forma de vida y, su paradoja vital de la emigración, ya que existe en el alma gallega el afán de aventura, la necesidad de conocer otros mundos y al mismo tiempo el deseo o la necesidad infinita de regresar.
Colón nació en Poio, según historiadores gallegos, una aldea cercana a la ciudad de Pontevedra,  fue corsario antes de convertirse en señor de Soutomaior ( Galicia) y conde de Caminha ( Portugal).

Luchó contra los "irmandiños" y después contra los reyes católicos, a favor de Portugal. Estos le declararon en rebeldía y huyó a Madeira donde concibió su proyecto aunque, al parecer, no era nuevo; en realidad, era incluso popular entre cartógrafos y navegantes como posible alternativa a la larga ruta de las especias.

Volvió a Castilla a reclamar sus posesiones pero los reyes le obligaron a renunciar a ellas y a cambiar de identidad, cosa que hizo en más de una ocasión. A cambio, autorizaron su expedición a las Indias.

Eduardo Esteban, presidente de la "Asociación Colón gallego", afirma que Poio, " es el único sitio del mundo en el que hay un apellido Colón"
Otra de las pruebas más importantes que esgrimen los defensores de que Colón era  gallego, es que éste bautizó con nombres de la ría de Pontevedra hasta 133 lugares y accidentes geográficos del Caribe.
Le puso el nombre de "La Gallega" a una isla, a dos naves y aun navío: "El Gallego". El almirante no impuso en sus bautizos un solo nombre en recuerdo de Génova, Saona, Liguria, ni de ningún otro pueblo de Italia. Afirman, además, que los navíos del primer viaje llevaban tripulantes gallegos.


"La Gallega fue la nave capitana del primer viaje, dedicada a Santa María patrona de Pontevedra y que según parece, la santa María, se construyó en los astilleros de Pontevedra.

 La primera localidad de Europa a la que llegó la Pinta después de volver de América fue a  "Baiona", municipio situado en la parte meridional del área metropolitana de Vigo.

Razones muy poderosas le llevaron, sin duda, a guardar tan celosamente, a Colón, sus orígenes.


viernes, 26 de febrero de 2016

SOMBRA

Mi sombra es de tiempo quemado.
Va cosida a mi espalda.
Ha vivido días de sol y niebla, conmigo.
Me ha arropado en noches muy largas.

Soñé que se iba
que me dejaba.

Y...
Lloré su partida.

Mis noches, entonces,
se volvieron amargas.



Y en aquella oscuridad en la que
me cobijaba.
Tiré de ella
para que se quedara.
Y ella...
me miraba sorprendida
como si pensara que nunca  la había sentido.
Sólo, porque la llevaba pegada
a mi espalda.









sábado, 20 de febrero de 2016

NOIA


"Dijo, pues, Dios, a Noé: he decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra"

Entonces, todas las tempestades y todos los vientos se desencadenaron en un mismo instante lloviendo sin tregua.

La narración del diluvio universal aparece en distintas culturas y en épocas relativamente próximas en el tiempo.
Puede considerarse como uno de los acontecimientos antiguos comunes a las distintas civilizaciones que han poblado nuestro planeta. Pero, con o sin pruebas de su veracidad, se sabe que estas civilizaciones antiguas conservaron la historia de una gran inundación que destruyó a sus antepasados, sabiendo que algunas de estas civilizaciones no tuvieron contacto alguno entre si.
Durante miles de años en forma de leyenda se ha pasado de padres a hijos hasta que civilizaciones más modernas lo escribieran en libros como la Biblia, escritos Babilónicos, Egipcios etc

Cuenta una de las muchas leyendas que existe sobre este lugar, que el nombre de Noia deriva de los descendientes de Noé, quien llegó aquí tras el Diluvio Universal y escondió su arca en el monte Barbanza, donde plantó sus primeras vides. El mito ha calado tanto en la zona que el escudo de la villa contiene la imagen del arca de Noé junto con la paloma y la rama de olivo.

                                                                                "Ya se paran las lluvias, ya sale el cuervo.
Por ver si tras las aguas hay algo nuevo.
Un sitio habitable, un pequeño huerto...
Más la tierra no existe y el cuervo ha vuelto.

Y Noé reflexiona, pensando un momento:
Tal vez la paloma, se dice en silencio.
Busque y encuentre donde establecernos".

Aquí, en Galicia, no nos sorprende la lluvia, es más, estamos tan habituados a ella que cuando tarda en vistarnos la echamos hasta de menos aún cuando en ocasiones parece que va a durar eternamente o al menos esos cuarenta días y las cuarenta noches que duró el diluvio universal.

Desembarcó Noé en este lugar, según la leyenda, en esta bonita villa de Noia, situada al sur de la provincia de la Coruña y muy cerca de Santiago de Compostela. Su casco histórico esconde tesoros de la vida marinera y de la arquitectura tradicional que merece la pena descubrir. El escritor Otero Pedrayo la calificó como la mejor villa ojival gallega, por las construcciones góticas en su hermoso casco histórico. El tipismo de sus casas pescadoras se suma al encanto de la villa a la que se le ha llamado la pequeña Compostela.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Gaviota


El olor a sal en el aire, la neblina hecha jirones en la ría, el avanzar lentamente de las cortinas de agua de lluvia por la boca norte de la ría de Vigo hasta llegar a tierra. Asomarse al mirador del monte del Castro y ver pasar a los catamaranes mecidos por el vaivén de las olas de un extremo a otro, el sonido de los faros en la densa  niebla para avisar a las embarcaciones del peligro inherente que suponía la navegación a ciegas y...las gaviotas; ese chillido de las gaviotas revoloteando encima de los barcos en la lonja del puerto.Verlas planeando entre las ráfagas del viento y llegar en bandadas al refugio de los arenales o a los muelles cuando amenazaba temporal o tormenta. 


Ese mirar hacia un horizonte que no tiene límites, esa sensación de libertad, ese mar azul, gris o verdoso o totalmente negro salpicado de las luces de colores del puerto en la oscuridad de la noche.
Todo eso impregnó mi niñez y mi juventud de vivencias tan importantes que me hacen recordar siempre el  lugar al que pertenezco.

Existe la creencia de que las gaviotas que sobrevuelan las orillas de las playas, son el último pensamiento de las personas que han muerto en el mar, lejos de su hogar y de su gente.

Cuentan, que esos pensamientos, son siempre, pensamientos de amor. Cuando la vida se extingue es probable que el pensamiento busque a los seres que ha amado para enviarles en ese último instante un mensaje de cómo nos llevamos al otro lado el amor que nos dieron. Por eso, en estas costas se convive con ellas y se las respeta tanto que es extraño que alguien se atreva a matar a una gaviota.
Por su habilidad para aprovechar las corrientes marinas, a veces violentas, con el fin de sobrevolar un mar desatado, por ejemplo, ha incitado a los marineros a creer que su presencia en alta mar representaba el alma de un marinero siguiendo el barco en el que vivió.
Son capaces de volar aprovechando las corrientes de viento, sin necesidad de batir sus alas, sosteniéndose en el aire de una forma que parecen flotar sin moverse.
Al vivir en las costas se les asocia con espíritus libres inspirando a escritores, poetas y compositores musicales. Tal vez porque siempre están al lado del mar o en el mar, o porque son seres bastante libres y apenas sufren ataques de los hombres ni casi de ningún depredador.

La gaviota tiene un gran significado para los marineros, ya que al verlas significa que están cerca de tierra; el


hogar al que regresar después de una dura jornada de pesca. Comparte, la gaviota, con él las capturas y se ha hecho amiga del hombre después de miles de años.

Estas aves necesitan de la ayuda del viento para elevarse debido a su abundante plumaje, sin embargo, son capaces de volar tan rápido como los halcones debido a que sus alas están perfectamente diseñadas para esta actividad que es el vuelo.

Beben agua del océano y la digieren pese a tener tanta sal.
 Es grande y, es muy valiente cuando defiende sus pollos y, dicen que intuyen el momento de su muerte y que por eso es que se dirigen a mar abierto cuando llega el momento.
Seguramente, esto tendrá una explicación biológica, no lo dudo pero...a mi, sin duda, me gusta más pensar que hay una intención en esta ave más profunda y más sentida que la lleva a volar hacia una libertad eterna.

miércoles, 3 de febrero de 2016

El tañido de la campana







                                      Si por siempre enmudecieran,
                                     ¡qué tristeza en el aire y en el cielo!
                                     ¡Qué silencio en la iglesia!
                                    ¡Qué extrañeza entre los muertos!
                                     Rosalía de Castro



¡Quien no ha oído tocar, alguna vez, las campanas.! Ese tañer triste, melancólico o de aviso y alegría que llena el aire, que toca el alma.
En ésta época de las telecomunicaciones, es obligado volver hacia atrás los ojos y hacer un homenaje a las campanas de las iglesias que hacían llegar los mensajes a todos los vecinos, pues ella fue durante siglos la voz de la comunidad con su tañido creando un lenguaje sutil que el viento llevaba.
El campanario es, sin duda, como una aguja en alto por cuyo hueco pasa un hilo que comunica el cielo con la tierra convirtiéndose así en el punto de diálogo entre ambos.
Ha ido pasando el tiempo, han ido pasando los siglos y su voz, su sonido, ha perdurado a lo largo de ellos. Es el único instrumento musical que sigue sonando igual que siempre.  La mixtura de los sonidos se halla determinada por la forma, el espesor de la pared de la campana, el tamaño y el peso.
Antiguamente no se ponían las campanas en las dos torres, sino solo en una. Porque el instrumento musical , además de la campana, es la torre, es su caja de resonancia y se hacen de cierta manera para que las campanas suenen más y mejor. El sonido resuena en las bóvedas y en los muros como en la madera de una vieja guitarra. Si una campana esta fija o da la vuelta no es casual, se buscan determinados efectos y han de estar concentradas y ser solidarias y compañeras para poder dialogar. Si están separadas no hay diálogo, hay ruido. Cada una tiene su voz peculiar.



Ven a noite...morre o día,
as campanas tocan lonxe
o tocar do Ave María.

Campanas de Bastabales
cando vos oio tocar,
mórrome de soidades.
                Rosalía de Castro

Si en España hay 94 catedrales, hay por lo menos 50 maneras de tocar diferente Cada campana tiene su sonido peculiar que la distingue de todas las demás. En cada diócesis se toca de manera diferente.

En Galicia  los toques a muerto, parece casi que construyen el duelo. En Pontes por ejemplo, se cumple con la partitura que hace distinciones entre los sexos: "Si es hombre, dos toques en la campana gorda y uno en la pequeña, si es mujer, dos en la pequeña y uno en la gorda" Siempre dejando que se extinga de todo el sonido de una campana antes de tocar la siguiente.


 El día del fallecimiento, se toca tres veces " entre 10 y 15 minutos". Al día siguiente, el del sepelio, el tañedor acompañará al difunto hasta el lugar del entierro, con su música. 

 Hay una enorme diferencia de toques de un lugar a otro y las catedrales marcan no sólo la llamada a coro, sino que tipo de coro hay.

Las campanas  son la voz de la comunidad entera, no son solo un patrimonio católico,  forman parte del paisaje social para que todos se sientan integrados.
Se están tocando partituras de 1705 con campanas del año 1300 aproximadamente. Poca gente sabe que hay partituras para tocar las campanas y varían de una catedral a otra. Fueron escritas por antiguos campaneros.

Para todas las comunidades antiguas, las tormentas representaban el mal, ya que a un pueblo se le podía destrozar la faena de todo un año en una hora. Era algo de lo que había que defenderse y por eso las campanas tienen siempre una cruz hacia afuera. Todavía existen en muchas comunidades la creencia de que al tocar las campanas,  las tormentas se alejan al agitar el aire y por eso hay pueblos en los que se sigue tocando la protección contra las tormentas.


Con la llegada de la era científica se descubrió que el granizo se formaba en las nubes por fuertes corrientes de aire frío.Por ello trataron de justificar que el tañido de las campanas,destruían los granizos; las ondas sonoras movían el aire e impedían que el agua se transformara en hielo.Hoy día se sigue utilizando la misma idea a través de cañones de aire o cohetes para dispersar el granizo.


viernes, 22 de enero de 2016

RESERVA DE LA BIOSFERA

La reserva de la Biosfera es un título que otorga la Unesco a determinados hábitats para fomentar la integración del hombre y el medio ambiente.


Los Ancares, reserva de la biosfera: una frontera natural entre Galicia y la cuenca de El Bierzo. Una zona limpia, clara, hermosa, donde invita, al que allí se acerca, a sentirse en comunión con la naturaleza. Fue habitada por las tribus celtas que se refugiaron en las montañas huyendo de las legiones romanas construyendo castros en las tierras altas.


La montaña brota en tonalidades infinitas de verde y lo más sorprendente de esta zona es, no tanto  las alturas, sino  los fuertes desniveles que existen; desde el encajonamiento de valles hundidos por debajo de los 300 metros hasta picos de casi los dos mil en pocos kilómetros

Es una zona de gran altitud y por lo tanto muy aislada de núcleos de población, lo que ha permitido la supervivencia de tradiciones y la conservación, a lo largo de los siglos, de una arquitectura popular que ha desaparecido de otras zonas del norte de España.

Se sube y se baja, retrocedes, giras y tuerces a la derecha y, a la izquierda y das vueltas por los bosques y preguntas, y... cada vez que preguntas más liado te parece que estás entre carreteras, corredoiras, pistas y caminos. Pero da lo mismo, ya encontrarás el castro celta, porque perderse aquí, merece la pena.

Aquí el forastero puede descubrir lo que es la Ley del Kilómetro Gallego: perdido entre tanta carretera, que asciende y desciende se puede preguntar a algún abuelo que aparezca en el camino. ¿Cuantos kilómetros me quedan? si el paisano contesta "que tres o cuatro" faltan quince seguro, pero... ¡qué quince! Un festival de curvas ciegas llenas de gravilla y socavones donde podrían vivir familias enteras.
A lo lejos van apareciendo las pallozas , esas construcciones circulares que han sobrevivido al paso de los tiempos entre el frío, el viento y la nieve. Pero, insisto, es un paisaje para perderse en él, siempre y cuando vaya uno bien aprovisionado para cualquier emergencia, pero los rodeos merecen la pena, porque el castro de Santa María ofrece un buen ejemplo de que en estas tierras dos mil años no son nada. Aquí las casas se han construido de la misma manera que desde tiempos de Julio Cesar.


Las pallozas se construían con un muro de piedra muy grueso, sin más huecos que la puerta y algún ventanuco para no perder el calor del hogar. El techo se levantaba con vigas de roble y una cubierta de paja de centeno trenzada. No se abría un agujero para la chimenea: el humo se filtraba a través de la paja. En el interior, separados por tablones que solo llegaban a media altura, convivían personas y animales que proporcionaban calor en este invierno blanco enormemente frío.




sábado, 16 de enero de 2016

Gallegos Valientes

"O día do Medulio
con sangue quente e roxa
mercámo-lo dereito
á libre honrada chouza!"
   (Ramón Cabanillas, "En pé, en pé! 1917




La esclavitud es una forma de sometimiento del hombre por el hombre, que se practica desde la antigüedad y para vergüenza de éste, continúa actualmente bajo formas muy diversas.

Existieron muchos pueblos que preferían la muerte antes que quedar privados de libertad.

En el año 22 a.C. faltaban pocas tierras en Gallaecia por ser dominadas por los romanos, sin embargo aún quedaba un buen número de sublevados dispuestos a morir antes de ser convertidos en esclavos.
A la orilla del río Miño se elevaba el monte Medulio; monte difícil y escarpado, lleno de rocas y peñas, casi inaccesible.
Los propios guerreros habían creado un foso para aumentar la resistencia ante los romanos que iban llegando y estaban cada vez más cerca. Se escondieron en distintos lugares para sorprender a las centurias y a dos legiones romanas que esperaban al otro lado del río Miño. Los centuriones Antisio y Firmio, cada uno por un lado diferente, dirigían sus cohortes de legionarios de cara a la cima.
Estaban deseosos de aniquilar cuanto antes a los resistentes guerreros galaicos que habían ido colocando trampas diseminadas por las laderas del monte y esto estaba creando bastantes bajas entre los romanos que caían heridos en ellas durante la ascensión. El terreno, en definitiva, se les hacía impracticable para la batalla. Poco a poco iban llegando al gran foso que había sido creado por los aliados resistentes. El sol comenzaba a elevarse y se ocultaba de vez en cuando por alguna nube negra amenazando lluvia. Se acercaba el mediodía.
Rodeados por todos los flancos de la montaña no tenían otra opción que esperar la llegada de los romanos y cuando estos superaron el foso comenzaron a lanzar piedras y antorchas que pronto comenzaron a crear incendios al prender los tojos, haciendo más difícil y ardua la ascensión al monte Medulio.
Las mujeres prendían antorchas, creaban cadenas humanas para hacerlas llegar a los hombre que se encontraban en el acantilado. Los niños recopilaban piedras de distintos tamaños y creaban montículos cerca de los adultos para que estos las lanzasen. A punto estaban los romanos de comenzar a escalar los últimos metros cuando de los matorrales salieron como furias los iracundos guerreros galaicos y comenzaron a matar con saña a los romanos.

Los recursos para defenderse se fueron haciendo escasos. Vieron morir a muchos guerreros cruzados por las lanzas romanas. Pero ya lo tenían todo programado, en caso de que sufriesen la derrota en la batalla, nunca se entregarían. O luchaban hasta la muerte o morirían suicidándose.
El tiempo se agotaba. Los niños habían ido recogiendo las bayas de los tejos de la zona. Todos comenzaron a repartirse las bayas rojas venenosas. Familias enteras se arremolinaban bajo las arboledas esperando el momento de la muerte. Algunos guerreros aun esperaban matar algunos romanos más, otros, en cambio, prefirieron morir junto a sus familiares hundiéndose una daga en el corazón cuando otros  abrazándose en un ritual hundían su espada en el corazón del amigo y compañero mientras ambos caían heridos de muerte.

Los romanos fueron llegando poco a poco a la cima: Quedaron perplejos al encontrarse una cantidad de guerreros gallegos, bravos y regios inertes en el suelo. Un suicidio múltiple por la libertad, por la libertad de las tierras de Galicia.
Así la honra de los últimos resistentes guerreros gallegos nunca más sería vencida.
Su historia sorprendió a las altas esferas de Roma que hablaban de la enorme valentía de los galaicos, muy parecida a la de los galos, que prefirieron morir con orgullo proclamando su libertad antes que ser esclavizados.
A Galicia le llamaron la pequeña Galia.
El monte Medulio, abandonado con las víctimas en su cima se convirtió en el símbolo de la libertad de las tierras Galaicas.
La mayor parte se libró de la cautividad que para una gente hasta entonces indómita parecía más intolerable que la muerte.












viernes, 8 de enero de 2016

QUEICOA

"Queicoa" significa en "Barallete", la lengua de los afiladores; héroe, luchador, ser mítico. Así les llamaban  a aquellos viejos afiladores que llevaban a sus espaldas muchos kilómetros y muchos caminos. Eran hombres curtidos de trabajar en el campo que un día decidieron hacer su gran viaje a ninguna parte con la compañía del girar de una rueda.
Caminaban y soñaban. Si afilaban vivían y si paraban, morían

Orense, es la tierra de los afiladores, de la "Ribeira Sacra", del "Entroido" y los "magostos" y por supuesto del licor café. A " Terra da chispa",que algunos traducen por tierra de audaces. Llamada así  por la cantidad de afiladores que poblaban estos lugares ya que el oficio consistía en afilar cuchillos y navajas así como todo tipo de herramientas y cuando esto se hacía saltaban chispas " no rebolo", piedra de afilar, que era en donde se afilaba.
La rueda al afilar echa un chorrito de chispas. Este es el origen del apodo.
Para anunciar su llegada suele emplear, el Chiflo, una pequeña flauta de Pan de cañas o plástico como silbato y la va haciendo sonar en sus tonalidades de grave a agudas y viceversa.
El afilador es un campesino gallego que no puede vivir de la tierra, sin embargo, no le quedó otra alternativa que abandonar la aldea y recorrer las miles de callejuelas de países que fue visitando a lo largo de su vida.
¡ Que remedio! Hay que emigrar, como ahora y como en tantas ocasiones a lo largo de la historia de tantos países del mundo cuando la vida se hace dura e irrespirable.
La provincia de Orense ha sido la cuna de estos hombres que recorrieron el mundo cargando a sus espaldas o empujando, una rueda de afilar.
Tenían los afiladores  lenguaje propio, ya perdido en la actualidad. Este idioma particular se llama "barallete" y está basado en el gallego hablado en Orense que se encripta con la sustitución de palabras habituales por otras inventadas y sin ninguna conexión lingüística con ella. Era imposible para el que no perteneciera al gremio, entender la conversación. Hoy en día es un lenguaje para el recuerdo.


En las aldeas orensanas quedan algunos viejos afiladores que en sus años mozos dieron la vuelta al mundo.

La leyenda dice que la rueda de afilar fue inventada por un herrero. Es muy difícil de construir, requiere mucha paciencia y mucho arte, cosas estas también indispensables para ser un buen afilador. Es en el siglo XVII cuando aparecen los primeros. Hace, por tanto, trescientos años, que los afiladores orensanos andan dando vueltas por los caminos del mundo.


 Hoy está en vías de extinción este oficio que representa toda una cultura de trabajo y sacrificio.
Ya no se oyen por las callejuelas del ancho mundo a estos hombres. La chispa está a punto de apagarse para siempre. Una chispa que saltaba de la rueda y era arrastrada bajo la lluvia y el viento.
Orense tierra de afiladores y paragüeros, hombres que recorrieron el mundo llevando en su corazón su tierra, mucho ingenio y su chispa particular´


"Hombres que son héroes desconocidos de novelas que no se escribieron"
                                                                    Florentino López Cuevillas ( antropólogo e historiador)















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